El nuevo gobierno francés, liderado por el primer ministro Michel Barnier, está considerando una subida temporal del impuesto de sociedades a las grandes empresas, así como gravar las recompras de acciones, con el objetivo de equilibrar las cuentas públicas, según ha informado el diario 'Le Monde'.
Este ajuste fiscal podría suponer un aumento de 8,5 puntos en la tributación de las empresas con una facturación mínima de 1.000 millones de euros, con la previsión de recaudar 8.000 millones de euros en 2025. Además, el Ejecutivo francés está barajando la posibilidad de imponer impuestos a las recompras de acciones en bolsa.
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Entre las grandes compañías francesas afectadas se encuentran Vinci, BNP Paribas, Société Générale, TotalEnergies, Kering y Airbus, todas ellas presentes en el índice Eurostoxx 50. En cuanto a empresas extranjeras con operaciones en Francia, ACS tendría que afrontar un aumento de impuestos a través de Abertis, que gestiona autopistas en el país y posee el 50% de su capital junto a la italiana Mundys.
Este cambio impositivo surge de la necesidad del gobierno de Barnier de reducir el déficit público francés, que según recientes documentos consultados por 'AFP' podría cerrar 2024 en un 5,6% del PIB, y alcanzar el 6,2% en 2025.
El primer ministro enfrenta el desafío de resolver el problema del déficit sin contar con una mayoría legislativa, lo que complica la aprobación del presupuesto que deberá presentarse en los próximos días y remitirse al Parlamento antes de mediados de octubre.
El anterior Ejecutivo preveía un déficit del 3% para 2027, pero ingresos inferiores a los previstos y gastos mayores han alterado significativamente las expectativas económicas.