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Premo

Premo: el cerebro malagueño que conquista el mundo

Premo nació en Barcelona en 1962, pero su historia empezó a cambiar en 1995. Aquel año sus dirigentes buscaban una empresa que les desarrollara un tipo de componentes clave para facilitar la transición de la telefonía móvil analógica a la digital. En ese momento solo los creaba una compañía de Illinois (Chicago) para Motorola. Comprarlos salía muy caro a los fabricantes europeos (Nokia, Ericsson). Pidieron a Premo que investigara una alternativa más barata. La búsqueda terminó en Málaga. Allí apareció Ezequiel Navarro. El actual consejero delegado de Premo estaba entonces en su último año de la carrera de ingeniería industrial y era becario de investigación en la Universidad. Acogió el proyecto junto con su posterior socio en Premo y hoy director de operaciones. Desarrollaron con éxito los componentes en el marco de un convenio universidad-empresa; se vendieron millones, se creó una línea de automática en Suiza que se instaló en Málaga, se hizo una inversión relevante en el Parque Tecnológico de Andalucía, ubicado en Málaga, para trabajar en el proyecto… El trabajo siguió avanzando, y en 1998 se plantearon por qué no aplicar sus conocimientos de tecnología móvil y los de magnetismo de Premo a las llaves de los coches: “Tenían un inmovilizador electrónico que era un módulo que llevaba una antena a medida que había que desarrollar artesanalmante. No se podía crear de modo automático y estándar, algo que estaba ya muy superado con los móviles. Compraban un módulo que llevaba un microprocesador y lo ponían en una llave que llevaba otro microprocesador. ¿Por qué no les explicamos que pueden ahorrar mucho dinero si se lo hacemos nosotros?”, se preguntaba Ezequiel Navarro. El ingeniero lo veía muy claro, pero a los potenciales compradores les podían los prejuicios: “¿Que vienes de Málaga, donde las cervecitas y el solecito? ¿Vendes al…
En España hay 140 empresas que facturan más de 1.000 millones de euros y poco menos de 200 que ingresan entre 500 y 1.000 millones. Este mercado, conocido como el de grandes empresas, es reducido en relación con potencias como Alemania, Francia, Reino Unido o Estados Unidos, pero el problema no acaba ahí. El salto hasta el siguiente gran grupo de empresas es largo en nuestro país. El 99,8% de compañías en España son pequeñas: de los 3.335.403 de empresas que hay en nuestro país, 3.330.971 son pequeñas o medianas; el 94% de estas últimas tiene entre 0 y 9 empleados. En un entorno global como el de hoy, es necesario tener tamaño para poder competir. Para conseguirlo, han surgido iniciativas como la Fundación CRE100DO. Esta organización, surgida al principio como programa país y convertida actualmente en fundación, pretende ayudar a las empresas medianas a convertirse en grandes. “Buscamos empresas que facturen entre 50 y 300 millones. Creemos que hay mucho potencial en ese segmento, que ha estado muy abandonado. Identificamos casos significativos, con un potencial de crecimiento alto, y los incluimos en programas de alto rendimiento para que sus directivos compartan experiencias y abran camino al resto. El año pasado alcanzamos las cien empresas, que era el objetivo para estos cinco primeros años. Los directivos pertenecen a sectores diferentes y se ayudan mucho”, explica César Tello, director general de la institución. La iniciativa ha captado también el interés de grandes empresas. Se han prestado a contribuir y a servir de palanca de crecimiento. Entre ellas están PWC, Telefónica, Garrigues, la escuela de negocios IESE o el Foro de Marcas Renombradas. Se reúnen una vez al mes en Madrid para compartir experiencias. Además, CRE100DO desarrolla otras actividades hasta alcanzar las treinta al año. El ecosistema está formado por empresas tan…