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La deflación golpea China y hace saltar las alarmas

China se enfrenta a semanas complicadas. Tras la histórica caída del gigante Evergrande, los asiáticos afrontan datos negativos sobre el índice de precios de consumo, que sigue en caída libre y marcando un nuevo récord en enero. El peligro de la deflación La deflación, -según el FMI- es un descenso generalizado de los precios al menos durante dos semestres, motivado por una bajada de la demanda y un exceso de las capacidades de producción. Los indicadores económicos de China llevan un tiempo augurando nubes negras, pero de momento, Pekín sigue creciendo a un ritmo relativamente estable, en especial al comparar su situación con las economías europeas. En concreto, el PIB del gigante asiático creció un 5,2% en 2023, aunque el crecimiento empieza a decaer, en especial al cruzar los datos con otros años. En 2021, por ejemplo, el producto interior bruto chino creció un 8,3%. Inflación en la República Popular China, 2023. Nótese la deflación continuada desde septiembre Gráfico: elaboración propia; datos del Banco Mundial Preocupa, por ende, que el índice de precios al consumidor lleve cuatro meses consecutivos cayendo. En enero, los precios han caído un 0,5%, hasta situarse en un -0,8%, lo que supone un récord interanual, además de dejar el IPC en la cifra más baja desde julio de 2009. En ese momento, la inflación se situó en un -1,8%. Y preocupa también que esta caída ya no se deba a las consecuencias de la pandemia. En 2020, el IPC chino sufrió varios batacazos importantes, cayendo desde el 5,4% en enero de 2020 al 2,4% en mayo. Y cuando parecía que el consumo se reactivaba de nuevo (el IPC ascendió hasta el 2,7% en julio), los precios volvieron a desplomarse hasta llegar al -0,5% en noviembre de 2020. Tras el fin de la…