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morosidad

Caixabank gana 814 millones y se protege por la caída en bolsa de Repsol

  La entidad no es ajena a la baja evolución que está teniendo Repsol en bolsa. Precisamente anoche ejecutó un bono convertible que tenía para vender un 2%  de la petrolera a un precio de 18 o 25 euros, por lo que su participación en la petrolera se reduce ligeramente por debajo del 10%. Eso sí Gortázar ha insistido en que “siempre hacemos movimientos tácticos entorno a nuestras participadas”. No es de descartar que podamos recuperar parte de lo que hemos bajado, pero es cuestión de ver qué hacemos día a día”, afirma. “Una gestión prudente”, ha dicho Gortázar, en unas cuentas que han sido muy positivas. Cierra el ejercicio 2015 con unos beneficios de 814 millones de euros, lo que supone un alza del 31,4% respecto al año anterior. Un buen año tras “el tsunami que ha supuesto la crisis para la banca Europea”, ha dicho Fainé. Asimismo, se ha mostrado satisfecho con la evolución del sistema financiero y cree que en estos momentos hay entidades suficientes en España, cerrando la puerta a nuevas fusiones. En los 2.516 millones de euros que ha registrado como pérdidas por deterioros de activos en 2015, la entidad financiera ha decidido destinar 1.593 millones a insolvencias, y otros 923 millones de euros que van destinados a provisionar Abengoa, así como “el total de la exposición a una hipotética sentencia que declare nulas las cláusulas suelo con retroactividad hasta mayo de 2013”, explica el consejero delegado de la entidad. El ratio de morosidad de Caixabank se situó en un 7,9%, una reducción de cerca del 40% y que supone 5.242 millones en el año. Las perspectivas de crédito para este año van en línea con lo que hemos visto hasta el momento. “Seguirá aumentando y seguirá el dinamismo económico con un fuerte enfoque al…
lofts– y empezó a generar otro tipo de problemas: “No pagaba a los proveedores ni tampoco puso nunca un euro de la cuota de comunidad y ahora arrastra una deuda de 600.000 euros”, añade. Juan decidió pasar a la acción y desde diciembre de 2009 es el presidente de la comunidad de propietarios. En este tiempo, se han tenido que incrementar un 30% la cuotas de comunidad y poner 60.000 euros para poder echar a andar. Ahora, la promotora está en concurso de acreedores y hasta que el juicio no acabe no podrá reclamar al pool de bancos –son varias entidades las que financiaron la promoción– esas cuotas impagadas.  Pero lo peor es que la pesadilla no habrá terminado, porque sabe que cuando los bancos tomen las riendas comenzará otra batalla. Como la suya, cada vez más comunidades de vecinos tienen que lidiar con un nuevo perfil de caseros: los bancos. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, las entidades financieras españolas no sólo han visto contaminados sus balances por culpa del ladrillo sino que, además, se han convertido de la noche a la mañana en propietarios de miles de inmuebles de los que se tienen que encargar hasta que consigan vender. Por desahucios o quiebras, los inmuebles han cambiado de manos y, en su nuevo papel, las entidades deben pagar las cuotas de comunidad e impuestos como el IBI, ponerse en comunicación los proveedores de la luz y el agua, reparar posibles daños...  Un negocio al que no están habituados y que, como reconoce Javier Sieyro, director de Procedimientos y Ventas de la Unidad de Gestión de Activos Singulares de NCG Banco, “supone un dolor de cabeza y no es un plato de buen gusto. Implica perder dinero, problemas y una necesidad de gestión". La suya es una de…