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Grandes empresas

El empleo en grandes empresas subió un 4,6 % en agosto

Según los datos de Ventas, Empleo y Salarios en grandes empresas publicados por la Agencia Tributaria, el empleo en grandes empresas se incrementó un 4,6% en agosto respecto a 2020, mientras que las ventas totales, deflactadas y corregidas, moderaron su crecimiento al 0,1% El empleo en grandes empresas subió un 4,6% en agosto y las ventas moderaron su crecimiento al 0,1%. La tasa de variación sobre las ventas prolonga la moderación de meses anteriores después de las altas tasas de abril y mayo producto de la comparación con el periodo de confinamiento estricto del año pasado, según informa Europa Press. La comparación con 2019, en lugar de con 2020, da una idea más ajustada de la evolución que están siguiendo las ventas. Así, las ventas deflactadas y corregidas en agosto fueron un 4,8% inferiores a las del mismo mes de 2019, resultado mejor que el -5,3% que se promediaba hasta julio. "En el dato del mes vuelven a influir los problemas que se detectan en algunas actividades concretas, con tasas interanuales muy negativas, y la incertidumbre que generan en el proceso de deflación las considerables subidas de precios", explica la Agencia Tributaria En cuanto al incremento del rendimiento bruto medio, su evolución sigue alterada por los drásticos cambios en la composición sectorial del empleo que hubo en 2020, especialmente en los meses del verano, y su paulatina normalización en este año. Ligero descenso de las ventas de interiores y las exportaciones En el caso de las ventas interiores, sus cifras se redujeron en agosto un 1,3%. Si se compara con 2019, el índice medio de las ventas interiores en el periodo enero-agosto continuó un 5% por debajo. Por destinos, tanto en las ventas de bienes y servicios de consumo como las de capital experimentaron descensos. Dentro de esta últimas, el…
El número de empleados aumenta un 5,2% en julio, mientras que la facturación se incrementa en un 1,2% El empleo en la gran empresa crece cuatro veces más que las ventas. El número de empleados en las grandes empresas creció un 5,2% en julio respecto al mismo mes de 2020, mientras que las ventas totales, deflactadas y corregidas de variaciones estacionales y de calendario, se incrementaron un 1,2%, según los últimos datos de Ventas, Empleo y Salarios en grandes empresas publicados por la Agencia Tributaria, informa Europa Press. Como cabía esperar, se aprecia una notable moderación de las tasas de crecimiento en las ventas tras superase el efecto base que produjeron los meses de confinamiento estricto del pasado año, mientras que el número de perceptores se va acercando a las cifras anteriores a la irrupción de la pandemia, pero en julio todavía estaba un 1,3% por debajo de la cifra que se registraba en el mismo mes de 2019. En cuanto al incremento del rendimiento bruto medio, igual que sucedió el mes pasado, está virtualmente estancado. Las principales razones de esta brusca desaceleración son el cambio que se produjo en la composición sectorial del empleo en 2020 (y su progresiva normalización en este año) y el efecto ya señalado de la mala situación de algunas actividades, según apunta la Agencia Tributaria. Ligero aumento de las ventas interiores y de las exportaciones En el caso de las ventas interiores, sus cifras aumentaron en julio un 1,2%, con una trayectoria similar a la de las ventas totales. Si se compara con 2019, el índice medio de las ventas interiores en el periodo enero-julio continuó un 5% por debajo. Por destinos, tanto en las ventas de bienes y servicios de consumo como las de capital se anotaron descensos. Hay que tener en cuenta…
Juan Ramón Rallo, doctor en Economía. Profesor en la Universidad Francisco Marroquín, en el centro de estudios OMMA, en IE University y en IE Business School PSOE y Podemos repitieron durante muchos años, cuando estaban en la oposición, pero también una vez alcanzaron el gobierno, que España debía estrechar su diferencial recaudatorio con Europa haciendo pagar más impuestos “a los que más tienen”. Y uno de ejemplos más ilustrativos de esos que tienen mucho y que supuestamente están pagando demasiado poco eran, a su entender, las empresas… o, mejor dicho, las grandes empresas. De ahí que su propuesta consistiera, y en parte sigue consistiendo, en incrementar el Impuesto sobre Sociedades a las grandes corporaciones de nuestro país. La medida resulta, empero, problemática por varios motivos. En primer lugar, nuestra brecha recaudatoria con Europa no se explica, prácticamente en grado alguno, por la diferencia de tributación de las empresas: en particular, la Unión Europea cosecha el 2,9% del PIB a costa de los beneficios empresariales, mientras que España obtiene el 2,5%. Cuatro décimas de distancia que en absoluto alcanzan para cubrir mínimamente esos siete puntos de PIB que nuestros pares europeos recaudan, de media, por encima de nosotros. Segundo, utilizar los beneficios de una empresa como proxy de capacidad económica de los ciudadanos es un error. Las grandes empresas no forman parte per se del colectivo de “los que más tienen” dentro de nuestra sociedad: en esencia, porque son personas jurídicas que, a su vez, son propiedad de personas físicas (las ganancias de una compañía son ulteriormente distribuidas, vía dividendos o plusvalías, a sus accionistas). Consecuencias en los trabajadores Cuando los fiscalistas afirman que los impuestos deben ser pagados en función de la capacidad económica, se está haciendo referencia a la capacidad económica de los ciudadanos, no de las personas jurídicas.…
Los ministros de Finanzas del G7 han alcanzado un acuerdo por el cual las empresas deberán pagar sus impuestos en los países en los que venden sus productos y servicios, no donde declaren sus beneficios. Además, establece un impuesto mínimo universal del 15% Los ministros de Finanzas del G7 –que agrupa a mandatarios Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Alemania, Italia y Reino Unido– han alcanzado hoy un "histórico" acuerdo en el que se fijan las bases para acabar con los paraísos fiscales. Y es que, tal como informa Europa Press, el grupo pretende establecer una nueva fiscalidad internacional que parta de un impuesto mínimo universal del 15% para las grandes empresas. Según ha señalado el ministro de Finanzas británico, Rishi Sunak, este pacto busca construir un campo de juego equilibrado para las empresas globales. "Tras años de debate, los ministros de Finanzas del G7 han alcanzado un acuerdo histórico para la reforma del sistema fiscal global para que se ajuste a la era digital global", ha explicado Sunak. De esta manera, las que más se verán afectadas por el nuevo sistema fiscal serán las grandes corporaciones que cuyo negocio se ha multiplicado con la era digital, como es el caso de Amazon, Google o Facebook, ya que ahora pueden, de forma legal, tributar en un país con condiciones fiscales ventajosas el negocio generado en otros países. Por ello, la norma busca que las empresas paguen sus impuestos en los países en los que venden sus productos y servicios, no donde declaren sus beneficios. Un sistema más justo Por su parte, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos ha destacado que "esta tasa mínima global pone fin a la carrera a la baja del impuesto de sociedades y garantiza justicia para la clase media y los trabajadores de Estados Unidos y…
En las grandes empresas que operan en España, el empleo se desplomó un 4,6% en febrero en relación al mismo mes de 2020. Se trata, según la última encuesta de 'Ventas, empleo y salarios de las grandes empresas' elaborada por la Agencia Tributaria, de su mayor caída interanual desde octubre. Con el retroceso de febrero "se interrumpió" la tendencia a la moderación en el ritmo de caída del empleo que se venía observando en meses anteriores en las grandes compañías, según señala la AEAT. De hecho, estas sociedades comenzaron a moderar sus tasas interanuales de destrucción de empleo en mayo de 2020, mes en el que se registró una caída del 13,1%, seis décimas más moderada que la de abril. A partir de entonces, mes tras mes se registraron tasas más suaves de caídas interanuales de la ocupación en las grandes empresas, hasta registrar un retroceso del 3,5% en enero de este año. Sin embargo, en febrero este dato no ha mejorado, sino que ha empeorado 1,1 puntos, reflejando el impacto de la tercera ola en el mercado laboral. El descenso interanual de la ocupación en un 4,6% en febrero se produjo a pesar de que las ventas totales de las grandes empresas amortiguaron su caída interanual hasta el 6,9%, frente al retroceso del 7,5% registrado en enero. Sumando los dos primeros meses del ejercicio, las ventas de las grandes empresas acumulan una contracción media del 7,2%, ampliando en casi tres puntos el retroceso medio del cuarto trimestre de 2020 (-4,4%). No obstante, la AEAT recuerda que los datos del mes de enero están afectados por el temporal Filomena, lo que ha provocado a su vez que, en términos mensuales, las ventas de las grandes empresas repuntaran en febrero un 1,4% respecto al mes anterior, en contraste con el descenso…