El conseller de Agricultura de la Generalitat catalana, Òscar Ordeig, ha solicitado cautela ante las especulaciones sobre el origen del brote de peste porcina africana (PPA) en el entorno de Collserola, Barcelona. Esta petición surge después de que el laboratorio de referencia de la Unión Europea presentara un informe que sugiere la posibilidad de que el riesgo pudiera originarse en un laboratorio. «Pido prudencia», afirmó Ordeig, destacando que ni confirma ni descarta ninguna opción, ya que todas permanecen abiertas hasta que haya resultados científicos definitivos.
El informe del laboratorio destaca una peculiaridad genética del virus detectado en Barcelona. Mientras que los actuales virus en circulación en Europa pertenecen al grupo genético 2-28, el virus de este brote corresponde al grupo genético 29, el cual muestra similitudes con el grupo genético 1, observado en Georgia en 2007. Este hallazgo ha generado sospechas debido a que, según el Gobierno, «los virus, en condiciones naturales, cuando se propagan mediante ciclos de infección en animales sufren en mayor o menor medida cambios en su genoma». Esta situación deja abierta la posibilidad de un origen en una instalación de confinamiento biológico, aunque Ordeig ha recalcado que estas suposiciones «no son concluyentes».
El ‘modus operandi’ en Catalunya seguirá igual hasta que haya evidencias científicas que avalen esta hipótesis
Como medida de prevención, el Govern ha ampliado la prohibición de acceso al medio natural, extendiendo el radio de restricción de 6 a 20 kilómetros desde el foco, afectando a 91 municipios. Ordeig ha advertido que este será un fin de semana «muy complejo» debido al puente festivo, y ha instado a la ciudadanía a cumplir las recomendaciones para evitar la propagación de la enfermedad.
«Para todo aquel que desatenga las indicaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, tenemos las actas a punto», advirtió el conseller, señalando que los Mossos d’Esquadra podrán sancionar a quienes no respeten las restricciones. Aclaró, sin embargo, que el objetivo no es multar, sino actuar en casos de incumplimiento reiterado de las normas establecidas para contener el brote de PPA.
