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La fuerza sindical y la operativa con pérdidas, 'agujeros' de la gestión de las empresas públicas

Están obligadas por su propia naturaleza (y la del Gobierno de turno) a seguir ofreciendo sus servicios a pesar de las pérdidas y esto tiende a aumentar el precio de los mismos  Las empresas públicas son el eje vertebrador de los países más avanzados de nuestro entorno. Desarrollan funciones de todo tipo, dan trabajo a cientos de miles de personas y, sobre todo, conforman un ecosistema laboral único que hace que miles de trabajadores se planteen hacerse un hueco en este mundo cada año.  Independientemente de su funcionalidad, las empresas públicas, en términos generales, demuestran ser menos rentables, y con una burocracia intrínseca que suele amenazar con tambalear los propios cimientos de la institución.  Si bien es cierto que no todas las empresas son privatizables, y que es incluso beneficioso para el buen funcionamiento del Estado que algunas compañías locales sean de índole pública, resulta curioso observar las grandes diferencias existentes entre las instituciones públicas y las privadas.  Rentabilidad e intervención estatal  José Ramón Pin, economista y profesor emérito del Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones en IESE Business School, analiza esta situación con Capital. En opinión de Pin, las empresas públicas “mejoran mucho si tienen dos características: la primera es que su clientela se base no solamente en el sector público, sino también en el sector privado, incluso internacional. Y la segunda es tener una gobernanza estable y especialmente una participación de empresas privadas en el Consejo de Administración, sobre todo, si cotizan en bolsa. Porque tienen que cuidar de sus accionistas”.     “Si cada cuatro años cambias el órgano de gobierno, no puedes tener una estrategia consolidada a largo plazo”  José Ramón Pin Las empresas públicas, como cualquier otra empresa, también buscan ser rentables, pero no es su máxima. Ofrecen un servicio, pero en muchas ocasiones,…
Según los datos publicados este jueves por el Banco de España, la deuda del conjunto de las administraciones públicas registró un incremento del 1,4% en febrero respecto a enero y en un solo mes sumó 18.601 millones de euros, marcando un nuevo máximo histórico de 1,36 billones de euros, por lo que ya roza al 120% del PIB En el último año, la deuda de las administraciones públicas ha crecido un 13,8%, al sumar 165.256 millones respecto a febrero del año pasado, cuando la cifra alcanzó los 1,20 billones de euros. El incremento de la deuda en febrero se debe a un nuevo aumento del endeudamiento del Estado, que ha tenido que hacer un esfuerzo extra de gasto debido al impacto de la crisis del coronavirus, como consecuencia del establecimiento de los sucesivos estados de alarma y los reales decretos aprobados para paliar la crisis. El último de ellos, dotado con 11.000 millones, de los que 7.000 millones serán ayudas directas. Por su parte, las comunidades autónomas redujeron su deuda en febrero, mientras que las corporaciones locales y la Seguridad Social han mantenido más o menos estable su endeudamiento en el segundo mes del año, con un ligero aumento en el caso de los ayuntamientos. EL ESTADO ELEVA SU DEUDA EN MÁS DE 19.000 MILLONES Así, la deuda del Estado subió en febrero un 1,6% respecto al mes de enero, con 19.039 millones más en un mes, hasta la cifra de 1.187.741 millones de euros. Respecto al año anterior repuntó un 11,6%, sumando 123.872 millones en los últimos 12 meses. Por su parte, la deuda de las comunidades autónomas se redujo ligeramente en febrero, con un descenso respecto a enero de 441 millones de euros, un 0,14% menos, hasta los 302.892 millones. Eso sí, en el último año la deuda…