Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

opinion

Desglobalización, la nueva realidad 

Por José Francisco Rodríguez, presidente de Capital Desglobalización, la nueva realidad  José Francisco Rodríguez, presidente de Capital Las interrupciones que se están produciendo en las cadenas de suministro durante estos dos últimos años están provocando un replanteamiento estratégico de las empresas de cara a asegurar un mayor control, no solo de la producción, sino de la disponibilidad en los diferentes mercados. Esto pone de manifiesto la gran dependencia que tienen, especialmente las economías occidentales, del proceso de deslocalización que durante años ha permitido el despegue económico.  Y no solo de Europa, ya que, de manera directa, también ha contribuido al impulso económico de una serie de economías emergentes y de países como China, lo que ha redefinido el contexto geoeconómico mundial. La reciente pandemia y la invasión rusa de Ucrania no hacen más que certificar que algo está cambiando y hay una mayor necesidad de desarrollar un nuevo marco económico para las empresas.   Los potenciales riesgos ya no se ciñen exclusivamente a la situación que estamos viviendo en la actualidad, cada día vemos como nuevas alertas ponen de manifiesto que resulta imprescindible reformular el concepto de globalización. Las condiciones de escasez que vivimos nos obligan a la eliminación de obstáculos en el comercio y a desarrollar un marco monetario y fiscal estable y de aplicación internacional.   La inflación, cuya evolución nadie es capaz de vaticinar, se hace cada día más evidente y sus costes económicos y políticos hacen imprescindible buscar formas de aliviar las presiones inflacionistas aprovechando también las oportunidades de esta situación basadas en el potencial de las tecnologías, accesos a nuevas geografías y mercados y por supuesto, un concepto que me parece central, como son los valores sociales, que se han puesto más en evidencia en esta injusta guerra.   La desglobalización puede beneficiar el desarrollo de mercados nacionales…
El build to rent no es un alquiler cualquiera, es una gestión profesionalizada en la que se tiene un profundo conocimiento de las necesidades de las personas que van a residir en el inmueble  Por Covadonga Sanz, directora de gestión de activos en el sur de Europa de Greystar El build to rent se ha consolidado en la actualidad como uno de los sectores inmobiliarios más atractivo para los inversores. En este sentido, la vivienda ha demostrado ser uno de los activos más resilientes a la crisis, captando la atención de inversores tradicionalmente enfocados en activos terciarios.  El creciente interés por este segmento encuentra sus raíces en los cambios de hábitos y demográficos que hemos experimentado en los últimos años, y que se han visto acentuados durante la pandemia. La sociedad está cambiando su escala de valores y ello se refleja en la concepción que se tiene sobre la vivienda.   La cultura de la propiedad, tan arraigada en la sociedad española en las últimas décadas, ha dado paso a la fuerte demanda de vivienda de alquiler. Un cambio de tendencia que seguirá al alza en los próximos años, según apuntan las previsiones, y que encuentra también su explicación en las barreras de acceso a la compra de una vivienda, especialmente para los más jóvenes.   Además, la flexibilidad que brindan estos alojamientos, tanto en el proceso de contratación, rápido, sencillo y transparente, como en la amplia oferta de servicios, convierte al build to rent en un producto de valor añadido frente al alquiler convencional.   Se da, por tanto, una combinación de factores socioeconómicos que seguirá incrementando en los próximos años el número de personas que optarán por el alquiler residencial en detrimento de la compra de una vivienda y, con ello, la inversión en este mercado.   En un contexto de oferta…
"Regreso al futuro ¿o al pasado?", por José Francisco Rodríguez, presidente de Capital José Francisco Rodríguez, presidente de Capital El nuevo escenario geoeconómico al que nos enfrentamos nos obliga a afirmar que los invasores siempre pierden. Ponen en evidencia su mediocridad y, sobre todo, la falta de perspectiva histórica, ignorando las nuevas realidades de la sociedad mundial actual. Pensar que la forma de generar riqueza es invadir un país es de una necedad extrema y de una crueldad social sin adjetivos.   Europa no tiene alternativas y, lo que es más importante, ya no tiene excusas, ya que la invasión de Ucrania y la pandemia de la Covid-19 ponen de manifiesto que la Unión Europea tiene que afrontar, de manera urgente, una serie de redefiniciones estratégicas relacionadas con la palabra dependencia. Dependencia energética, dependencia logística y de producción, dependencia en innovación y, sobre todo, recuperar el papel de Europa como catalizador de los valores de una sociedad moderna y próspera.  En España, como ya estamos acostumbrados, hemos vuelto a asistir a lo que denominamos como el efecto “foto”, que se traduce en buscar siempre un responsable ajeno para culparle de la situación económica. Llevamos ya más de dos años con una política propia de gestores con escasa experiencia. Siendo cierto que el entorno internacional es responsable del encarecimiento de costes energéticos y de las materias primas, esto no justifican la razón por la que los indicadores españoles son peores que otros países europeos.  Es ya muy obvio que España se encuentro en los últimos puestos en la comparativa internacional de gasto público, concretamente en el puesto 29 de las 37 grandes economías, con el riesgo de que los gastos improductivos en las administraciones se acaben convirtiendo en estructurales (recordemos la fiebre del Plan E, que no dejó más que costes fijos). …
"Por qué la Inteligencia Competitiva lleva a ganar partidos", por Isabel Aizpún, consultora de comunicación, José Rosiñol, director de Estrategia, y Hugo Zunzarren, analista de Inteligencia Competitiva Hugo Zunzarren Resumir claramente qué aporta la Inteligencia Empresarial o Inteligencia Competitiva puede ser muy largo y complejo. O muy breve. En realidad, se trata de explicar por qué la empresa podrá competir de forma más segura al estar mejor informada. Se trata de contestar a una pregunta demasiado habitual: ¿eso para qué sirve? Obviando que es una disciplina más conocida y utilizada en otros países, se trata de la herramienta que permite a las organizaciones y empresas ser más competitivas, diseñar la mejor estrategia para diferenciarse y ganar en la carrera. También permite encarar aquellos riesgos no financieros que afectan cada día con mayor intensidad a empresas y organizaciones. En definitiva, permite algo fundamental: anticiparse. Simplificando mucho, es una metodología que permite a las empresas recopilar, organizar, analizar y distribuir la información necesaria para ser competitivos en los diferentes mercados. Sabemos que la información es valor, es imprescindible, pero ¿cómo la recopilamos y la analizamos correctamente? ¿Sabemos sacar las conclusiones adecuadas de los enormes volúmenes de información? Cuando se prepara una externalización, se tantean otros mercados; se está alerta sobre lo que prepara la competencia o sobre posibles crisis en el mercado; el analista detecta y elabora información sobre oportunidades corporativas; valoraciones del servicio; posibles fusiones; proyectos de ley que modifican la normativa para adecuarla a su favor; fugas de información; nuevos registros; patentes y/o marcas; procesos de deslocalización de la competencia; fugas de talento en empresas del sector… Esta disciplina se convierte en una herramienta imprescindible para monitorizar los datos abiertos con las metodologías, la tecnología y la experiencia del analista de inteligencia, con el objetivo de diseñar la estrategia acorde…
Massimo Marsili, director general de XPO Logistics en la región sur de Europa (España, Portugal e Italia) y Marruecos  El avance del eCommerce ha representado un antes y un después para la logística y el transporte en España. Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la facturación del comercio electrónico en España alcanzó los 13.600 millones de euros en el segundo trimestre de 2021, un 13,7% más que el año anterior. Y algunos de los estudios más recientes, como el de OC&C Strategy Consultants, predicen que el eCommerce aumentará un 15% en 2025 y, para entonces, ya representará entre el 40% y el 50% del gasto de los consumidores.  El cambio en los hábitos de consumo de los españoles y la dinamización de ciertos sectores de la economía, de la mano del crecimiento del comercio electrónico, como el retail o aquellos vinculados al DIY, es ya una realidad. Esta evolución del eCommerce también ha requerido soluciones de gran valor añadido, como por ejemplo las entregas de última milla de productos voluminosos. En este sentido, en los momentos más álgidos de la pandemia llegamos a hacer una media de 4.500 entregas domiciliarias diarias con el servicio Last Mile, derivando en un crecimiento del 70% en el último año de este negocio en la Península Ibérica.  Massimo Marsili, director general de XPO Logistics en la región sur de Europa (España, Portugal e Italia) y Marruecos  Prevemos que esta es una tendencia al alza, y a corto plazo el crecimiento del eCommerce en nuestro país va a ser aún más pronunciado de lo que ha sido hasta ahora. De hecho, el comercio electrónico español incorporó unos 2,3 millones de nuevos compradores solo en 2020, según un informe del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (Ontsi). Unas cifras nunca…
Macarena Estévez, Divulgadora - Linkedin Top 2020, aproxima a Capital las posibilidades de Metaverso: “Estamos ante un nuevo mundo con su propia economía paralela en el que faltan por definir temas como la regulación o la ética”  Al cabo del día, vamos y venimos a internet con diversos propósitos, usando diferentes dispositivos y estando en lugares distintos. Dentro de unos años, seguiremos haciendo esto mismo, pero en lugar de hacerlo en las dos dimensiones actuales que han caracterizado tanto la web como la web2, será en un mundo tridimensional. Esta será una de las características de la web3 y que es la base sobre la que se levanta el metaverso.  Por tanto, podremos llegar a casa, merendar, ponernos las gafas de realidad virtual y entrar en el metaverso de Meta para estar un rato con los amigos, en un entorno virtual que nos apetezca, que podría ser un bosque de árboles de color azul, o el mismísima Marte. Dependerá de las experiencias que Meta haya diseñado para nosotros.  Quizás la situación sea otra. Por ejemplo, una reunión de trabajo en la que varios de mis compañeros me ayudan a pensar sobre una visión tridimensional en realidad aumentada de los últimos componentes fabricados en la empresa. En este caso, tendremos que llevar unas gafas de realidad aumentada, distintas de las de realidad virtual.   Podríamos imaginar un sinfín de situaciones que, de una u otra manera, ponen de manifiesto que el metaverso nos va a llevar a nuevas maneras de experimentar la vida. No es algo que vaya a anular nuestra existencia física, sino que la va a enriquecer.   Para que el metaverso sea realmente la nueva versión de internet, debería ser, como éste, un conjunto descentralizado de redes de comunicaciones interconectadas con una familia común de protocolos que garantice que las…
Por Borja Carrascosa, director de Capital El camino florido y hermoso por el que hasta ahora ha transitado el modelo de financiación del gasto público del Estado empieza a mostrar zarzas en los arcenes. Las flores, que ahora comienzan a pinchar, han sido esos billetes de euro regalados por el Banco Central Europeo (BCE) a los países desde hace muchos años. Primero, para salvaguardar la estabilidad de la moneda única (2012), y, después, para frenar el impacto de la Covid-19 (2020). El aumento disparatado de los precios, prácticamente a todos los niveles, ya pone fecha límite a esta anestesia descontrolada y obliga a hacer una reflexión sobre el futuro de la deuda que España tiene en circulación.  El Gobierno aplaude que la ratio de deuda pública sobre PIB cerrara 2021 en el 118,7% del PIB, por debajo de su “objetivo” del 119,5%. En términos brutos, mientras la economía española registró un incremento del 5%, inferior al optimista 7% calculado por el Ejecutivo, el endeudamiento de la Administración arrojó un alza del 6%, un punto más, lo que se tradujo en 81.979 millones de euros más de pasivo. Ya son 1,43 billones, y este año se rebasará la cifra de 1,5 billones, ya que el apalancamiento de España crece a un ritmo muy superior a la capacidad de generar riqueza en el país.  En esencia, está disparado porque los distintos Ejecutivos de ambos colores políticos se han negado a poner coto al gasto público improductivo. Los recortes quitan votos, ya que la gran mayoría de la población, inconsciente, prefiere votar a un partido que promete que va a gastar más que a otro que prefiere apostar por la sostenibilidad. Esta palabra, tan de moda en la actividad empresarial, no se puede aplicar a la Administración. Pero la deuda hay que pagarla…
El profesor Marcel Planellas expone en Capital un dilema implantado en las empresas en los últimos tiempos: apostar por la innovación o morir Por Marcel Planellas, profesor del Departamento de Dirección General y Estrategia de Esade Business School y autor de 'El Libro Rojo de la Innovación' (Conecta, 2021).  Hoy casi nadie niega que la innovación es importante para la vida de la empresa. Se entiende que se producen cambios a todos los niveles y que las empresas también tienen que innovar. Si se analizan los discursos de los altos directivos, seguro que el compromiso con la innovación aparece citado varias veces. Más del 80% de ellos dicen que la innovación es importante para el crecimiento. Y los más radicales hablan de un dilema vital: innovar o morir.  Sin ser tan dramáticos, podemos decir que la innovación se ha vuelto cada vez más importante para las empresas. Pero una primera paradoja es el poco tiempo y los pocos recursos que a ella destinan las empresas. Se reconoce que es importante, pero se dedica poco tiempo a pensar cómo innovar. Solo la mitad de las empresas afirma que realiza alguna actividad de innovación. La mayoría de las energías y los recursos se concentran en la gestión del día a día. Parece como si la gestión diaria fuese incompatible con la búsqueda de la innovación.  Una segunda paradoja es que las empresas que intentan innovar están muy descontentas con los resultados obtenidos. Según diversos estudios, cerca del 95% de los empresarios y directivos se muestran insatisfechos con los resultados de la innovación. Se trata de una inversión con resultados inciertos, difícil de predecir y de planificar. Normalmente se generan grandes expectativas y esto hace que los fracasos sean más dolorosos. Innovar no es fácil. Los directivos y empresarios se sienten más seguros explotando los éxitos obtenidos que buscando nuevas innovaciones.  Y una tercera paradoja, quizá…
Juan Ramón Rallo analiza cómo ha afectado la inflación en el pasado año al mundo y cómo puede seguir haciéndolo de seguir en estos niveles Por Juan Ramón Rallo, Doctor en Economía. Profesor en la Universidad Francisco Marroquín, en el centro de estudios OMMA, en IE University y en IE Business School  La inflación parece estar de vuelta. En EEUU ha superado el 6% y en España el 5%. No es, además, un fenómeno exclusivo de estos dos países: la mayor parte de Europa –incluyendo a Alemania– se ve aquejada por esas mismas dolencias, e incluso China, donde, de momento, los indicadores de alza de precios se mantienen contenidos, está empezando a observar con preocupación la evolución de sus precios industriales. La situación resulta tanto más llamativa habida cuenta de que el problema al que se enfrentaban las principales economías mundiales hace apenas unos años era justo el opuesto, a saber, el de la deflación. ¿Qué es lo que ha cambiado tanto en tan poco tiempo?  La explicación oficial nos remite a la existencia de cuellos de botella transitorios derivados de la recuperación post-pandemia. Y algo de cierto hay en esta explicación, pero también deberíamos ser conscientes de hasta qué punto resulta incompleta. ¿Existen cuellos de botella que están tensionando al alza los precios de muchos inputs y, por mera traslación de los costes a los precios finales, también de muchos outputs? Sí. En 2020 hubo una caída de la inversión de capital en prácticamente todos los sectores de la economía y, a su vez, muchos trabajadores experimentaron una reducción en el número de horas que trabajaban, todo lo cual mermó la capacidad productiva de muchas industrias. O, mejor dicho, no la incrementó al ritmo que se habría incrementado durante un año normal.   No obstante, los problemas desde el lado de la oferta no pueden explicarlo todo, puesto que la…
Los ataques digitales cada vez son más habituales a lo largo y ancho del mundo. Por eso los ciberseguros se han convertido en una opción muy solicitada por las empresas para mantenerse seguros Por Mauricio Fernández, editor de Escudo Digital Hace pocas fechas tuvimos noticias de una operación que, por primera vez en mucho tiempo, cambiaba las tornas en la lucha contra los ciberataques. Es más, devolvía cierta lógica en una batalla en la que hemos empezado a ver normal que los grupos de ciberdelincuentes sigan haciéndose con suculentos botines de todo tipo de empresas y organizaciones a los que hackean. Esta vez se dio el caso contrario, ya que una operación de varios gobiernos internacionales, encabezada por el FBI, consiguió hackear al grupo de ransomware REvil. Éste fue el responsable de provocar el cierre de todas las plantas de carne de vacuno en Estados Unidos, Australia y Canadá de JBS, la mayor productora de carne a nivel mundial, o de dejar sin servicio a más de 1.000 empresas en todo el mundo con su ataque contra Kaseya.  Y es que parece que los gobiernos se están poniendo las pilas visto el aumento de ciberataques a lo largo y ancho del mundo, cada vez más sofisticados y peligrosos, que atentan contra todo tipo de objetivos, desde lúdicos hasta los más estratégicos. De hecho, también en recientes fechas hemos visto cómo EE.UU. ha reunido a una treintena de países en la I Cumbre de la Ciberseguridad para fijar una estrategia común. Y aunque en esta lista de países se encuentran nuestros vecinos franceses, italianos o alemanes, por alguna razón que podemos intuir y que tiene que ver con la poca simpatía que provoca el gobierno de Pedro Sánchez, a España la han dejado fuera.   El caso es que mientras las naciones tratan de recuperar cierto terreno en una guerra en la que aún están en inferioridad respecto a los grandes grupos de ciberdelincuentes -no olvidemos que muchos se esconden bajo el ala de ciertos Estados-, los ciberataques siguen castigando duramente a corporaciones de todo el mundo. Las…