Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Juan Rallo

La trampa del gasto público

Stephanie Kelton, asesora del político demócrata norteamericano Bernie Sanders, comentaba hace unas semanas en la cadena CNBC que el crecimiento de la deuda no es preocupante si la inflación no es demasiado alta. De hecho, sostenía que Japón lleva mucho tiempo viviendo sin problemas con una deuda elevada (235% del PIB), y que no es cierto -como dicen los contrarios a endeudarse- que las próximas generaciones tengan que soportar una pesada carga debido a su incremento. Como ejemplo ponía que la clase media americana solo podía tener motivos de agradecimiento por poder habido emerger tras la inversión monetaria realizada después de la II Guerra Mundial.   Kelton no teme por los ingresos. No cree que vaya a haber recesión en Estados Unidos, y estima que el país va a seguir creciendo los diez próximos años. Para ella es un caldo de cultivo perfecto para subir los impuestos y gastar más; lo contrario a lo que ha hecho el actual presidente, Donald Trump, al que acusa de haber hecho más ricos a los ricos con su bajada de impuestos. Como es lógico, estas tesis, perfectamente asumibles por las políticas económicas de izquierda españolas (PSOE, Podemos), no son compartidas por sus oponentes. Además de subir impuestos, la izquierda es también aficionada a la hiperregulación. Chris García, que trabajó con Donald Trump en el gobierno americano, nos contaba las ventajas que, en su opinión, ofrecen sus postulados republicanos. Han conducido a la economía de EEUU a un vigoroso crecimiento del 3,5%, por encima de las expectativas, y a la menor tasa de desempleo desde 1969, un 3,7%: “Bajar los impuestos, algo que mantendremos hasta el final de la legislatura, ha sido importante, pero aún lo ha sido más la desregulación. Esa liberación de leyes y cargas burocráticas se ha traducido en un ahorro…