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General Motors

General Motors invertirá 660 millones en vehículos comerciales eléctricos en Canadá

El grupo automovilístico General Motors invertirá 800 millones de dólares (más de 660 millones de euros al cambio actual) para adaptar su planta de Ingersoll (Canadá) y producir vehículos comerciales ligeros eléctricos. Tal como ha anunciado la firma estadounidense, esta inversión está sujeta a la ratificación de un acuerdo alcanzado con el sindicato Unifor y al apoyo del Gobierno del país. De llevarse a cabo, la factoría se convertiría en la primera planta de fabricación de vehículos eléctricos a gran escala de Canadá. Así, General Motors iniciará los trabajos de transformación de la planta "inmediatamente", lo que respaldará los puestos de los empleados y modificará el trabajo en las instalaciones los próximos dos años, pasando de producir el Chevrolet Equinox al nuevo EV600, de BrightDrop. BrightDrop es una empresa nueva dentro de General Motors que ofrece a los clientes comerciales un ecosistema de productos y servicios conectados y electrificados diseñados para mejorar la entrega de bienes y servicios desde la primera hasta la última milla. Esta inversión se suma a otras ya anunciadas por General Motors en Canadá, donde destinará unos 1.030 millones de dólares (más de 850 millones de euros) para ensamblar 'pick-ups' en la instalación de Oshawa.
Shanghai y Pekín son dos buenos ejemplos del espectacular crecimiento de la industria del automóvil en China, el país en el que ya se venden más vehículos en el mundo y que está llamado a convertirse en La Meca de los fabricantes de coches en los próximos años. En ambas ciudades hay ya saturación de vehículos, pero cada localidad la ha gestionado de modo diferente. Mientras que en Shanghai se ha invertido en infraestructuras, hay más autovías y el tráfico es más o menos fluido, en Pekín hay unos atascos descomunales y se sigue restringiendo la circulación a un día u otro en función de la matrícula, una medida que se implantó en las Olimpiadas de 2008. Por las calles de Shanghai y Pekín circulan coches occidentales de importación, un capricho que la clase alta valora por su mayor calidad, mientras que en las provincias pobres se venden vehículos locales producidos por 120 fabricantes de los que nunca se ha oído hablar. El paisaje en China es un buen escaparate para preguntarse quiénes van a ser los protagonistas del futuro en la industria del automóvil.“El mercado va a crecer entre un 5% y un 10% en los diez próximos años. Es menos que antes, pero significa que en China se venderán dentro de una década entre el 30% y el 35% de los vehículos de todo el mundo, el doble de lo que se hace ahora en Europa y EEUU. Cualquier fabricante de coches o de componentes que quiera pintar algo deberá estar aquí”, señala Jan Borgonjon, presidente de InterChina, una de las principales consultoras de automoción del país. Otra cosa es quién reinará en este inmenso mercado. Según este belga, que lleva treinta años viviendo allí, el 70% de las ventas se lo llevan actualmente las marcas internacionales; el…