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Las plataformas de streaming, obligadas a dar el 5% de sus ingresos a obra europea

Las plataformas de streaming tendrán que destinar el 5% de sus ingresos generados en España a la financiación de obra audiovisual europea, bien se trate de películas como de series. Así lo han señalado desde la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Principales en relación a las novedades del anteproyecto de Ley General de Comunicación Audiovisual. Una nueva legislación, muy esperada desde hace años por los países europeos, que será sometida a audiencia pública desde este viernes hasta el próximo 3 de diciembre y en la que se tratarán, entre otros aspectos, que las plataformas que generen en España una facturación superior a 50 millones de euros al año deberán destinar el 5% de sus ingresos a la financiación de obra audiovisual europea o a la contribución al Fondo de Protección de la Cinematografía. En el caso de que la facturación sea inferior, deberá destinarse el 5% de dichos ingresos a la financiación de obra audiovisual europea, a la compra de derechos de obra audiovisual europea terminada o a la contribución al Fondo de Protección de la Cinematografía. Solo estarán exentos de esta obligación aquellos con una facturación generada en España que sea inferior a los 10 millones de euros al año. Sin embargo, esta no es la única medida del anteproyecto de esta nueva Ley. Los prestadores del servicio de comunicación audiovisual televisivo lineal tendrán que reservar a obras audiovisuales europeas el 51% del tiempo de emisión, y el 50% de este porcentaje será para lenguas oficiales en España y, de este, el 10% se reservará a obras de productores independientes. Por su parte, las plataformas de vídeo en 'streaming' como Netflix o HBO deberán reservar un 30% de su catálogo a obras europeas, y el 50% de esa cantidad será, igualmente, para obras en lenguas oficiales en…
La nueva directiva 2016/1628, que entró en vigor el pasado 1 de enero, regula las emisiones de los motores de combustión interna instalados en máquinas móviles que no sean de carretera. Nos referimos a todo tipo de pequeña maquinaria para jardinería, agrícola e industrial, como cortacéspedes, motoazadas, generadores o motobombas. Solamente en Honda, esta medida afecta a las seis millones de unidades de motores y power products que producen al año. Esta directiva reduce drásticamente los niveles de emisiones de HC y NOX (hidrocarburos y óxidos de nitrógeno), así como las emisiones de partículas de los motores diésel. Se trata de un gran reto al que se enfrentan todos los fabricantes mundiales de motores de explosión. Para poder cumplir con los estrictos requisitos de esta nueva legislación, los fabricantes deben realizar muchos cambios en la construcción de los motores, obligándoles a llevar a cabo importantes inversiones en recursos de ingeniería y producción. No todos los fabricantes están en disposición de asumir este reto. Honda, con 70 años de historia a sus espaldas y el mayor fabricante de motores del mundo, con una producción anual de 31,2 millones de unidades, ya ha realizado todos los cambios necesarios en la ingeniería y producción de sus motores de las gamas GX/GXV para cumplir con la normativa desde el día 1 de enero de 2019. A simple vista cuesta identificar todos los cambios realizados en la gama de motores Honda GX/GXV: solo la etiqueta que certifica el cumplimiento de la nueva norma de emisiones o pequeños cambios estéticos como el filtro de aire en algunos modelos nos permitirán diferenciarlos. Sin embargo, los motores que cumplen la normativa EURO V han experimentado importantes modificaciones a nivel interno, afectando diversidad de piezas como el propio filtro de aire, el regulador, el volante magnético, el árbol de…