Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

gestión del cambio

Fluir significa atreverse a cambiar

“Cuando una persona se acostumbra a elaborar cambios en su vida, no le va a dar miedo abandonar su zona de comodidad”  Nuestro mundo cambia continuamente. Lo que sirve hoy, mañana quedó obsoleto. Las publicaciones en una red social tienen una validez de minutos. El entorno es muy veloz. Y, sin embargo, a los seres humanos nos cuesta terriblemente cambiar.  En un mundo tan cambiante, resulta muy interesante ser como un líquido, por su fluidez. El líquido es el único elemento capaz de adaptarse a cualquier recipiente que lo contenga. Sin resistencias, con total naturalidad. Y esa fluidez sería muy interesante en las personas de la época actual.  Fue Zygmunt Bauman, el sociólogo y filósofo polaco-británico, quien habló por primera vez de la modernidad líquida, allá por el año 2000, aludiendo a los cambios rápidos que se producían en la sociedad, producto de la revolución de la información y de la globalización de las economías capitalistas. Realmente, Bauman supo anticiparse a lo que vendría años después.  Trasladar el concepto de lo líquido a las organizaciones y a las personas es interesante por la veloz capacidad de reacción que permite en la toma de decisiones. En el mundo actual no vale pensarse mucho las cosas porque se desfasan con facilidad. En el pasado, los planes estratégicos de las empresas se hacían con un horizonte de 10 años. En la actualidad, 3 ya son muchos.   Cuando trabajamos en la gestión del cambio en las organizaciones, nos enfocamos en que aprendan a atreverse a cambiar. Porque esta es la clave de todo. Cuando una persona se acostumbra a elaborar cambios en su vida, no le va a dar miedo abandonar su zona de comodidad porque sabe que, en la intemperie de conocer cosas nuevas, está desarrollando su habilidad de adaptación a cualquier situación.…