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José Ignacio Goirigolzarri

Las condiciones de la CNMC para autorizar la fusión entre Bankia y CaixaBank

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado luz verde en primera fase a la fusión por absorción de Bankia por CaixaBank, pero sujeta al cumplimiento de una serie de compromisos presentados por el nuevo grupo para solventar algunos riesgos de competencia observados en determinadas áreas. La operación, que supone la fusión de la tercera y la cuarta entidad bancaria del país, dará lugar a un banco líder en el mercado de servicios bancarios, concretamente en todos los segmentos de banca minorista. Por ello, la CNMC, en su análisis, ha concluido que la operación supone una amenaza para la competencia efectiva en determinados ámbitos del mercado de banca minorista, así como en el mercado de cajeros automáticos. Para el mercado de sucursales, además de realizar el análisis a nivel nacional y provincial, y a la vista de los elevados índices de concentración derivados de la operación en determinadas provincias, se ha identificando localmente todos los códigos postales en los que las partes solapan sus actividades. El supervisor ha realizado un exhaustivo examen de cuotas de mercado y número de competidores existentes en los entornos más afectados, considerando isócronas de 1,5 kilómetros de distancia desde las sucursales de la entidad fusionada. El análisis de códigos postales resulta también un proxy adecuado para otros mercados de producto que pueden tener una contratación en el entorno de la sucursal, como créditos, depósitos o servicio de cajeros. Casi 90 códigos postales en situación de monopolio y oligopolio Se han identificado 86 códigos postales en los que la entidad resultante quedará, bien en una situación de monopolio, siendo la única entidad bancaria presente en 21 códigos postales, o en situación de duopolio expuesta a débil presión competitiva, en un radio de 1,5 kilómetros desde la sucursal en otros 65 códigos postales.…
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha intervenido este martes en la duodécima y última junta de accionistas de la entidad en solitario, marcando un punto y final a esta etapa que culmina con su integración con CaixaBank y que provocará que su marca previsiblemente desaparezca este mismo verano. Goirigolzarri ha recordado el largo recorrido desde que en 2012 iniciara el proyecto, un periodo durante el cual se han atravesado momentos "muy duros". "El camino no siempre ha sido fácil", ha reconocido el banquero. No obstante, ha dicho con "enorme orgullo" que el equipo ha conseguido durante este tiempo lo que muchos dudaban que fuera posible, es decir, convertir a Bankia en un banco sostenible, solvente y con altos índices de satisfacción por la calidad de servicio prestada. De hecho, ha subrayado que Bankia pasó de ser el principal problema del sector financiero y de estabilidad en España en 2012, a ser un referente dentro del sector y a contribuir de forma decisiva a la mejora socioeconómica del país. También ha alabado a un equipo que tuvo que afrontar momentos "tremendamente duros", cuando era difícil sentir orgullo de pertenencia al proyecto. Nueva etapa Para Goirigolzarri, la aprobación de la fusión con CaixaBank marca el inicio de una nueva etapa para la entidad. Según ha señalado, el calendario del proyecto sigue su curso dentro de los plazos previstos. El canje de acciones de la fusión Bankia-Caixabank está sujeto a que el próximo viernes 26 de marzo quede consumada la operación, lo que se producirá si antes de dicha fecha se logran obtener las autorizaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y del Ministerio de Asuntos Económicos. A partir de entonces comenzará la integración real de las dos entidades, que culminará con la integración tecnológica que,…
Nuestro mundo ha experimentado grandes transformaciones desde que, cuando llegaron los esperados 2000, leímos por primera vez Capital. En sus páginas muchos profesionales han ido contando mes a mes durante dos décadas los pequeños y grandes cambios económicos, empresariales y, también, sociales que hemos vivido.  La entrada en el siglo XXI vino acompañada del pinchazo de lo que se denominó entonces como ‘burbuja de las punto.com’, y que provocó la desaparición de multitud de compañías que se consideraban paradigma de la ‘nueva economía’. Tan sólo ocho años después, se desató la mayor crisis financiera de las últimas décadas en EEUU, tras años de una política monetaria tremendamente laxa que acabó provocando una fuerte subida de las valoraciones tanto de activos reales como financieros. Esta crisis financiera pasó a tener una dimensión global, impactando de lleno en Europa a partir de los años 2008 y 2009 con consecuencias de profundo calado, llegando incluso a poner en duda la supervivencia del euro.  Y, por último, cuando finalmente, en algunos países como el nuestro, ya habíamos recuperado los niveles precrisis de empleo o producción, un enemigo invisible y desconocido nos ha situado ante el que, probablemente, sea el momento más complejo y el mayor desafío para nuestra generación, tanto desde el punto de vista sanitario, como social y económico. En cada una de estas crisis, el sector bancario, como dinamizador, financiador y prestatario de servicios financieros, ha sido de alguna manera protagonista destacado, algunas veces en la génesis, otras veces en el nudo, y casi siempre en el desenlace. Echando la vista atrás, el sistema financiero de hoy nada tiene que ver con el que se ilustraba en los primeros números de la revista Capital, que coincidían con el nuevo milenio. La crisis financiera que comenzó en 2008 supuso una gran transformación para…
Bankia abonará mañana jueves otros 219 millones de euros al Estado con el pago del dividendo aprobado con cargo a los 703 millones de euros de beneficio que la entidad cosechó el pasado año. El abono será de 11,576 céntimos de euros por título, cuantía un 5% superior al año previo, y supondrá distribuir entre los accionistas un total de 357 millones de euros. El Estado percibirá 219 millones por el 61,4% de participación accionarial que mantiene en el banco a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Con dicho desembolso, la suma total ingresada por el FROB en Bankia se elevará a 3.083 millones de euros. El grueso, hasta 2.122 millones, los obtuvo con las dos ventas de participaciones de acciones de la entidad que acometió en febrero de 2014 y diciembre de 2017, y los 961 millones restantes proceden de dividendos. Bankia abonó su primer dividendo en 2014, y al FROB le correspondieron entonces 128 millones de euros. Dicha cuantía ha registrado una evolución progresiva desde entonces: el Estado percibió 195 millones en dividendos con cargo a los resultados de 2015; 211 millones por los correspondientes a 2016; 208 millones por 2017, y los 219 millones que recibirá mañana serán por la ganancia cosechada en 2018. El banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri ha comprometido en su plan estratégico 2018-2020 repartir entre sus accionistas más de 2.500 millones de euros entre dividendo ordinario y reintegro del exceso de capital sobre el 12% CET1 fully loaded.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado, José Sevilla, comparecieron ayer ante los medios de comunicación en un encuentro previo a la junta de accionistas de la compañía hoy en Valencia. El gran tema que planeaba en el ambiente eran las consecuencias sobre su plan estratégico del retraso en la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE). Bankia había anunciado unos beneficios en función de la previsible subida de tipos; la subida se retrasa y el banco lo estaba pagando ayer en Bolsa siendo el valor más castigado del Ibex 35. El consejero delegado del banco, José Sevilla, incidía en diciembre en una jornada del sector bancario en el IESE en que “no es bueno que los tipos estén en los niveles en los que han estado por un largo periodo de tiempo. Genera distorsiones”. Pese a ello, en el banco no esperan que el contratiempo les pase una factura excesiva: se comprometen a cumplir los objetivos previstos. “Estamos dejándonos la piel para conseguirlo”, señalaba Goirigolzarri. Goirigolzarri y Sevilla están satisfechos con la evolución del banco. Los factores que dependen de ellos van bien. El año pasado consiguieron 120.000 clientes nuevos y este curso ha arrancado de modo positivo para alcanzar los 150.000. Entre enero y febrero se han sumado 27.000. Estos datos sirven también para analizar la integración con el banco BMN. Goirigolzarri tiene una amplia experiencia en integraciones y asegura que es la primera vez que ve que no se pierden clientes y se gana cuota de mercado en un proceso de este tipo. La buena marcha del negocio da argumentos al presidente para mantener que no prevé que su entidad participe en ninguna fusión, y pide al nuevo Gobierno “que tenga claro el proceso de privatización de Bankia”.…