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Elena García Armada, pionera mundial en robótica pediátrica: “El verdadero progreso se logra gracias a la investigación ”

Este 11 de febrero, la ingeniera que se ha ganado a pulso el calificativo de 'la reina de la robótica' celebra con Capital el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, Elena García Armada No estudió Filosofía, pero su nombre podría firmar el principio de que el mayor acto de generosidad es plantar árboles bajo cuya sombra no se sentará nunca. Vallisoletana, madre y líder el grupo de jazz Owl es también ingeniera industrial, doctora en Robótica y poseedora de un currículum que la sitúa entre los diez científicos más brillantes de nuestro país. Pero lo que ha convertido a Elena García Armada en la primera española cuyo nombre está entre los perfiles más destacados del mundo tecnológico, no ha sido solo su gran preparación y esfuerzo, sino su altruismo. Transitando por la senda en la que las mayores alegrías son las que procuramos a los demás, hace trece años se cruzó con una niña con tetraplejia. Levantó la vista de los robots orientados a la industria que entonces diseñaba en el CSIC y miró hacia otro lado de la investigación: la ciencia aplicada a la salud. Aquella pequeña, Daniela, condenada a no poder moverse cambió la vida de la investigadora. Entonces, Elena quiso también cambiar la de los 120.000 niños que padecen enfermedades neuromusculares degenerativas, 2.000 solo en nuestro país, y, como a ellos, a la de los 17 millones afectados en todo el mundo por distintos trastornos que les impiden la movilidad. Este 11 de febrero, la ingeniera que se ha ganado a pulso el calificativo de 'la reina de la robótica' celebra con Capital el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia: “Celebraciones como esta son muy importantes. Tanto para reivindicar todo el talento femenino que hay en la…
La transformación digital y la Inteligencia Artificial son cada vez un elemento primordial en las empresas. Stratesys es una multinacional de servicios digitales que ayuda a sus clientes en su camino hacia la transformación digital y a conseguir sus objetivos mediante el desarrollo de soluciones tecnológicas y de negocio. Ramón Montané es cofundador hace ya casi 24 años de Stratesys y en 2020, pasó a ser CEO. Sus tareas se centran en la gestión y toma de decisiones estratégicas para la compañía, así como se encarga del posicionamiento de la empresa. Montané comenta para Capital el impulso de la Inteligencia Artificial y robotización en las empresas, así como el auge del teletrabajo. ¿Cómo ayudan a las empresas con escasos recursos a conseguir la transformación digital? En muchas ocasiones y, en particular, en compañías de menor tamaño o recursos escasos, desplegar un programa de transformación digital implica introducir cambios radicales en la operación y cultura de la organización, evolucionando hacia un modelo en el que la tecnología pasa a jugar un papel protagonista. Ciertamente estos procesos de transformación demandan tiempo y consumen recursos internos y externos, pero no requieren la inversión en tecnología que muchas empresas piensan. Cualquier compañía puede y debe afrontarlo, especialmente las que acusan un gap digital que les resta competitividad. Lo realmente importante es entender por qué se debe implementar. Una vez la empresa lo ha comprendido, les ayudamos a diseñarlo y desplegarlo, adaptándolo a los recursos disponibles y a las características de la organización y, muy importante, a los requerimientos del sector en el que opera. ¿La digitalización está al alcance de todas las empresas y empleados? Completamente. La digitalización es hoy en día un imperativo para adaptarse a los cambios presentes y futuros. A pesar de que los procesos de transformación tecnológica y digital con…
Cómo será el trabajo del futuro es una de las grandes incógnitas que en muchos casos se gustaría conocer. El avance tecnológico y el desarrollo de nuevas habilidades hacen presagiar un giro radical a la forma de trabajar tal y como se conocía. Sin embargo, el informe MIT Task Force recoge varias tendencias al respecto que ayudan a discernir cómo se desarrollará. “El apocalipsis del trabajo por culpa de los autómatas no está en un horizonte inmediato”, señala este informe que augura que las innovaciones provocarán que algunas tareas serán realizadas por máquinas pero que esto no eximirá de la creación de nuevos puestos de trabajo. “Más que una revolución robótica en el trabajo, estamos siendo testigos de una evolución tecnológica gradual”, reza este informe en el que se señala que más de seis de cada diez de los trabajos que se hacían en 2018 no existían en 1940. Un cambio radical en el paradigma que plantea numerosos retos para el futuro a tener en cuenta. “El cambio tecnológico está reemplazando puestos de trabajo existentes y creando nuevos empleos, no eliminándolos todos a la vez”, concluye el informe. Además, subraya, la robótica no reemplazará a la mano de obra humana, sino que aumentará su capacidad y productividad: “No es que los robots vayan a llegar mañana y no hay nada de que podamos hacer al respecto, sino que la tecnología es un agregado a las decisiones humanas”.
Verónica Pascual volvió en el verano de 2003 a Burgos, la localidad en la que creció, con una misión clara: ayudar y reimpulsar la empresa que sus padres habían creado en 1982. ASTI (Automatismos y Sistemas de Transporte Interno) se dedicaba a realizar proyectos a medida tecnológicos y no atravesaba por un buen momento. Pidieron a Verónica, ingeniera aeronáutica, que regresara de París para ponerse al frente y así lo hizo, no sin antes dejar su trabajo en el grupo industrial Bouygues. La intención era que estuviera solo dos años, pero ya han pasado diecisiete y las cosas van muy bien. Verónica y su equipo apostaron por una nueva línea de negocio que está resultando ser un éxito: los vehículos automáticos para procesos industriales de grandes fábricas y empresas. El acierto se refleja en la evolución de la compañía: cuando llegó Verónica tenía veinte empleados; ahora cuenta con 318 y ha multiplicado su facturación por más de veinte, hasta alcanzar los 37 millones de euros. “El plan era seguir creciendo a un 30% anual, pero los ingresos de este año dependerán del Covid-19. Muchas industrias han parado sus inversiones hasta visibilizar mejor los efectos de la pandemia. Probablemente tengamos que esperar a 2021 para lograrlo”, indica Pascual. El objetivo es quintuplicar la facturación en 2023, aunque esta meta también se verá previsiblemente afectada por el coronavirus. En cualquier caso, Pascual confía en la estrategia que han trazado. El panorama de la empresa cambió radicalmente en 2008. Fue el año en el que Verónica compró la compañía a sus padres. Transcurrido este tiempo, ASTI ha pasado de ser una compañía pequeña, centrada en España y en proyectos a medida, a tener presencia en más de veinte países, con filiales en nuestro país, Francia, Alemania y Estados Unidos, y a trabajar mano…