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Miguel Carsi (Toyota): "El hidrógeno puede convertirse en el pilar de la industria automovilística"

El presidente de Toyota y Lexus asegura que "la industria de la automoción es una de las más expuestas a cambios normativos y regulatorios" La industria de la automoción es un importante motor de crecimiento y prosperidad a nivel mundial. En primer lugar, por su contribución social, al facilitar la movilidad de las personas de forma eficiente, segura y asequible. Y económica, como motor de innovación, generador de empleo de calidad y pilar del comercio internacional. En el caso de España, se ha convertido en un puntal de nuestra industria y un referente a escala mundial, gracias a una gran capacidad de producción y una elevada productividad, derivada de una mano de obra cualificada y un alto nivel de automatización de las plantas. Capital conversa con Miguel Carsi, presidente de Toyota y Lexus en España, que analiza el presente y el futuro del sector en nuestro país. ¿Cómo cree que va a “arrancar” de nuevo el sector del automóvil en España? Como todos los lectores de Capital bien saben, la situación del sector del motor es y lleva tiempo siendo complicada por diferentes factores: la pandemia y la crisis económica asociada a ella, la fiscalidad, las nuevas regulaciones medioambientales… Todo ello configura un futuro incierto para el negocio, pero todos los agentes implicados en el desarrollo del mismo estamos trabajando para salir de las dificultades cuanto antes. Para ello, nada mejor que aplicar la política que Toyota tiene en su ADN: poner al cliente en el centro de todas las actividades que se realicen. De esta forma, se le pueden ofrecer siempre aquellos productos y servicios que demande en cada momento y que mejor se adecuen a sus necesidades. Gran parte de la producción de automóviles de España se exporta, especialmente a países europeos. ¿Cómo está reaccionando la demanda a…
El fabricante japonés de automóviles ha nombrado al británico Matt Harrison nuevo presidente y consejero delegado de su división europea (Toyota Motor Europe) y consejero delegado de la región europea de Toyota Motor Corporation, según informó la empresa en un comunicado. Toyota destacó que Harrison reemplazará en el puesto a Johan van Zyl, que dejará sus actuales responsabilidades el próximo 1 de abril y que pondrá fin a su etapa como máximo responsable en Europa de la compañía, que se inició en abril de 2015. Harrison ejercía hasta la fecha como vicepresidente de Toyota en Europa y se incorporó a la multinacional asiática en el año 2000 y desde entonces ha ocupado diferentes puestos de responsabilidad en la región europea. Al frente de la división europea de la compañía, el directivo trabajará para continuar la transformación de Toyota de una compañía de automoción a una de movilidad y se centrará en alcanzar los objetivos del plan de negocio de la empresa, que aspira a vender 1,4 millones de vehículos en Europa en 2025 y estima lanzar 10 modelos eléctricos y al menos cinco híbridos enchufables.
Shanghai y Pekín son dos buenos ejemplos del espectacular crecimiento de la industria del automóvil en China, el país en el que ya se venden más vehículos en el mundo y que está llamado a convertirse en La Meca de los fabricantes de coches en los próximos años. En ambas ciudades hay ya saturación de vehículos, pero cada localidad la ha gestionado de modo diferente. Mientras que en Shanghai se ha invertido en infraestructuras, hay más autovías y el tráfico es más o menos fluido, en Pekín hay unos atascos descomunales y se sigue restringiendo la circulación a un día u otro en función de la matrícula, una medida que se implantó en las Olimpiadas de 2008. Por las calles de Shanghai y Pekín circulan coches occidentales de importación, un capricho que la clase alta valora por su mayor calidad, mientras que en las provincias pobres se venden vehículos locales producidos por 120 fabricantes de los que nunca se ha oído hablar. El paisaje en China es un buen escaparate para preguntarse quiénes van a ser los protagonistas del futuro en la industria del automóvil.“El mercado va a crecer entre un 5% y un 10% en los diez próximos años. Es menos que antes, pero significa que en China se venderán dentro de una década entre el 30% y el 35% de los vehículos de todo el mundo, el doble de lo que se hace ahora en Europa y EEUU. Cualquier fabricante de coches o de componentes que quiera pintar algo deberá estar aquí”, señala Jan Borgonjon, presidente de InterChina, una de las principales consultoras de automoción del país. Otra cosa es quién reinará en este inmenso mercado. Según este belga, que lleva treinta años viviendo allí, el 70% de las ventas se lo llevan actualmente las marcas internacionales; el…