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sistema bancario

Los problemas de reputación de la banca

“Ha llegado el momento de que los banqueros sean conscientes de su divorcio con la sociedad y se pregunten a qué van a renunciar”  “No eres lo que tú crees ser, eres lo que transmites”. Esa cita no deja de ser una definición de lo que llamamos reputación y ese, hoy en día, es el principal problema de la banca española.  Los bancos se han convertido en el enemigo público número uno para el Gobierno y para la mayoría de la población española.  ¿A qué es debida esa mala reputación? La actividad de cobrar por prestar dinero nunca ha sido muy popular, pero lo cierto es que un buen sistema financiero es clave para el crecimiento económico.  Entre la caricatura del banquero con un puro en la mano y la imagen de un sistema bancario que aporta la sangre del sistema económico hay un abismo. La misma distancia que existe entre los populismos políticos, que presentan a la banca como el gran enemigo del ciudadano, y los banqueros, que achacan su mala reputación a un ‘déficit’ de comunicación.  La realidad actual de la banca no se puede entender sin recordar lo que sucedió en la crisis de 2008. Un tsunami se llevó por delante gran parte del sistema bancario español y, para evitar su hundimiento total, el Estado otorgó ayudas públicas por valor de 54.353 millones de euros. Justo en ese momento empezó el divorcio entre la opinión pública y los banqueros.  Mientras que la opinión pública veía injusto que el Estado salvase a los bancos y no a los ciudadanos, los banqueros consideraron que se trataba de una medida para ayudar a la población. Si se hunden los bancos, los ciudadanos pierden sus ahorros, ese fue su razonamiento. Aquel fue el primer gran desencuentro.  Para salir de la crisis,…