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reforma de las pensiones

El Congreso aprueba volver a revalorizar las pensiones con el IPC y subir cotizaciones sociales

El Gobierno deroga la reforma de 2013 y aumenta los impuestos al empleo para recuperar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social El Pleno del Congreso ha aprobado este jueves la primera parte de la reforma de pensiones que plantea el Gobierno, derogando los elementos centrales diseñados por el PP en 2013 e imponiendo la vuelta al IPC como referencia para revalorizar las prestaciones y el fin del factor de sostenibilidad, que no ha llegado a entrar en vigor, informa Europa Press. El proyecto de ley ha sido aprobado con los votos del PSOE, Unidas Podemos, Esquerra Republicana, el PNV, el PDeCAT, Junts, Más País-Equo, Compromis, Nueva Canarias, Teruel Existe y el PRC. El PP, Vox, Ciudadanos, la CUP, UPN, Coalición Canaria, Foro Asturias y el BNG han votado en contra, mientras que EH-Bildu se ha abstenido. A partir de ahora, la reforma pasa a tramitarse en el Senado, donde deberá completar su tramitación y, en caso de sufrir variaciones, estos cambios deberán volver a ser votados de nuevo en el Congreso, que tiene la última palabra. Subida de 0,6 puntos para rellenar la "hucha de las pensiones" Para compensar la derogación del factor de sostenibilidad, que recortaba la cuantía inicial de la pensión en función del aumento de la esperanza de vida, la reforma contempla aumentar 0,6 puntos las cotizaciones durante diez años, entre 2023 y 2032, para llenar la 'hucha' de las pensiones y afrontar la jubilación de los "baby boomers". Bautizado como mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), este recurso se ha incorporado en la tramitación en el Congreso de la reforma, tras el acuerdo alcanzado hace unas semanas por el Ejecutivo con los sindicatos CCOO y UGT, con el rechazo de la patronal (CEOE). Sin ese mecanismo, la reforma llegó a las Cortes el pasado verano…
Remite al Congreso la norma que suprime el límite del 0,25% a la subida interanual de las prestaciones y su factor de sostenibilidad El Gobierno ha aprobado este martes en Consejo de Ministros el proyecto de ley con el primer bloque de medidas dirigidas a reformar el sistema público de pensiones, que pasa así al Congreso con el objetivo del Ejecutivo de poder tener en vigor estas medidas antes de fin de año, según informa Europa Press. Y es que, tal y como ha recordado la portavoz del Gobierno en rueda de prensa, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, estas reformas forman parte de los compromisos adquiridos por el Estado con la Comisión Europea en el marco del programa de recepción de fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La norma suprime los aspectos más polémicos de la reforma aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2013: el índice de revalorización de las pensiones (IRP), que limitaba su subida anual a un 0,25% en situaciones de déficit, y el llamado factor de sostenibilidad de la Seguridad Social, que será reemplazado por un nuevo mecanismo de equidad intergeneracional. Casi un año de negociaciones "Es una razón de justicia tras una década de incertidumbre", ha defendido Rodríguez, que cree que la reforma "recupera el consenso y el diálogo social en el marco del Pacto de Toledo" y supone "recuperar el valor de lo público y la tranquilidad de los pensionistas de hoy y de los de mañana". Las medidas son fruto del acuerdo del Gobierno con los sindicatos CCOO y UGT y las patronales CEOE y Cepyme, a partir de las nuevas recomendaciones del Pacto de Toledo aprobadas el pasado otoño por el Congreso. La nueva norma fija un nuevo marco de revalorización, que…
—¿Por qué está siendo tan dura la crisis? — Íñigo Sagardoy (IS): Está siendo una crisis muy a la española. El impacto en el empleo es tan espectacular y abrupto que llama mucho la atención fuera del país. La brusquedad de la caída se ha debido a que la legislación laboral no estaba adaptada a una situación de crisis. Empresas con grandes pérdidas seguían subiendo los salarios un 4% o un 5% en 2009, 2010 y 2011. Eso no pasaba en otros países que tenían descensos del PIB iguales o mayores que España. —¿Hasta qué punto supone un cambio cultural? —IS: El cambio es muy profundo. No solo requiere un cambio normativo: hace falta que se traslade a los sindicatos, empresarios, jueces… Lleva tiempo. Lo iremos viendo, pero hay situaciones en las que ya se actúa de modo diferente. Los sindicatos plantean alternativas distintas a la extinción de contratos. La reforma laboral va dando frutos antes de lo que pensábamos. Ha paralizado la destrucción de empleo. Los empresarios están adoptando medidas para sobrevivir. Antes no podían hacerlo. —¿Qué hubiera pasado si no hubiera habido reforma? —Juan Antonio Sagardoy (JAS): A mí me gusta mucho emplear símiles médicos. Y la reforma laboral tiene mucho de cirugía. Es una cirugía que a nadie le gusta, y que tiene efectos dolorosos. Dicho esto, cualquier persona que se somete a una cirugía necesita un tiempo de recuperación. Tras una operación quirúrgica, no te vas de copas enseguida. Si aquí hubiera seguido la legislación laboral triunfalista y generosa, hubiéramos ido al desastre. La reforma ha propiciado empresas más competitivas, que luchan en mejores condiciones en este mundo global. Siempre hay que mantener unos estándares y niveles de protección dignos. No hay que ir a salarios indonesios. Se trata de tener unas condiciones laborales parecidas a…