Formar parte de una familia con un negocio de éxito no garantiza un camino de rosas, más bien se abre la veda para la guerra. Como son los sonoros casos de estas dos empresas españolas malavenidas.
En nuestro país hay empresas de peso y renombre con un legado familiar por detrás que avalan su trayectoria. Sin embargo, no todas las relaciones entre padres e hijos son perfectas, incluso en el mundo empresarial. En España, hay varias empresas familiares que han experimentado conflictos entre padres e hijos, lo que ha llevado a tensiones y problemas en la empresa.
Eulen – Vega Sicilia
Una de ellas es Eulen, una empresa de servicios de limpieza y seguridad con sede en Madrid. Su historia es una de las más conocidas en el mundo empresarial español por sus desavenencias. La entidad fue fundada en 1962 por David Álvarez Díaz, quien la convirtió en una empresa líder en el sector de los servicios de limpieza y seguridad en España.
Antes de su defunción, el fundador había cedido a sus hijos el control de El Enebro, la sociedad patrimonial creada para agrupar los activos de la familia, tras su terceras nupcias en 2009. A cambio solo hizo una petición, controlar el 51% del capital. La repartición del otro 49% era del 7% para cada uno de sus siete hijos. A pesar de estar ya retirado, a sus 82 años quiso volver al trabajar. La jubilación no es para los empresarios de éxito. Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo Álvarez Mezquiriz se opusieron. El patriarca fue apartado de la compañía junto a los descendientes que se mantuvieron fieles, María José y Jesús David.
Desde entonces, la empresa ha experimentado varios conflictos entre los seis hermanos por la Bodega Tempos Vega Sicilia. En 2012, David Álvarez Mezquiriz fue expulsado de la empresa por su hermana, lo que llevó a una larga batalla legal. La venta de unas acciones en 2013 entre dos compañías familiares -Eulen y El Enebro- fue una sonada batalla judicial entre María José Álvarez, actual presidenta de Eulen, y Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo Álvarez Mezquiriz, que controlan la sociedad El Enebro. La justicia dio la razón a la primera, anulando la venta de acciones de sus hermanos. Concretamente, 152.000 títulos de Eulen a El Enebro, que considera un "vaciado" del patrimonio familiar. Y finalmente, en 2018, David llegó a un acuerdo con su hermana para vender su participación en la empresa por 160 millones de euros.
A pesar de este acuerdo, las tensiones entre los hermanos han continuado en los últimos años, y han sido objeto de atención por parte de la prensa especializada en el mundo del vino y la empresa. En particular, se ha hablado de una posible venta de la empresa debido a las disputas familiares y a la necesidad de obtener una liquidez que permita a los hermanos desarrollar sus proyectos empresariales de manera independiente.
Bimbo
Pero Eulen no es la única empresa española que ha experimentado problemas familiares. La empresa Bimbo es una de las compañías líderes en la producción de pan y productos de panadería en España. Fundada en México en 1945, la empresa se ha expandido a nivel mundial y se ha consolidado como una de las principales marcas en el sector alimentario.
Sin embargo, a lo largo de su historia, la empresa ha sufrido algunos problemas relacionados con la gestión y los conflictos familiares que han afectado a su funcionamiento. Uno de los episodios más destacados tuvo lugar en 2014, cuando se desató una guerra familiar por el control de la empresa.
La familia Servitje, propietaria de la compañía, se enfrentó a una disputa por el control de la empresa que se prolongó durante varios años y que tuvo graves consecuencias para la gestión de la misma. La familia estaba dividida entre aquellos que querían mantener el control de la empresa y aquellos que querían venderla para obtener una liquidez.
Finalmente, en 2018 se llegó a un acuerdo entre las partes que permitió la continuidad de la empresa bajo el control de la familia Servitje. El acuerdo estableció un reparto de poder y una reorganización de la estructura accionarial de la compañía.
Sus problemas más recientes fue la batalla legal de Donuts contra Donas por el nombre de la marca, que Bimbo terminó perdiendo. Así como la suspensión de operaciones en Ucrania por el conflicto con Rusia. A pesar de todo, la compañía ha demostrado una gran capacidad de adaptación y una clara vocación por la innovación, lo que la ha llevado a diversificar su oferta y a apostar por productos saludables y sostenibles.
Los problemas familiares en las empresas pueden ser muy perjudiciales para su éxito y para su reputación. Los conflictos entre padres e hijos pueden crear tensiones y divisiones en la empresa, lo que puede afectar su capacidad para tomar decisiones estratégicas y para competir en el mercado. Además, estos problemas pueden ser costosos, tanto en términos financieros como en términos de reputación y relaciones públicas.
Sin embargo, estos conflictos también pueden ser una oportunidad para las empresas para aprender y crecer. Las empresas familiares pueden ser particularmente vulnerables a estos problemas, ya que la dinámica familiar puede complicar las relaciones empresariales. Por lo tanto, es importante que las empresas familiares establezcan acuerdos claros y formales sobre la gestión y la propiedad de la empresa, para evitar problemas en el futuro. Y tú que creías que la relación con tu padre era tensa porque no le gusta la corbata que le regalas todos los años…
