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Revista Capital

¿Es seguro invertir en oro?

Por Redacción Capital

Hace poco tiempo, pocos años, los expertos aconsejaban invertir en dólares. Estados Unidos era la economía más estable que existía. Actualmente y tras los últimos acontecimientos económicos, políticos y sociales, conviene volver a mirar con atención la evolución del precio del oro y considerar este metal como un valor refugio sólido.

Tras el estallido de la crisis, 2015 cerraba con caídas de más del 10%, siguiendo la tendencia negativa que había arrancado los dos años anteriores.

Sin embargo, durante 2016 comenzó a recuperarse. El contexto político convulso, influenciado también por la reciente llegada de Trump a la Casa Blanca y sus políticas rompedoras, han producido que muchos inversores hayan evitado invertir en el mercado de las divisas por miedo a su inestabilidad y apuesten por el oro, como inversión a largo plazo, por la cierta garantía que les ofrece en estos momentos.

Además, no es sólo estratégico. Los números lo dicen. El oro alcanzó máximos en 2016 después del Brexit. En los primeros meses de 2017, en el mercado de Londres ya crecía en un 9,4%, por encima de la revalorización del entero 2016. Según los expertos, este cambio de foco hacia el oro está dejando actualmente ganancias del 13% en fondos de inversión.

Los economistas e inversores definen al oro como el valor seguro cuando nada inspira demasiada confianza, cuando los mercados están sufriendo turbulencias y las decisiones políticas, incluso las más pequeñas, pueden tener consecuencias. Es, probablemente, el momento que estamos viviendo ahora.

Las nuevas tecnologías, además, están permitiendo que particulares puedan seguir diariamente la evolución del precio del oro y estar al corriente de sus fluctuaciones en los mercados.

Para ellos existen diversas fórmulas para entrar en el mercado del oro. Se puede elegir comprar oro físico, - aconsejable para quienes quieren reducir el riesgo -, a través de fondos de inversión, a través de fondos cotizados en bolsa (ETFs) o certificados y warrants.

El oro siempre ha jugado un papel importante en la historia de nuestras sociedades y lo que actualmente entendemos como patrón oro se configuraba como moneda. Desde épocas remotas, en el año 2.5000 a. C. con la civilización mesopotámica, ya se utilizaban los metales como fórmulas para cambiar mercancías, entonces era la plata.

La moneda, inicia años más tarde, en el 600 a. C. en Lidia, China e India, como resultante de realizar marcas identificativas en pequeños trozos de metal.

Momentos de la Historia, como el descubrimiento de América o la fiebre del oro en Estados Unidos dieron cada vez más protagonismo a este metal precioso, hasta que en el siglo XIX el Parlamento británico aprobó lo que se conoce como la Resumption Act, por la que se equivalía la moneda con el oro a un precio fijo.

Más adelante, también países como Alemania, Japón y luego Estados Unidos asumieron el patrón oro que se estabilizó comúnmente en la Conferencia de Génova en 1922. Si bien ha ocupado distintos papeles a lo largo de la Historia, este metal amarillo siempre ha sido un elemento de consenso que se ha puesto en valor en los intercambios comerciales de distintos países a lo largo de miles de años.

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