En pleno corazón de Venecia, accediendo desde el Gran Canal frente a la majestuosa Santa Maria della Salute y a pocos pasos de la Piazza San Marco y del Teatro La Fenice, se esconde el imponente hotel Gritti Palace. Este palacio del siglo XV reconvertido en hotel de lujo supone un tesoro en el que el patrimonio y la cultura se entremezclan con un estilo veneciano renovado.
Desde su última restauración en 2013 (cuyo coste superó los 35 millones de euros), este epítome del lujo cuenta con 61 lujosas habitaciones y 21 suites en las que se ha cuidado hasta el mínimo detalle con la incorporación de muebles a mano de los inicios del palacio y piezas de arte únicas.
La vida en Palacio
Cada habitación del hotel ha sido diseñada siguiendo el estilo clásico veneciano para conseguir mantener la esencia palaciega del siglo XV, pero adaptado al siglo XXI. Las suites cuentan con un diseño interior exclusivo inspirado en personalidades de renombre, como Ernest Hemingway, Somerset Maugham y Peggy Guggenheim, que han dejado su huella imborrable en el hotel y la ciudad, o referencias a lugares emblemáticos como Punta della Dogana que representan las raíces culturales y artísticas de Venecia y el Palacio Gritti.
Cada habitación está decorada con ricos colores del Renacimiento italiano, incluyendo tapices y terciopelos venecianos, muebles únicos de estilo de gran calidad, piezas de cristal de Murano y un sinfín de detalles que convierten cada habitación en una estancia digna de reyes.
La joya de la corona es la suite Redentore Terrazza de dos pisos repartidos en 76 metros cuadrados con sala de recepción, un espacioso dormitorio, salón con comedor y una espectacular terraza en la azotea de 250 metros cuadrados, con una piscina de hidromasaje y, sobre todo, unas vistas panorámicas únicas de la laguna y la ciudad.
Unas vistas de ensueño
La terraza del hotel supone uno de los lugares más populares del ciudad gracias a sus formidables vistas. Con la basílica de Santa Maria della Salute en su frente, esta terraza a orillas del canal permite disfrutar de un almuerzo o copa en un ambiente único arropados por el gran canal y sus famosas góndolas.
Para completar la experiencia, desde el mismo muelle los huéspedes puedes disfrutar de un paseo exclusivo en le yate Riva. La forma definitiva de experimentar los secretos de la laguna de Venecia en una lancha privada emblema de la elegancia.
Comida de reyes
Para los paladares más finos, el hotel cuenta con la escuela Epicúreos Gritti. Una cocina abierta informal de estilo campestre, que ha acogido catas de vino, cocina talleres y celebraciones desde 1975. La escuela supone un lugar de referencia en la ciudad para todos los amantes de la gastronomía tradicional veneciana.
Completando la oferta gastronómica, el hotel cuenta con el Club del Dogo. Un restaurante gourmet en el que se rinde homenaje a la tradiciones culinarias venecianas, con el sello de la cocina de autor.
Además, para disfrutar de un buen cóctel en un lugar anclado en el tiempo, dentro del hotel se encuentra el Riva Longhi Bar. Con sus espejos venecianos exquisitamente grabados y pinturas del siglo XVIII, este bar supone un enclave único para disfrutar de la noche veneciana con una buena copa Bellini, Negroni y Martini en la mano.
Disfrutar de la laguna de Venecia es un privilegio. Poder hacerlo en febrero sumergido en uno de los carnavales más reconocidos a nivel mundial, eleva el viaje a una experiencia única. Y, si además uno puede hospedarse en el Gritti Palace, el viaje alcanza un nivel de majestuosidad inigualable.
