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medio ambiente

Cómo ser un negocio sostenible y rentable

Que una empresa se comprometa a ser sostenible se ha convertido en un pilar fundamental en la estrategia empresarial de hoy en día. Desempeña un papel crucial su impacto en el éxito a largo plazo de las empresas. En un escenario empresarial cada vez más competitivo y consciente del entorno, la sostenibilidad se ha consolidado como un factor clave para el éxito y la supervivencia de las empresas. La necesidad de actuar de manera responsable con el medio ambiente, la sociedad y los grupos de interés ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación. La sostenibilidad como inversión La sostenibilidad, entendida como el equilibrio entre el crecimiento económico, la responsabilidad social y la protección del medio ambiente, se ha convertido en una piedra angular para la estrategia empresarial de hoy en día. Las empresas ya no pueden centrarse únicamente en la maximización de beneficios a corto plazo, sino que deben adoptar una visión a largo plazo que considere el impacto de sus actividades en el entorno en el que operan. Ser un negocio responsable y sostenible conlleva numerosos beneficios para las empresas. En primer lugar, les permite mejorar su reputación y fortalecer la confianza de sus clientes, empleados y socios comerciales. Los consumidores están cada vez más concienciados y valoran positivamente a aquellas empresas que demuestran un compromiso real con la sostenibilidad. Un ejemplo es el caso de McDonals que ha llevado su compromiso a diferentes aspectos de la empresa: envases, energía, productos de calidad, etc. Además, la adopción de prácticas sostenibles puede generar ahorros significativos a largo plazo. Por ejemplo, la eficiencia energética y la gestión responsable de los recursos pueden reducir los costes operativos y mejorar la rentabilidad de la empresa. Asimismo, la sostenibilidad impulsa la innovación y la diferenciación, ya que obliga a las…
“ESG no es un ejercicio de marcar casillas, es una herramienta de gestión de riesgos”  No existe una definición estándar para el acrónimo ESG. Medio Ambiente, Sostenibilidad y Gobernanza no significa los mismo en todo el mundo. Si bien generalmente se considera que los factores ESG abarcan los tres pilares de medioambiente, social y de gobernanza, el enfoque específico y su implementación pueden variar según el sector industrial y los factores culturales, legales y económicos.  En EEUU ha habido un enfoque creciente en la diversidad y en la inclusión como factores sociales clave en ESG. Esto está impulsado por movimientos de justicia social, así como por investigaciones que demuestran los beneficios comerciales de la diversidad y la inclusión. Sin embargo, implementar métricas de diversidad e inclusión puede ser un desafío en algunas regiones, como Europa, donde existen leyes de privacidad de datos más estrictas que limitan la recopilación y el uso de información personal.  En Europa, el enfoque en ESG tiende a centrarse más en los factores ambientales, en particular, en el cambio climático y en la necesidad de reducir las emisiones de CO2, limitar la contaminación y abordar problemas como los desechos plásticos. Esto está impulsado por los ambiciosos objetivos climáticos de la UE y por la creciente preocupación pública por los problemas ambientales.  A pesar de estas diferencias regionales, creo que el enfoque de ESG convergerá en torno a la diversidad, la inclusión y el cambio climático. Esto se debe a que estas dos áreas se encuentran entre los problemas sociales y ambientales más apremiantes que afronta la comunidad global, y es probable que las empresas que no aborden estos problemas se enfrenten a riesgos financieros y de reputación.   Desde mi punto de vista, los factores ESG no es un ejercicio de marcar casillas, es una herramienta de…
La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) ha puesto en marcha un paquete de medidas para reducir las emisiones de carbono en un 55% con respecto a valores de 1990 La Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) respalda los objetivos a largo plazo del Pacto Verde de la Unión Europea, comprometidos, tras la pandemia, con la descarbonización de los cruceros en Europa para 2050. Y es que, tal como informa Europa Press, ha puesto en marcha un paquete de medidas denominado como 'Fit for 55', con el que pretende allanar el camino al objetivo de reducción de emisiones del 55% en 2030 (con respecto a los registros de 1990). Asimismo, el organismo ha destacado que el sector tiene un papel decisivo como facilitador de los objetivos del Pacto Verde y también de los Planes de Recuperación de la UE. Por su parte, Alfredo Serrano, director de CLIA España, ha subrayado que nuestro país "tiene una labor decisiva que desempeñar y esto no será posible sin el papel activo de todas las empresas, incluida la extensa cadena de valor y el ecosistema de cruceros en el país" Sin embargo, el director general de CLIA Europa, Ukko Metsola, ha señalado que la fijación de precios de emisiones de carbono no resolverá por sí sola el desafío central subyacente, que es la inexistencia de combustibles marinos descarbonizados. "Será necesaria una mayor atención política y reglamentaria para acelerar el desarrollo de combustibles alternativos y ponerlos a disposición para el abastecimiento de combustible en los puertos europeos", ha explicado.
Miles de personas voluntarias participan este sábado una gran recogida de basura en centenares de puntos naturales de todas las comunidades autónomas de España gracias a la tercera edición de la iniciativa ‘1m2 por la naturaleza’, impulsada en el marco de ‘Libera’, proyecto abanderado por SEO/BirdLife y Ecoembes. Esta iniciativa se celebra por tercera vez después de que en 2017 tuviera lugar la primera edición en 175 lugares (como senderos, playas, riberas y puntos de especial interés ecológico) a cargo de unos 5.000 voluntarios, que recogieron más de 30 toneladas de basura en 48 provincias. La segunda gran batida nacional de recogida de basura en campos, ríos, playas y mares tuvo lugar el año pasado en 415 puntos naturales, con la participación de más de 11.000 voluntarias. ‘Libera’ ha acuñado el término ‘basuraleza’ para definir los residuos sólidos abandonados por personas en entornos naturales, lo que genera muchos problemas ambientales. Por ejemplo, se prevé que el 99% de las aves tendrán plásticos en su organismo en 2050 y microplásticos que llegan al mar acaban en la cadena alimentaria humana a través de los peces. PARQUES, PLAYAS Y MARES Entre los puntos de recogida de basura de este año hay parques nacionales como Doñana y Monfragüe, parques naturales como Lago de Sanabria, Cañón del Río Lobos y Alto Tajo, y playas, entre otros espacios. Además, está prevista la participación de submarinistas y barcos, uno de ellos en la costa mediterránea y otra en la cantábrica. Algunos organizadores de los puntos de recogida son la Fundación Patrimonio Natural (Valladolid), la asociación cultural Falla els Vents (Valencia), el Centro Náutico Flecha Extreme (Huelva), la Asociación Pajariteros de Sedano (Burgos), la protectora de caballos ADE (Barcelona), Júcar Limpio (Albacete) y la Asociación La Pedrera (Alicante). Colaboran en esta iniciativa ayuntamientos como los de Navarredonda…
Los bosques amazónicos probablemente no proporcionarán suficiente madera para satisfacer la demanda actual a largo plazo, incluso con prácticas de talas selectivas. Esta región se extiende por nueve países (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Guayana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela), lo que dificultad su gestión concertada de los recursos madereros. Así lo sugiere un nuevo estudio dirigido por el Observatorio de Bosques Tropicales Gestionados (TmFO, por sus siglas en inglés) y publicado en la revista 'Environmental Research Letters'. Camille Piponiot, de la Universidad de Guayana Francesa y autora principal del estudio, apunta que alrededor de un 20% del área total del bosque de la cuenca del Amazonas se utiliza para la producción de madera, lo que se hace generalmente mediante la tala selectiva de unos pocos árboles por hectárea, seguido de un nuevo crecimiento de los árboles. "La tala selectiva proporciona ingresos y empleo, y permite que el bosque retenga la mayor parte de las reservas de carbono y la biodiversidad de los bosques antiguos. Sin embargo, con la extracción de 30 millones de metros cúbicos de troncos de los 108 millones de hectáreas de bosques de producción natural de la Amazonía cada año, decisiones sobre el manejo de estos bosques de producción son de gran importancia", añade. Bruno Hérault, del Centro Francés de Investigación Agrícola para el Desarrollo Internacional (Cirad, en francés), indica que "muchos países amazónicos han aprobado regulaciones sobre las intensidades de registro máximas y los intervalos de tiempo mínimos entre las talas para evitar el agotamiento de las existencias de madera". "Pero estas regulaciones nacionales son insuficientes. Por lo general, el tiempo mínimo que se supone que se recuperan las existencias de madera a los niveles previos a la cosecha es de 20 a 35 años, a pesar de la evidencia sustancial de que, sin fuertes…
José María Martínez-Val es catedrático de la ETSII-UPM y presidente de la sección de Ingeniería de la Real Academia de Doctores de España Cada ser humano es una máquina energética, que en reposo disipa algo más de 100 vatios (de energía térmica) de los cuales unos 30 se generan en el cerebro. 100 vatios son lo que consume una bombilla de incandescencia clásica, que ya deberían haber desaparecido de nuestro entorno, sustituidas por LED. Pero esa actualización se resiste, en gran parte por desconocimiento del público en general, y en otra gran parte por desconocimiento de los responsables políticos, decididos a esperar a que la curva de aprendizaje la paguen otros. Pero como España es el país de los pendulazos, de tanto en tanto esos responsables deciden irresponsabilidades como la del gobierno Zapatero con la política de promoción de las renovables desplegada por el ministro Montilla en 2007, que propició dos cosas: que la mitad de la potencia fotovoltaica instalada en el mundo en 2008 fuera instalada en España (que pagó así la expansión del silicio policristalino chino); y que en España cerrara casi la totalidad de la industria fotovoltaica propia. En otras palabras: que el 30% de nuestra energía natural que se lleva el cerebro, no resulta muy eficiente a estos efectos; que son socioeconómicamente muy importantes. Si contamos lo que en media consume de energía “artificial” un homo sapiens sapiens actual, resulta que es, en media, casi 20 veces la energía de su alimentación. Y como somos 6.700 millones de individuos, el monto total del consumo energético se eleva a casi 14 TW (teravatios, o billones de vatios); lo cual representa un gran negocio mundial, donde el papel de España es prácticamente insignificante. Nuestro sector energético tiene mucho de provinciano, y como todo provincianismo, tendencia a discusiones de…
Utilicemos la imaginación. Suponga que usted tiene una empresa de tamaño mediano, con el inconveniente de que el 90% de su negocio depende de los presupuestos del Estado. De repente, llega una crisis salvaje y la Administración pasa de invertir a recortar, con lo que la parte del dinero público que a usted le daba de comer se reduce a la mínima expresión. ¿Qué haría usted? Pues sólo hay dos soluciones. La primera es cerrar. La segunda, reinventarse y diversificar su negocio encaminándolo hacia otros derroteros, donde el dinero público no sea tan importante. Obviamente esta última es más interesante para la empresa, pero entraña gran dificultad, especialmente para una empresa pequeña. A pesar de ello, Foresa apostó por el cambio con gran resultado. Fundada en Ourense en 1985, esta empresa nació para realizar trabajos forestales y de conservación de la naturaleza y, poco a poco, se fue extendiendo por toda España, hasta que llegó la crisis. “El sector depende casi en su totalidad de la inversión pública y el parón debido a la crisis ha reducido esta partida en una quinta parte. Esto ha afectado al sector, incluida Foresa. Para paliar algo los efectos en el campo de la reforestación, hemos abierto algo más nuestro abanico de actividades hacia clientes privados en el medio rural. Pero esto en todo caso supone un volumen muy pequeño de facturación”, explica Ignacio Macicior, gerente de Foresa. La solución la han encontrado en el aprovechamiento de los productos del monte (maleza, hojas, leña…) para producir energía. “Se deberían utilizar los productos del bosque, y del campo en general, para producir energía como hacían nuestros abuelos. Si se sustituyeran los combustibles fósiles de importación, se reduciría las emisiones de CO2, que en el último año han costado 1.200 millones de euros. Las posibilidades de…