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protagonista

Chanel, el aroma eterno

Por Cristina Cereceda Coco Chanel (1883-1971) hizo muchas cosas antes que el resto de las mujeres. Fue una revolucionaria que supo ver el futuro a través de sus diseños y que ayudó a instaurar un nuevo concepto de costura en una época en la que la mujer ceñía su cuerpo desde el pecho a las caderas con corsés. Coco participó en la liberación de la mujer e impuso una nueva forma de vestir tomando prestadas incluso algunas prendas del armario masculino. Ella fue además la primera modista que se adentró en el universo del perfume y lo hizo capturando a la perfección el espíritu de libertad y cambio de los “locos años 20”. Para 1918 ya había abierto su primera casa de costura en el Nº31 de la Rue Cambon de Paris, pero no fue hasta tres años después, en 1921, cuando lanzó el perfume Chanel Nº5. Por ese entonces, Europa sufría las consecuencias de la primera guerra mundial y vivía bajo dos amenazas: el fascismo y el comunismo, cuyo origen está en la revolución rusa. Es en su vinculación con este país, Rusia, donde se encuentra el germen de Chanel Nº5. Aunque Coco tenía en su cabeza el aroma que quería (la premisa era conseguir “un perfume de mujer con olor a mujer”) y se había dedicado a estudiar y aprender el arte y la ciencia de las fragancias, la diseñadora necesitaba a un profesional que materializase sus ideas. El encargado fue Ernst Beaux, un perfumista francés de origen ruso que tuvo por clientes a los miembros de la dinastía Romanov. Aunque se ha dado por seguro que Coco conoció a Ernst a través del duque Dimitri Pavlovich, con quien mantenía una relación sentimental (affaire que llegó a inspirar en 2019 la colección de joyas de la maison ‘Le…