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François Monti: "El vermut forma parte de cócteles tan icónicos como Dry Martini, Manhattan o Marguerite"

"La personalidad de esta bebida la aportan los componentes y hierbas del extracto aromático" Periodista y escritor belga afincado en España desde 2009. Su pasión es la mixología, y la ha convertido en su trabajo, escribiendo en medios internacionales y con la publicación de varios libros.   Su primer libro publicado en castellano, en el año 2015, fue El Gran Libro del Vermut con más de cien maneras de tomárselo. ¿Por qué eligió este vino?  Estaba en un buen momento el vermut. Después de unos años de caída, hacía dos o tres años que estaba resurgiendo y me pareció interesante darlo a conocer y llenar este hueco.  ¿Qué cree usted que marca la diferencia entre los diferentes vermuts?   Creo que es la combinación de hierbas aromáticas, especias y cítricos. Aunque un vermut tenga un 75% de vino como mínimo, al final lo que le va dar personalidad es la elección que se haya hecho de los componentes del extracto aromático. Aunque en los últimos años estamos viendo que los productores están cuidando mucho la calidad del vino base.   Se tiene la idea de que los vinos base de los vermuts eran vinos “peleones”…  Bueno, sí, eran vinos de mesa que se podían beber, pero no eran vinos finos. En los últimos años, estamos viendo que los productores están cuidando mucho la calidad del vino base, así como la variedad de uva que se utiliza para la elaboración del vino destinado a elaborar el vermut.  ¿Estos vinos base son vinos jóvenes o tienen algo de crianza en barrica?  Suelen ser vinos jóvenes, a excepción de los que se elaboran en el Marco de Jerez, que se hacen con vinos de crianza. Por ejemplo, Valdespino acaba de sacar uno que hacen con un oloroso que en botella tendrá ocho años.  De forma general,…
El vermut recupera posiciones en España tras ponerse de moda en el la última década Quedar a tomar un vermut significaba en España tomar un aperitivo con algún picoteo, aunque lo que se bebiera en el vaso fuera otro líquido distinto. En la segunda mitad del siglo XX, el vermut cayó en desgracia, ya que se consideraba un vino antiguo y pasado de moda. En el siglo XXI ha repuntado y, en la actualidad, son muchas las bodegas españolas que lo elaboran. Y, además, de una excelente calidad.  La semilla de lo que sería el vermut hay que situarla en Alemania. En el siglo XVI, en un monasterio decidieron añadir al vino que ellos mismos elaboraban unas ramitas de ajenjo, que era muy conocida por sus efectos beneficiosos para el estómago, y, a la vez, por sus efectos estimulantes. Este vino de ajenjo lo llamaron Wermutein (en alemán) así que Wermut significa “ajenjo”.  Con esta hierba se preparaban otros licores, pero hubo uno, la famosa absenta, que, además de ajenjo, contenía hinojo, anís y otras hierbas. Era una mezcla explosiva con una alta graduación alcohólica, que se puso de moda en París en el siglo XIX y que consumían en grandes cantidades ilustres escritores, pintores e intelectuales como Oscar Wilde o Toulouse Lautrec, entre otros. A veces se ha querido ligar la absenta con el vermut, pero no tiene nada que ver.   El auténtico origen del vermut hay que situarlo en la ciudad de Turín, ubicada en la región italiana del Piamonte, en el año 1786. El Piamonte, Saboya y la isla de Cerdeña formaban el entonces Reino de Cerdeña. Las regiones del Piamonte y Saboya eran tierra de vinos y, desde hacía décadas, elaboraban vermuts artesanales, infusionando hierbas en vino.  Sería el bodeguero Antonio Benedetto Carpano de Turín quien…