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Resultados de búsqueda para: recaudaci%C3%B3n fiscal

Escribe sobre fraude fiscal Arturo José Delgado Presidente de la Asociación de Inspectores de Hacienda Pública Local (ANIHPL) La inspección de los tributos locales resulta un motor fundamental para la recaudación fiscal de España, de la que depende la estabilidad presupuestaria de nuestro país y la capacidad para contener el ahora desbocado déficit público. No solo por la recaudación directa que conllevan sus actuaciones sino también, incluso en mayor medida, por las consecuencias indirectas sobre el comportamiento ciudadano y empresarial en el cumplimiento de las obligaciones fiscales. Porque lo que no son cuentas, son cuentos, la inspección tributaria local constituye una labor necesaria que redunda en los ingresos fiscales y, por ende, en nuestra salud financiera como país.  Entre otros factores, el aumento del gasto para mitigar los efectos de la pandemia en familias y empresas debería espolear una de las grandes reformas pendientes en nuestro país: la fiscal, que, sin duda, ha de tener en cuenta a las haciendas locales, paradójicamente olvidadas y discriminadas cada vez que se plantea una reforma de este calibre.  Por desgracia, continuamos con esquemas tributarios de mediados del siglo XIX y, en tributos como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) o el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), sometidos a una “tutela” estatal que condiciona la adecuada gestión e inspección de los mismos.   Los impuestos locales no están configurados técnicamente como tributos de carácter personal. Son tributos reales, ajenos a la dura situación que, de modo coyuntural, pueda vivir el contribuyente, lo que provoca ante la ciudadanía un deterioro de la imagen de las entidades locales. Mientras el IRPF y el Impuesto sobre Sociedades se adaptan a la realidad financiera personal y empresarial, el IBI y el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de…