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Capital Verde

Cara a Cara: Smart Cities con María Valverde, de Nuveen, y Luis Cabrera, de CBRE

Por Redacción Capital

Conectadas, tecnológicas, urbanas y verdes. Así podrían sintetizarse varias de las características que definen cómo son y cómo serán las Smart Cities, un concepto cada vez más incorporado en la sociedad y por el que las empresas y gobiernos apuestan firmemente. Pero, ¿Qué posibilidades ofrecen? Para tener todas las respuestas en Capital hemos puesto Cara a Cara a María Valverde, senior portfolio manager en Nuveen Real Estate, y a Luis Cabrera, director de Energía, Sostenibilidad y Movilidad en CBRE España; dos profesionales y conocedores de la materia que nos aportarán las claves necesarias para profundizar en este término tan relevante como prioritario.

¿Hablar de una Smart City es hablar en futuro o creen que podemos hacerlo en presente?

María Valverde: El concepto Smart City ya se utiliza para catalogar a ciudades como Singapur, Másdar (Dubái), San Francisco o Londres que, a pesar de estar situadas en puntos muy diferentes del planeta, intentan preservar un objetivo común: cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Por tanto, debemos conjugar el tiempo presente cuando hablemos de ellas, no sólo porque ya contamos con ejemplos de metrópolis capaces de aportar soluciones sostenibles de movilidad, salud, seguridad y productividad, sino porque es un imperativo y compromiso ineludible de nuestros gobernantes y del tejido empresarial el frenar, mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, las temibles repercusiones ambientales y socioeconómicas que un crecimiento urbano incontrolado puede provocar.

Luis Cabrera: El concepto de Ciudad Inteligente es muy amplio y no obedece tanto a una línea temporal presente-futuro sino a lo que hace esa ciudad por el bienestar de sus habitantes en cada momento. Hay bastantes ejemplos de ciudades que en el presente (y también en el pasado) funcionan bien independientemente de la carga de tecnología que tengan, que es el concepto que generalmente se asocia a las Smart Cities y por ello con frecuencia se asocian a la ciudad del futuro.

¿Cuál es a su parecer el mayor potencial de las ciudades inteligentes?

M.V.: Su capacidad para dar respuesta a los grandes retos y desafíos que supone un crecimiento inexorable de la población, que además se prevé estará concentrado en su mayoría en centros urbanos. Este modelo de ciudad 4.0 se apoya en la tecnología y en el Big Data para gestionar de forma eficaz y optimizada, tanto los modelos de transporte y comunicación, como los recursos energéticos o hídricos, las soluciones de reciclaje o la automatización y control de edificios y del ordenamiento urbano. Todo ello con el objetivo de reducir las emisiones de gases efecto invernadero y minimizar el derroche de recursos como el agua y la energía. Además, las ciudades inteligentes son más maleables y tienen la capacidad de adaptarse a los cambios de forma casi automática. Incluso a aquellas circunstancias que no podemos ni prever.

L.C.: Las ciudades inteligentes están cada vez más conectadas con los conceptos de sostenibilidad y la tecnología se da por supuesta. El mayor potencial creo que debe asociarse con los mayores estándares de bienestar que proporciona, y en ese sentido aspectos como el transporte, la calidad del aire, integración de espacios verdes, etc. son factores de competitividad entre ellas. El potencial económico de las ciudades está y estará cada vez más asociado a estos aspectos.

¿Qué implica para su empresa el desarrollo de este concepto?

M.V.: Como propietarios y gestores de nuestros centros comerciales tenemos un altísimo nivel de compromiso social y somos muy conscientes del impacto y la responsabilidad que tenemos a la hora de tomar decisiones en nuestros activos. Los profesionales que formamos parte de Nuveen Real Estate hemos interiorizado la digitalización y el uso de tecnología como herramienta imprescindible para alcanzar nuestros objetivos de Responsabilidad Social Corporativa y para establecer nuestros procesos y protocolos. Estos valores forman parte de nuestro trabajo diario y guían nuestro proyecto. Todos podemos aportar algo positivo y generar cambios en lo local para influir globalmente.

L.C.: Desde CBRE estamos trabajando en varios proyectos de escala ciudad, tanto en España como a nivel internacional. Se trabaja con dos escenarios bastante innovadores: por un lado, se deja de tratar los edificios de manera aislada y como meros “contenedores” de personas y vehículos y, por otro lado, se favorece la creación de espacios de interlocución Público/Privado donde abordar la solución a los restos de las ciudades.

¿Cómo ayudan desde sus respectivas empresas en la construcción de las Smart Cities?

M.V.: Este concepto de ciudad ya tiene su reflejo, por ejemplo, en Islazul, uno de nuestros centros comerciales que es un referente en el uso de la tecnología y del Big Data y que gestionamos junto con Cushman & Wakefield. Recientemente hemos implementado nuevo proyecto con una hoja de ruta que impulsa nuevas medidas dentro del marco establecido por la ONU con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y que trata de fijar un modelo responsable de gestión, comprometido con nuestro entorno y con la sociedad. Entre otras muchas medidas, reseñar que acabamos de instalar dos plantas solares fotovoltaicas para autoconsumo en la cubierta del centro comercial, que producirán energía como para poder abastecer a casi 700 viviendas unifamiliares al año. A esto hay que sumarle el recién obtenido Certificado ISO 14.064: Huella de Carbono, que otorga a Islazul el sello de centro eficiente. Todo este esfuerzo se ha visto reflejado en el certificado de Eficiencia y Gestión energética. En definitiva, estamos muy integrados en el entorno urbano, tenemos la convicción de que podemos aportar mucho a la comunidad, y trabajamos muy de la mano con el Ayuntamiento de Madrid y asociaciones locales y vecinales.

L.C.: En nuestro caso trabajamos mucho con el concepto de “ciudad de los 15 minutos”, donde tratamos de facilitar el impacto que tiene acercar entre sí los espacios más importantes para el día a día de las personas, como su vivienda, trabajo, ocio, colegios, etc. Este planeamiento tiene una repercusión muy positiva en la vida de las personas y su percepción de la ciudad donde viven. Para ello la tecnología es clave, tanto en el análisis de las necesidades como en aspectos clave como el transporte.

¿Cuáles son a su parecer los grandes desafíos de las urbes en materia de sostenibilidad?

 M.V.: Podríamos resumirlos en tres: disminuir el consumo energético, reducir las emisiones de CO2 y preservar la calidad de vida y salud de los ciudadanos y, para ello, debemos alentar una legislación acorde que fomente y proteja la implantación, en todos los ámbitos, de soluciones eficientes y ecológicas. Pero también es importante incrementar el grado de concienciación de todos los agentes sociales, incluido el ciudadano, para que, entre todos, seamos capaces de impulsar un modelo de ciudad saludable y sostenible, mejorando nuestra calidad de vida.

L.C.: Hay varios y todos se hablan entre sí. Por un lado, cómo las ciudades deben crecer de manera sostenible en un contexto de reducción y neutralidad de emisiones de Carbono. Y también los aspectos de calidad de aire que en general están bastante olvidados en las ciudades españolas. Por último, cada vez tienen más importancia la integración de la naturaleza en las propias ciudades y cómo las zonas verdes le tienen que ganar espacio a los vehículos en aras del bienestar de las personas.

¿Cree que este 2021 será a su cierre un punto de inflexión en la concienciación y en el desarrollo de las ciudades inteligentes?

M.V.: No creo que haya una barrera temporal que marque el antes y el después, este es un proceso continuado en el tiempo que irá de menos a más hasta que evolucione por sí mismo. Creo que se está desarrollando desde la concienciación y el compromiso, pero tenemos que seguir trabajando al unísono, particulares, empresas, entidades públicas y privadas.

L.C.: Claramente sí. La regulación europea está impulsando numerosas normativas que tienen importancia en la manera en la que nos relacionamos con las ciudades, sobre todo en lo comentado acerca del Cambio Climático y calidad de aire. La tecnología que afortunadamente tenemos disponible es una herramienta al servicio de esos objetivos de escala ciudad y que se trabajan internacionalmente.

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