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Revista Capital

Juan Gómez Bada (Avantage Capital): “Invertir es confiar en la capacidad de unas personas para dirigir una empresa” 

Capital habla sobre el futuro más próximo que le espera al mercado inversor con Juan Gómez Bada, consejero delegado (CEO) y director de inversiones de Avantage Fund

inversión
Por María Nogales

Hablar de inversión en un momento en el que los españoles cada vez tienen menos ahorros -y en el que la deuda pública marca récords todos los meses- parece un ejercicio un tanto complicado, y, más aún, teniendo en cuenta las últimas subidas de los tipos de interés. Pero eso es algo que conoce y muy bien Juan Gómez Bada, consejero delegado (CEO) y director de inversiones de Avantage Capital, quien habla con Capital sobre el futuro más próximo que le espera al mercado. 

¿En qué punto se encuentra el mercado actualmente? En este sentido, ¿qué espera para este 2024? 

Por un lado, vemos una ralentización del crédito, que es consecuencia de la subida de tipos de interés. Había hasta el año 2021, principios del 2022, un crédito muy fácil, tipo cero. Ahora, esa restricción ha hecho que todo sea un poco más difícil, y esa dificultad hace que hayan parado las operaciones entre empresas. En un mercado líquido como es el de las empresas, primero desaparece el mercado, es decir, primero se ajusta por cantidad y después por precio. Y eso es a lo que nos estamos enfrentando.  

Todavía en el 2023 vivíamos de los créditos pedidos en 2021 y 2022. En el 2022 se aceleraban esos créditos, por así decirlo, era como un semáforo verde-amarillo-rojo. Ahora estamos en el rojo, pero cuando estuvo en amarillo, los créditos empezaron a subir y la mayoría de las empresas ‘pisaba el acelerador’ para pedir financiación antes de que subieran mucho los tipos. 

Y luego, en el tema del mercado, los inversores han empezado a descontar la posibilidad de que vayan a bajar los tipos este año 2024 de una manera relevante, tanto en Europa como en Estados Unidos. Eso es algo que nosotros no vemos tan fácil, porque la inflación sigue su curso. Uno de los motivos de la inflación es todo lo que se pagó por la pandemia. ¿Quién pagó los costes de la pandemia? El Estado, sobre todo. 

“No hay que considerar la incertidumbre como algo paralizante, sino como algo que nos permita gestionar riesgos y obtener un retorno”  

¿Cómo se pagaron? Pues se pagaron mediante el ERTE, que sufragaba los costes de las nóminas de los empleados y se pagaba con créditos garantizados por el ICO, se pagaba con dinero de la Unión Europea (UE), gratuito… Es el helicóptero del dinero, directamente. Y esos fondos europeos están llegando ahora. Entonces, eso generó más deuda e inflación. Y esa inflación no es fácil revertirla. Sobre todo, si la política fiscal sigue siendo muy expansiva, porque no ha habido ajustes.  

Seguimos endeudándonos cada vez más. Y es muy difícil también que se recorte en un momento de pleno empleo. Si hay pleno empleo, no es fácil que entre dentro de los objetivos de los bancos centrales. Entonces, nosotros tenemos que tomar una posición de cautela mayor que la del mercado, no somos tan optimistas respecto a las bajadas de tipos. 

Si tuviera que elegir una para este año, ¿sería renta fija o variable? ¿Por qué? ¿Cuál es la mejor opción actualmente para los clientes? 

Hay oportunidades en los dos lados. Y es coherente tener inversiones en los dos tipos de activos, porque disminuyes los riesgos y encuentras oportunidades. Ahora, si tuviera que elegir solo una, creo que hay mejores oportunidades en rentas variables. Cuanto más largo plazo, más renta variable. Y cuanto más corto plazo, por lo menos, ahora se puede sacar algo de rendimiento en renta fija, que ahora tiene su utilidad. Antes no la tenía. Antes te daba rendimientos negativos, era mejor que lo tuvieses en cuenta, pero ahora sí que hay opciones.  

Luego hay otro tema que es el perfil de inversión de cada uno. Cuanto más riesgo esté dispuesto a asumir, más renta variable. Pero si tengo que elegir cuál de los dos es más relevante entre renta variable y renta fija, es más importante el plazo que el perfil de inversión. Alguien muy prudente, pero que invierta para dos generaciones vistas, no se puede permitir invertir en renta fija la mayoría de su patrimonio. Alguien muy agresivo, pero que tenga dinero ahora en febrero y tenga que pagar un impuesto en junio, no se puede permitir tener la mayoría en renta variable para ese pago que tiene que hacer. 

Existe mucha incertidumbre en materia regulatoria en la actualidad. ¿Cómo afecta esto al inversor? 

La incertidumbre es algo con lo que tenemos que convivir todos los seres vivos. Tenemos que gestionar esos riesgos, esas oportunidades y trabajar mucho para aprovechar lo que podamos obtener de ahí. No hay que considerar la incertidumbre como algo paralizante, sino como un dato que debe hacernos buscar fórmulas para gestionar y reducir esos riesgos y obtener también unos retornos.  

En el largo plazo, para nosotros un riesgo relevante es que una empresa en la que invertimos sea desbancada o que un competidor ofrezca mejores productos o más baratos y los clientes se estén yendo de la empresa. Ese es uno de los principales riesgos, mucho menos importante es si la inflación es más alta, más baja o los tipos de interés suben o bajan. El impacto de estas variables es mucho menor que la propia dinámica del mercado. 

¿Qué se necesita en España para poder sacar el máximo potencial al mercado? 

Se necesitan conocer las empresas, analizarlas y tener motivos para confiar en unas y en otras no, para poder ir eligiendo aquellas en las que confías a largo plazo y tener tus motivos. Al final, invertir es confiar en la capacidad de unas personas para dirigir una empresa. Por ejemplo, puedes confiar en un restaurante y en el de al lado, no. Por las personas, por la forma de hacerlo, por lo que sea.  

¿Cuáles son los hitos geopolíticos/macroeconómicos que más impactan en bolsa? 

A nivel global, lo más relevante es la desaceleración china. China ha crecido muchísimo al calor de su apertura a la economía de mercado y también poblacionalmente. Las políticas que se han llevado a cabo allí han sacado cientos de millones de chinos de la pobreza en pocas décadas, algo impresionante y alabable, pero esa situación, al igual que ocurrió en Japón durante el siglo 20, ha llegado a su ocaso porque ese crecimiento estaba apoyado en una fuerte inversión extranjera de empresas del resto del mundo, sobre todo de Occidente. 

“La desaceleración económica de China afectará a su contribución para el crecimiento del mundo” 

China tenía unas dinámicas de crecimiento muy fuertes, casi cualquier semilla que plantabas crecía y mucho más rápido que en otros lugares y eso ha funcionado, lo que pasa es que ahora, desde la crisis financiera de 2008, el modelo ha pasado a ser menos de exportación y más de consumo interno. El endeudamiento se ha disparado, la población ya no crece, tienen una crisis inmobiliaria, en las últimas cuatro décadas nunca han tenido un ajuste, no están preparados para una crisis, entonces, lo más probable es que se enfrenten a problemas naturales dentro de los ciclos económicos. 

Si lo gestionan bien, no será muy negativo para la población china, pero sí para la contribución de China para el crecimiento del mundo, que será claramente menor que la mayoría de los países occidentales. Y eso es algo a lo que no estamos acostumbrados. Entonces es un factor muy relevante en el contexto mundial y es preocupante para el resto del mundo. No mucho, porque esas inversiones van a buscar otros destinos, que pueden ser India, Latinoamérica, podrán ser otros países del sudoeste asiático… Pero esa locomotora china, por sus propias dinámicas, se frena. 

Con respecto a esto, en su opinión, ¿cuáles son las claves geopolíticas y macroeconómicas a tener en cuenta en este 2024? 

Bueno, los mercados se van a mover mucho por el tema de elecciones, por un lado. Y luego, geopolíticamente, esto puede desembocar en otras cosas. Para mí el mayor riesgo latente es Taiwán, porque China aprovecha su superioridad para controlar la isla que ahora descontrola. Hay que tener en cuenta que Taiwán no es independiente, nunca ha declarado la independencia. No está reconocido como independiente ni por Estados Unidos, ni Naciones Unidas, ni la Unión Europea. Solo por muy poquitos países, aunque de facto. 

Entonces, si ocurre algo sería un problema casi prácticamente interno chino, pero, desde luego, generaría mucho ruido, uniría a los aliados de Estados Unidos en la zona, a un Corea del Sur, a un Japón, a un India, a un Australia, porque verían que las cosas pueden cambiar.  

Por otro lado, el conflicto en Oriente Medio, que esperemos que no adquiera una nueva dimensión. Acotado tal como está, entre Israel, Gaza, sur del Líbano y Lisboa, el impacto que vemos sobre la economía global es muy muy bajo. 

¿Qué opina de todo lo ocurrido con Grifols? ¿Cree que existe un conflicto de interés entre Grifols y Scranton? 

Sí, conflicto hay. Lo más relevante es que se ha puesto un informe de un inversor bajista, que ya ha cerrado su inversión, pero que descubrió prácticas contables sospechosas. Es súper extraño que tanto Grifols como Scranton consoliden las dos las mismas sociedades y, sobre todo, que Grifols la consolide sin tener acciones, con lo cual hizo dudar de todo lo que tenía.  

“Cuando los focos se ponen sobre este tipo de operaciones vinculadas, como la de Grifols y Scranton, todos los inversores ganamos” 

Pero, más allá de eso y de la posible ocultación de deudas, lo más relevante es el conflicto de interés que se destapa, en el que se habían fijado muy pocos inversores. Nosotros como invertíamos antes del 2014 y, al verlo en el 2019, pues decidimos salir, porque había posibilidad de que hubiese conflicto de interés, una posibilidad muy relevante de lo que se conoce como tunneling, que es al final controlar o ser dueño de clientes de la empresa que diriges, que es un riesgo muy relevante para todas las cotizadas en Bolsa. 

El plasma representa mucho gasto para Grifols en su cuenta de resultados y, además, Scranton, que es una de las sociedades a través de las cuales la familia Grifols controla la cotizada Grifols, ha entrado de una manera muy apalancada y con contratos a 30 años. ¿Qué empresa tiene los clientes asegurados a 30 años?  

Entonces, parece un negocio excepcional, pero no es tan excepcional para los inversores minoritarios de Grifols. El tunneling se define como una manera de engañar a los socios de la empresa que soporta los costes y también ocurre en las empresas no cotizadas.  

¿Cómo te puedes proteger, como inversor, de una empresa que está haciendo prácticas contables dudosas? ¿Cómo reducir el riesgo? 

Una manera es no invertir. Invertir es confiar en unas personas y en el buen fin de un proyecto. Otra forma de protegernos es que, viendo lo ocurrido con Grifols, si se crean nuevas regulaciones o los inversores se fijan más en esto, en primer lugar, castigarán a las empresas que hagan estas prácticas y habrá menos directivos que se atrevan a hacer estas cosas. 

En segundo lugar, habrá más vigilancia de los supervisores. Tercero, estarán más castigadas en Bolsa y tendrán menos opciones de captar capital. Cuando los focos se ponen sobre este tipo de operaciones vinculadas, todos los inversores ganamos.  

¿Cómo se puede evitar que haya un nuevo Gowex/Grifols en el futuro? 

Bueno, son distintos, no es lo mismo Grifols que Gowex, que casi no tenía modelo de negocio, Grifols sí que lo tiene y hasta 2018 ha sido una compañía modélica. La cosa es que quizás, a través del escándalo, las personas que lo controlan están sacando más de lo que le corresponde y, quizás, con esas operaciones están ocultando una ratio de apalancamiento mayor del que parece.  

Pero es muy diferente la situación. Los miedos de Gotham al principio serían más claros en Gowex y menos claros en Grifols, pero eran miedos y ellos trabajan con una incertidumbre, sacan un tema, se ponen cortos y después recogen beneficios. Cuando dudan, pues recogen beneficios antes, y en Gowex no dudaban menos y tardaron más en recoger beneficios. Ganaron más, básicamente.  

Creo que el hecho de que haya este tipo de casas de análisis que van a beneficio, como la mayoría de las empresas, es algo positivo para el mercado, porque hace que los directivos se corten, porque la cosa no está en lo que han descubierto, sino que también hay que tener en cuenta todas aquellas que no se atreven a hacer ‘tonterías’ porque les pueden pillar. 

“Las casas de análisis, como Gotham City Research, conseguirán que los mercados financieros sean más eficientes” 

¿Qué hizo Gotham? Pues consiguió que Gowex no creciese mucho más y engañase a más gente antes de estallar. Conseguirá, en mi opinión, si todo va por donde tiene que ir, que sean más eficientes los mercados financieros, para que se fijen más los inversores y los supervisores en los conflictos de interés. Probablemente, Grifols como compañía lo que tendría que hacer es corregir esas situaciones de conflicto de interés de la manera más rápida posible y cambiar de directivos y eso sería positivo para los inversores de la compañía en el largo plazo.  

Usted es director de inversiones de Avantage Fund. ¿Cómo está funcionando su fondo y cómo se puede mejorar su nivel de gestión? 

Tenemos cinco estrellas Morningstar y estamos siempre arriba en los rankings de rentabilidad y demás. Este año el fondo cumple diez años. No tenemos una apuesta que sea única, invertimos en muchas empresas, cada una de su padre y de su madre, con posibilidades de éxito o de fracaso. Es decir, a uno le puede ir muy bien y a la vez a otro muy mal, en cualquier entorno económico. 

Hay siempre entre 40 y 50 inversiones en cartera y lo que hacemos es seleccionar inversiones a largo plazo que cumplan tres criterios. El primero, la alineación de intereses entre directivos y accionistas. Es el criterio más importante para nosotros, en el que más tiempo dedicamos al análisis, el que va dentro de nuestro ADN. 

El segundo es que exista un excelente modelo de negocio, para el que hacemos un análisis competitivo, algo similar a las cinco fuerzas de Porter y cómo es tu posición competitiva respecto a los demás, cómo te perciben tus clientes, cómo evoluciona. Para nosotros, un excelente modelo de negocio es tener al menos una ventaja competitiva sostenible en tiempo. 

Lo tercero es que cotice a un precio razonable, comparado con los resultados que puede tener la compañía, porque siempre hay cosas disparatadas, pero no significa que vamos a comprar el más barato, tratamos de comprar lo más barato que podemos, pero la calidad tiene un precio,  

En resumen, invertimos en empresas de calidad. Entonces, invirtiendo de esa manera en un conjunto amplio de empresas y a largo plazo, lo normal es ganar y durante año a año se va viendo que, ocurra lo que ocurra, ese tipo de inversiones son muy resistentes. 

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