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minería

Las comarcas mineras en España: la búsqueda de un futuro que brille sin carbón  

Por Elisabet Alba  Construir el presente sobre los cimientos del pasado para tener futuro: la encrucijada de los municipios mineros sin carbón. Durante décadas prefirieron desoír el final que España y Europa venían advirtiendo. El cierre del sector parecía tan lejano, casi imposible. Cómo se iba a terminar una forma de vida, una cultura, una sociedad que no es que estuviera arraigada, es que no había otra.  Con inversiones millonarias en las comarcas mineras desde los años 90, el cierre definitivo en 2018 de las minas del carbón y de las centrales térmicas han dejado a estas zonas sumidas en una crisis de actividad. Ni siquiera la negativa de los empresarios a devolver las ayudas percibidas, para rentabilizar la extracción nacional del mineral que tenía que empezar a sostenerse por sí misma, fue prueba suficiente. Tampoco se dio importancia entonces a dedicar las subvenciones para crear una alternativa económica a carreteras, polideportivos o piscinas que les daban servicios con los que sus pueblos, un día grandes y cada vez más pequeños, solo podían soñar.   Hace ya más de tres años que los augurios, que parecían catastrofistas, se hicieron realidad y ahora las cuencas tienen que apurar para no perder el último tren en forma de fondos, que esta vez prometen una Transición Justa, para aprender a vivir con otros recursos que les quedan en su tierra.   El carbón, un ‘todo’ que se agotó  Todos los municipios mineros comparten una historia pareja con idéntico final, pero la solución no es la misma para cada territorio. Han de buscar sus singularidades para convertirlas en puntos fuertes, apostar por ellas y tratar de parar la sangría poblacional que los condena a tener una pirámide invertida cada vez más envejecida que los aboca, también a ellos, a la extinción.   Hace tiempo que dejaron de…