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subida de impuestos

Todo conduce a una subida del IVA

Borja Carrascosa, director de Capital El debate reciente sobre las decisiones que vendrán en materia fiscal en las comunidades autónomas es tan virulento, como estéril. Más allá de criterios morales o políticos, los dos tributos que más están centrando las discusiones entre el Gobierno y las regiones no tienen capacidad recaudatoria suficiente como para salvar al Estado de la quiebra. Patrimonio -el llamado “impuesto a los ricos”- y Sucesiones y Donaciones -tildado como el “impuesto a la muerte”- apenas ingresan conjuntamente en torno a los 3.400 millones de euros. Patrimonio recauda cerca de 1.100 millones en el conjunto de las regiones que lo aplican -Cataluña recauda casi la mitad, 500 millones-, y, de verse Madrid obligada a retirar la bonificación, apenas aportaría 450 millones. El segundo, por su parte, percibe en torno a 2.300 millones, y su imposición homogénea en todas las administraciones autonómicas aportaría apenas 800 millones extra, según cálculos preliminares de Equipo Económico. Es decir, la suma de la subida en ambos tributos, que centra la “pelea” de los gobiernos regionales, no llegaría a los 1.300 millones. Eso, en un año económicamente “normal”. Para este ejercicio, el “agujero” previsto entre ingresos y gastos de la Administración Pública española -Estado, comunidades autónomas y corporaciones locales- es del 7,7% del PIB. Esto supone que el sector público gastará aproximadamente, y tirando por la horquilla baja, 90.000 millones de euros más de lo que ingresará. Los 1.300 millones de la subida homogénea de Patrimonio y Sucesiones apenas representan el 0,1% del déficit y el 1,5% del dinero que debería recaudar España -o recortar- para cuadrar sus cuentas públicas. El impacto es ridículo. En comparación, los principales “nudos gordianos” tributarios que nutren la inmensidad del gasto de la Administración son el IRPF (86.900 millones de euros en 2019, el 40% del total);…
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha comparecido este miércoles en la Comisión de Presupuestos del Congreso para exponer su visión de las nuevas cuentas públicas que pretende aprobar el Gobierno de Pedro Sánchez. Unos presupuestos que son "optimistas" para el organismo pero no tanto en determinados puntos como la subida de impuestos. Para Hernández de Cos, “hubiese sido preferible retrasar” la subida de impuestos “hasta que la recuperación económica fuera más robusta”, ya que la economía española presenta “evidentes síntomas de fragilidad” y está “sometida a considerables riesgos a la baja” por la evolución de la pandemia de la Covid-19. Como consecuencia, el gobernador del Banco de España ha señalado que los datos “no aconsejan un aumento generalizado de la presión fiscal”. También ha hablado sobre la subida de las pensiones y de los sueldos públicos que prevén los Presupuestos del 0,9%. Una propuesta sobre la que Hernández de Cos ha señalado que los riesgos sobre la inflación “están sesgados a la baja” y en consecuencia esta previsión “superará claramente” la inflación final. Es decir, las retribuciones crecerían por encima del IPC en un momento de “importante destrucción de empleo y de un deterioro muy acusado sin precedentes en las cuentas públicas”. Por eso, para el gobernador del Banco de España “sería más conveniente que, en lugar de incrementos salariales generalizados”, se contemplasen ”aumentos más focalizados” en sectores como el sanitario.