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MLB

Deporte en Estados Unidos: una máquina de hacer dinero

"En Estados Unidos puedes intentar vender cualquier cosa porque hay dinero para comprarla”, dice Jairo Giraldo, redactor del Diario de Nueva York, el periódico en español más antiguo y más leído en la Gran Manzana. Lleva ya dos décadas investigando el negocio de los deportes en un país con una población equivalente a media Europa. Un “negocio consolidado con jugosas ganancias”, como se desprende de las cifras de la Super Bowl del pasado mes de febrero entre los Rams de Los Ángeles y los Patriots de New England en Atlanta, donde el precio mínimo de un asiento era de unos 2.400 dólares (unos 2.100 euros). “En la mayoría de los deportes (con la excepción del futbol o soccer), las entradas están vendidas antes de empezar la competición”, explica Giraldo. “La estadounidense es una economía de mercado en la que invertir mil millones en un estadio no pone en riesgo el bienestar social de nadie porque es dinero privado. Una economía de pleno empleo o de desempleo muy bajo (3.8%) le garantiza a un trabajador raso un salario semanal competitivo para gastar unos dólares invitando a su familia a un partido de béisbol varias veces al año”. Es precisamente en el béisbol, “un deporte mucho más propicio para el público estadounidense”, donde se registra quizás la mayor volatilidad de aforos: “Los momentos dulces en la venta de entradas están muy atados a los picos altos de la competición. La MLB (liga de béisbol), cuyos equipos juegan 162 partidos por temporada, suele tener estadios a medio llenar después de la mitad del calendario, cuando muchos ya han fracasado en lo deportivo, pero están a salvo en la taquilla por la venta de abonos para el año completo”, dice Giraldo. La entrada más cara del béisbol es la de los New York Yankees,…