La concejala de Ciudad Bella, Gala Pin, ha anunciado el cierre temporal por sanción (semanas o meses) de tres restaurantes y clubes del llamado Frente Marítimo de la Playa de la Barceloneta y la despedida definitiva del ocio nocturno en la zona, fruto del final de las concesiones el próximo mes de junio. La idea es que las cuatro discotecas del paseo Marítimo pasen a usos relacionados con la ciencia.
La próxima semana hay una reunión prevista con representantes de los empresarios, de Patrimonio y del Ministerio de Hacienda, que técnicamente tutela esos pactos y usos. Sí es cierto que se ultima traspasar la titularidad de algunos equipamientos, zonas viarias y verdes, pero está por decidir el uso de las "unidades económicas", aseguran desde el Gobierno central. Añaden que ha de ser una decisión consensuada y que tenga en cuenta a todas las partes.
El peso de estos operadores es notable, a tenor de que entre Opium Mar, Carpe Diem, Shôko, Pacha Barcelona, Bestial, Agua e Ice Bar facturan unos 60 millones de euros al año, suponen unos 700 empleos directos y otro tanto indirectos, entre subcontrataciones y demás.
En el otro lado de la balanza están las quejas de vecinos de la Barceloneta y la Vila Olímpica, no por ruidos dada la distancia que los separa, sino por el incivismo del que hacen gala muchos noctámbulos cuando se dirigen a las estaciones de metro de la zona y vomitan u orinan en la calle, casi siempre sin presencia policial.
La habitual ausencia de los Mozos de Escuadra y de la Guardia Urbana en la zona llevó a los concesionarios a contratar vigilancia privada también fuera de los locales, para evitar los robos de ladrones relojes y móviles que acuden de madrugada a merodear por este eje, donde saben que suelen cenar o divertirse turistas de alto poder adquisitivo.