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2020

2021: Recuperación y cambios estructurales en el sector hotelero

Por Javier Illán, presidente y consejero delegado de Millenium Hotels Real Estate. El año 2020 ha sido probablemente el más distorsionante y duro de la historia para el sector hotelero, con niveles de ocupación impensables en cualquier plan de negocio e, incluso, con gran parte de los establecimientos cerrados. La crisis provocada por el coronavirus ha llevado los niveles de inversión a una caída del 62 % con respecto a los números de 2019 y ha supuesto un gran reto para los operadores, si bien también lo ha sido para los propietarios. Ante unas circunstancias excepcionales, y no contempladas ni reguladas por el marco jurídico, ambos han tenido que buscar soluciones para que esta gran industria que mueve nuestro país continúe y permanezca. A falta de ayudas por parte de las Administraciones competentes, la sensatez ha prevalecido y, en la gran mayoría de los casos, se ha conseguido llegar a acuerdos encaminados a facilitar la superación de esta complicada situación. A pesar de que la crisis sanitaria aún no está superada, en este 2021 hay motivos para la esperanza. La aparición de la vacuna ha marcado un antes y un después en las expectativas del sector, y, aunque la fecha no es concreta, todos vislumbramos la recuperación. La economía antes de la realidad se mueve por las sensaciones y la percepción general es que este año conllevará una normalización y recuperación del sector, lo cual ya está generando un aumento del apetito inversor en esta clase de activos. Apostamos por una recuperación más pronto que tarde y que irá ganando velocidad a medida que pasen los meses. Si bien es cierto que es vital que nuestros gobernantes gestionen de manera adecuada la agilidad en el pro - ceso de vacunación, la concesión de las ayudas directas al sector de la hostelería…
La compraventa de viviendas se desplomó un 17,7% en 2020 con respecto al año anterior. Esto supone un total de 415.748 operaciones, registrando su mayor caída en nueve años y la menor cifra de transacciones desde 2016. Así lo ha destacado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE), que indica que, con esta caída anual, la compraventa de viviendas encadena dos años consecutivos de retrocesos. No obstante, el de 2020 ha sido muy superior al que se experimentó en 2019 (-2,4%) por la pandemia. Entre 2014 y 2018 las compraventas de viviendas registraron incrementos anuales: del 2% en 2014, del 11,5% en 2015, del 14% en 2016, del 15,4% en 2017 y del 10,8% en 2018. En el periodo de la crisis financiera, los peores años para las transacciones de vivienda fueron 2009 y 2008, en los que estas operaciones se desplomaron un 25,1% y un 28,8%, respectivamente. En 2012 y 2011, aún se registraban descensos de dos dígitos (-11,5% y -18,1%), mientras que en 2013 la caída se moderó hasta el 1,9% por el fin de los beneficios fiscales para la adquisición de vivienda. El retroceso de la compraventa de viviendas en 2020 se ha debido a la contracción experimentada tanto en las operaciones sobre pisos de segunda mano como sobre viviendas nuevas. En concreto, la compraventa de viviendas usadas se redujo un 19,2% el año pasado, hasta las 333.205 operaciones, mientras que las transacciones realizadas sobre pisos nuevos bajaron un 11,2%, hasta las 82.543 operaciones. Es el primer descenso que experimentan las compraventas sobre viviendas nuevas tras tres años consecutivos de avances. El 91% de las viviendas transmitidas por compraventa durante el año pasado fueron viviendas libres y el 9%, protegidas. En total, la compraventa de viviendas libres bajó un 17,3% en 2020, hasta 378.516 operaciones, en…
El número de nuevas sociedades mercantiles se desplomó un 15,8% en 2020 respecto al año anterior, su mayor retroceso en 11 años, hasta sumar un total de 79.151 empresas, su menor cifra desde 2009, según los datos difundidos este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es el segundo año consecutivo en el que baja la constitución de empresas en España, aunque el retroceso de 2020, motivado por la pandemia, ha sido bastante superior al que se registró en 2019 (-1,2%). Para la constitución de las 79.151 empresas creadas en 2020 se suscribieron casi 4.911 millones de euros, lo que supone un 11,7% menos que en 2019, mientras que el capital medio suscrito, que se situó en 62.045 euros, avanzó un 4,8% en el año. En 2020 se disolvieron 20.259 sociedades mercantiles, un 13,1% menos que en el año anterior, poniendo fin a cuatro años de crecimientos continuados. Se trata además de la cifra más baja desde 2011. De las 20.259 empresas que se disolvieron en 2020, el 75,6% lo hicieron voluntariamente, el 14,3% por fusión con otras sociedades y el 10% restante por otras causas. El 21,8% de las sociedades mercantiles que se crearon el pasado año se dedicaba al comercio y el 15,2% a actividades inmobiliarias, financieras y seguros. En cuanto a las sociedades disueltas por actividad económica principal, el 19,4% pertenecía al comercio y el 15,8% a la construcción. Por su parte, el número de sociedades mercantiles que ampliaron capital disminuyó un 17,3% el año pasado, hasta las 25.195 empresas. El capital suscrito en dichas ampliaciones superó los 19.364 millones de euros, cifra un 21,9% inferior a 2019, mientras que el capital medio fue de 768.588 euros, un 5,6% menos. 97 empresas al día En el último mes del año pasado se crearon 7.668 sociedades mercantiles,…
La farmacéutica británica AstraZeneca cerró 2020 con un beneficio neto de 3.144 millones de libras (3.585 millones de euros), lo que equivale a más que duplicar las ganancias contabilizadas durante el año anterior, según las cuentas anuales publicadas este jueves por el laboratorio. La facturación entre enero y diciembre fue de 26.617 millones de libras (30.335,7 millones de euros), un 9% más. Por segmentos de negocio, la división de oncología facturó 11.455 millones de libras (13.058,7 millones de euros), un 23% más, mientras que la rama de biofarmacia se elevó un 3%, hasta 10.077 millones de libras (11.484,9 millones de euros). Los tratamientos para enfermedades cardiovasculares, renales y del sistema metabólico supusieron unos ingresos de 4.702 millones de libras (5.368,9 millones de euros), un 7% más, mientras que el área de medicamentos para enfermedades respiratorias y del sistema inmunológico facturó 5.375 millones de dólares (6.126,9 millones de euros), un 1% menos. El resto de medicinas contabilizó unas ventas de 5.085 millones de libras (5.795,4 millones de euros), un 4% menos. El coste de los productos vendidos fue de 5.299 millones de libras (6.040,3 millones de euros), un 8% más, mientras que los gastos generales y administrativos se contrajeron un 3%, hasta 11.294 millones de libras (12.873,9 millones de euros). La partida de investigación y desarrollo (I+D) se redujo un 1%, hasta 5.991 millones de libras (6.829,1 millones de euros). En el cuarto trimestre de 2020, AstraZeneca se anotó un beneficio neto de 1.005 millones de libras (1.145,6 millones de euros), más del triple que las ganancias del mismo periodo de 2019, tras un incremento del 11% de la facturación, hasta 7.410 millones de libras (8.446,6 millones de euros)
Mapfre registró un beneficio neto de 527 millones de euros en 2020, una cifra que representa un descenso del 13,6% respecto al año anterior, tras fortalecer su balance destinando 132 millones de euros al deterioro íntegro de los fondos de comercio de las operaciones en Italia, Turquía e Indonesia, con el objetivo de adaptarse a las nuevas circunstancias de los mercados y afianzar las bases para seguir creciendo con rentabilidad. Este deterioro no tiene impacto ni en las posiciones de tesorería ni en su nivel de solvencia, según ha informado el grupo asegurador. Mapfre ha señalado además que el resultado de 2020 está igualmente impactado por los siniestros derivados del Covid-19, que sólo en el negocio reasegurador ascienden a 80 millones de euros, y por los terremotos de Puerto Rico, con un coste total de 68 millones de euros. Excluyendo esta siniestralidad extraordinaria y los deterioros del fondo de comercio, el beneficio de 2020 se mantiene estable con un ligero crecimiento (0,2%) sobre el del año anterior en bases comparadas homogéneas. Los ingresos del grupo ascendieron a 25.419 millones de euros, un 10,7% menos, en tanto que las primas se situaron en 20.482 millones de euros, un 11,1% menos que en 2019, consecuencia de la situación económica global derivada de la crisis provocada por el Covid-19.
Las provincias de Baleares (-27%) y las canarias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, junto a Málaga, Gerona y Alicante, registraron las mayores caídas del PIB el año pasado, que estuvo marcado por la "heterogeneidad" del impacto de la Covid-19, siendo mayor en las zonas con mayor peso del turismo e incidencia en la movilidad. Así se desprende del artículo analítico 'La evolución de la actividad en las provincias españolas a lo largo de 2020 y sus determinantes', publicado este miércoles por el Banco de España, que constata que el impacto de la pandemia sobre la actividad ha sido "muy heterogéneo" por provincias, siendo las insulares y las del arco mediterráneo las más afectadas. El PIB español registró una caída del 11% en 2020, una de las más acusadas entre los países desarrollados, lo que contrasta de modo "desfavorable" con la contracción de la economía mundial (del 3,5%, según el FMI), subraya el Banco de España, que explica que el perfil trimestral del PIB en nuestro país estuvo condicionado por la evolución de la pandemia. Tras el descenso intertrimestral del 5,3% (-4,2% interanual) en el primer trimestre, el mayor retroceso se produjo en el segundo, con un desplome del 17,9% (-21,6% interanual), como consecuencia de las severas medidas de confinamiento asociadas a la primera ola, en tanto que la progresiva desescalada permitió una fuerte recuperación del 16,4% (-9% interanual) en el tercer trimestre. Sin embargo, señala que las medidas de contención introducidas para frenar la segunda ola a lo largo del cuarto trimestre "impidieron que se produjera una significativa recuperación adicional de la actividad", dado que el crecimiento del PIB fue "marginalmente" positivo, del 0,4% (-9,1% interanual). Todo ello con una "acusada heterogeneidad" del impacto por ramas de actividad e igualmente "extraordinaria" por provincias. Las estimaciones del organismo…
Cimic obtuvo en 2020 un beneficio neto de 620,1 millones de dólares australianos (396 millones de euros), frente a las pérdidas de 630 millones de euros registradas un año atrás, gracias a los 850 millones de euros que ingresó en concepto de plusvalías por la venta del 50% de la minera Thiess el último día del año. Según afirma la filial de ACS en su cuenta de resultados, la pandemia de coronavirus afectó al negocio en el último ejercicio, registrando un beneficio comparable de 371,5 millones de dólares, frente a los casi 600 millones que conseguía anualmente durante los últimos tres años. Al efecto del Covid-19 también se sumó el impacto negativo valorado en 805 millones de dólares procedente de la pérdida de un arbitraje con la petrolera Chevron por la construcción de una estructura para gas natural licuado, así como otros conceptos extraordinarios por valor de 613 millones de dólares. Cimic logró compensar estos efectos negativos con la entrada de las plusvalía originadas por la venta del 50% de Thiess al fondo Elliot. Sin contar todos estos impactos, tanto los negativos como los positivos, el beneficio en 2020 habría caído un 24%. No obstante, en 2019 también tuvo que hacer frente a otro agujero de 1.100 millones de euros por el impacto negativo que tuvo la venta de su negocio en Oriente Medio (BIIC), lo que arrastró a la firma a unas pérdidas de 1.039 millones de dólares australianos (630 millones de euros). Gracias a la venta de Thiess, la filial en Australia del grupo que preside Florentino Pérez consiguió salvar un año afectado por la crisis sanitaria y obtener casi 400 millones de euros de beneficio, frente a las pérdidas de 630 millones de un año atrás. En 2021, todavía prevé un beneficio un 28% inferior a la…
El Índice General de Producción Industrial (IPI) descendió una media del 9,1% en 2020, registrando su mayor caída desde el ejercicio 2009, cuando este indicador se hundió un 16,2% en plena crisis financiera, ha informado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con el retroceso de 2020, originado por la crisis del Covid, la producción industrial pone además fin a seis años de crecimientos consecutivos. Estadística ha señalado que la crisis del coronavirus ha provocado que los diferentes sectores industriales sufran "intensamente" en 2020 los efectos de la pandemia, con descensos pronunciados en la producción, sobre todo en los meses de marzo, abril, mayo y junio. Así, todos los sectores recortaron su producción en 2020, aunque con distinta intensidad. Los descensos más significativos se dieron en los bienes de equipo y en los bienes de consumo duradero, con bajadas del 15,4% y del 13,5%, respectivamente. Les siguen los bienes intermedios, con un retroceso de su producción del 7,8%; los bienes de consumo no duradero (-6,5%), y la energía (-6,2%). Según el INE, el sector de bienes intermedios es el único que ha alcanzado y superado en el último trimestre de 2020 el nivel del año 2019. Corregida de efectos estacionales y de calendario, la producción industrial se desplomó un 9,4% en 2020, con descensos en todos los sectores, especialmente los bienes de equipo y los bienes de consumo duradero, donde la producción cayó dos dígitos.
Las familias y empresas que se declararon en concurso de acreedores (suspensión de pagos y quiebras) ante la imposibilidad de afrontar sus pagos y deudas sumaron 6.718 en 2020, cifra un 13,6% inferior a la de 2019. No obstante, en el último cuarto del año pasado, el número de deudores concursados se disparó casi un 45% en relación al trimestre anterior. El descenso de los deudores concursados registrado en 2020 pone fin a tres años consecutivos de aumentos tras las subidas de 2019 (+21,5%), 2018 (+11,2%) y 2017 (+9,5%), según la Estadística de Procedimiento Concursal del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicada este viernes El Gobierno aprobó una moratoria concursal, vigente de momento hasta el próximo 14 de marzo, con el objetivo de que empresas viables, pero afectadas por la pandemia, puedan continuar su actividad en el futuro y no verse abocadas a la liquidación. En concreto, hasta el 14 de marzo se ha suspendido la obligación de los deudores de solicitar concurso de acreedores (concurso voluntario), así como la obligación del juez de admitir a trámite el concurso si lo solicitan los acreedores antes de esa fecha (concurso necesario). Pese a que algunas voces han advertido de que esta moratoria puede provocar un aumento de empresas 'zombis' (inviables), desde el Ejecutivo aseguran que es todo lo contrario: se trata de preservar la solvencia de empresas viables. El retroceso de deudores concursados en 2020 fue consecuencia de la caída en un 14,4% de las empresas en concurso, hasta sumar 4.097, y de la disminución en un 12,1% de las familias que se declararon en quiebra, que totalizaron 2.621 en el conjunto de 2020. De esta forma, 2020 puso fin a dos años consecutivos de ascensos de las empresas en concurso y a cuatro años de repuntes de las familias que…
Naturgy registró unas pérdidas de 347 millones de euros en el año 2020, frente a las ganancias de 1.401 millones de euros el ejercicio anterior, tras apuntarse un deterioro de 1.363 millones de euros por una nueva revisión en la valoración de activos, principalmente de generación convencional en España, informó la compañía. En concreto, la energética indicó que, con el objetivo de proporcionar una valoración de sus activos "más transparente y ajustada al escenario energético actual", ha realizado durante el último trimestre del año pasado esta revisión de la valoración de estos activos que se ha traducido en ese impacto. De esta revisión de los activos, un total de 1.145 millones de euros corresponden principalmente a la generación convencional en España y 198 millones de euros a las actividades de gas en Argentina. Así, ha tenido un impacto en el beneficio neto del grupo en el ejercicio de 1.019 millones de euros. En 2018, con la llegada de Francisco Reynés a la presidencia del grupo y el lanzamiento de su actual plan estratégico, Naturgy ya procedió a una revisión de sus activos que le llevó a registrar un deterioro de casi 4.900 millones de euros por la depreciación que llevó a cabo de sus activos, especialmente los de generación en España. El resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo presidido por Francisco Reynés a cierre del ejercicio pasado se situó en los 3.449 millones de euros, un 18,9% menos que los 4.252 millones de euros de hace un año. Excluyendo los elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario de la energética ascendió a 872 millones de euros en 2020, un 36,7% menos, mientras que su Ebitda ordinario alcanzó los 3.714 millones de euros, un 14,6% menos. A perímetro constante, el Ebitda ordinario se situaría en los 3.964 millones de euros,…