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Flexibilidad

La flexibilidad da forma al turismo del futuro

La pandemia ha cambiado la forma en la que viajamos. Es imposible predecir con certeza qué sucederá y cuándo, y resulta arriesgado hacer previsiones porque la incertidumbre sigue siendo el actor principal después de más de un año del estallido de la crisis sanitaria. Empezamos a ver la luz al final del túnel con los ritmos de vacunación. Sin embargo, el posible fin de la pandemia no ocurrirá al mismo tiempo que la recuperación económica y social. Y más, en sectores como el turismo, que dependen directamente de la movilidad, de la circulación y del contacto humano. La industria turística cerró el año 2020 con las peores cifras en décadas, un dato alarmante teniendo en cuenta que llegó a suponer el 12% del PIB en 2019. Los meses de confinamiento y el Estado de Alarma han sido un choque del que costará recuperarse. La situación ha cambiado y nosotros también. Los hábitos de viaje han sufrido una transformación, al igual que la actitud de los españoles a viajar a otros destinos. El 57% prevé dedicar menos presupuesto a los viajes en los próximos meses de 2021 y el 51% admite que variará los viajes de verano que antes realizaba habitualmente, como constatan los resultados de Accenture. Existe un cambio de tendencia y surgen nuevos modelos de negocio en grupos como el hotelero que buscan fuentes de ingresos alternativos. De hecho, el 76% de los españoles busca un “tercer espacio” para trabajar, fuera de su casa o su lugar de oficio, porque tienen una mayor sensación de seguridad en ellos. Los hoteles ven este mercado incipiente como una oportunidad para diversificar sus fuentes de ingresos. Las comunidades más dependientes España se alimenta del turismo. Tanto es así, que el estudio de McKinsey “El sector turístico de España no se puede dar…
Según un informe sobre flexibilidad y competitividad empresarial realizado por Adecco y Cuatrecasas, el 74% de compañías ve inviable la jornada laboral de cuatro días. Otro 14% sí lo ve factible siempre que el salario sea proporcional al tiempo trabajado. Por su parte, un 12% de las empresas considera que podría lograr la jornada laboral de cuatro días incluso manteniendo el nivel salarial actual de sus trabajadores. Entre las principales razones para no ver viable la implantación de la jornada de cuatro días, el 52% asegura no tener margen de productividad para armonizar una jornada más reducida a la semana y un 42% dice que no dispone de margen de beneficio para mantener el nivel salarial con una jornada menor. Por su parte, un 22% ve un "hándicap" adicional el no disponer de procesos automatizados o automatizables que permitan amortizar esa reducción y, por último, un 7% afirma que la jornada de cuatro días no es sostenible por razones de seguridad y salud de los trabajadores. El 38% de las compañías españolas entiende ya la flexibilidad como parte de su plan estratégico de futuro, aunque un 21% de ellas lo ve solo como una herramienta para gestionar la crisis derivada de la pandemia y la situación de emergencia sanitaria. Dentro de las medidas de flexibilidad interna que las empresas tienen a su disposición, los horarios flexibles y el teletrabajo son las mejor valoradas. Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), por su parte, se califican con una media de 4,6 puntos, mientras que las vacaciones o el uso de permisos cuentan con 6,7 puntos. Más de la mitad de las empresas tiene un sistema de horario flexible. De hecho, un 23% tiene un horario con márgenes para entrada y salida. No obstante, el 18% no tiene ninguna modalidad instaurada…