La Cumbre de Acción Climática, organizada en la sede de Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos), movilizará mañana, lunes, a casi una cuarta parte del Gobierno de España, pues contará con la participación de Pedro Sánchez y tres de sus ministros.
El objetivo de la cumbre, convocada por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, es fortalecer los compromisos nacionales en materia de clima y garantizar que los líderes mundiales presentan planes de acción tangibles por la acción climática más allá de los discursos.
Allí estarán el líder del Ejecutivo junto al ministro de Exteriores, Josep Borrell; la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, y la de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
El presidente Sánchez participará en la cumbre y en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) a las 14.30 horas del lunes. Además, intervendrá en la inauguración del evento ‘Climate Week’. Por la tarde está prevista su intervención en el bloque que tratará sobre la acción centrada en la gente.
También tiene previsto acudir, junto a la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, a la reunión de alto nivel sobre Cobertura Sanitaria Universal y, posteriormente, en el Diálogo de Líderes sobre respuestas estratégicas contra las narrativas del terrorismo y el extremismo violento.
Borrell asistirá a la Semana Ministerial de Naciones Unidas y acudirá a una cena sobre Oriente Medio, organizada por la ONU. También intervendrá en un desayuno del Consejo Atlántico, en el Global Forum y en la reunión de la Troika del Grupo Internacional de Contacto para Venezuela y la Comunidad del Caribe (Caricom).
Por su parte, la ministra Teresa Ribera se centrará en la Semana del Clima y en participar en la Cumbre sobre la Acción Climática de la ONU, al igual que su compañera de Sanidad, María Luisa Carcedo.
La cumbre se celebra casi un año después de que el Grupo Intergubernamental de Personas Expertas Sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) subrayara la urgencia de actuar para limitar a 1,5 grados el aumento de las temperaturas globales respecto a la era preindustrial e indicara un plan de rescate. El pasado mes de agosto, otro informe especial del IPCC advirtió de que la temperatura sobre la tierra ya ha aumentado 1,53 grados.
