Lorenzo Amor (ATA) y Eduardo Abad (UPTA) cuentan a Capital sus propuestas para aliviar la delicada situación de los autónomos españoles
Los últimos datos de afiliación al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) arrojan luces y sombras que las asociaciones más representativas observan con cautela. Desde ATA se habla de crecimiento en marzo con respecto a febrero, si bien el global arroja una cifra menor interanual. Esto es, hay 1.300 autónomos menos que el año pasado, aunque 11.185 más que en febrero.
Por su parte, en UPTA destacan que el empleo está yendo bien en el arranque del año y, de hecho, esperan que esa sea la senda por la que discurra 2023. Con todo, ambas asociaciones son conscientes de los retos a los que se enfrenta el trabajo por cuenta propia.
Así lo han explicado los presidentes de las dos organizaciones a Capital, quienes también han compartido sus propuestas. Lorenzo Amor (ATA) destaca que una de las prioridades de las Administraciones debe ser ayudar a innovar, de forma que se cree una red de autónomos más competitiva y resiliente.
Algo similar dice Eduardo Abad, de UPTA, quien pone el foco en la "calidad" de los autónomos y no tanto en la cantidad. De hecho, pone un ejemplo. Por un lado, están los emprendedores que se lanzan a ser autónomos como último recurso, capitalizan su prestación de desempleo y la dedican a crear su propio negocio.
En este caso, se crea un proyecto, una idea que deben demostrar al SEPE para acceder al pago del resto de su prestación de desempleo. De entre los negocios que nacen de esta forma, tan solo el 20% se ve obligado a cerrar antes del segundo año.
Por el contrario, existe la posibilidad de acogerse a la tarifa plana, una cuota bonificada para poder desarrollar la actividad como autónomo. En este caso, la mortalidad antes del segundo año asciende hasta el 87%, lo que para Abad demuestra que la cuestión no consiste en animar al autoempleo porque sí, sino que el objetivo debe ser promover ideas de negocio rentables y resilientes.
Con esos mimbres en mente, ATA y UPTA lanzan propuestas diferentes en vísperas de las elecciones autonómicas y municipales. Amor se muestra muy claro: "Que los autónomos dejen de ser la financiera, el banco del Estado".
La medida consiste en que se reduzcan los porcentajes que pagan los autónomos en concepto de retenciones profesionales y de pagos a cuenta. "Pagamos el 15% en retenciones profesionales y el 20% en pagos a cuenta", dice Amor, quien añade que por el aumento de los gastos el colectivo va a "adelantar un dinero que con toda seguridad nos tendrá que devolver Hacienda cuando hagamos la renta del año que viene".
Eso significa que los autónomos están adelantando un dinero que necesitan y que probablemente se les tenga que devolver. Por ello, ATA propone que los tipos por estas figuras se reduzcan al 10% en el caso de las retenciones profesionales y al 15% en el de los pagos a cuenta. "Esta medida es ágil y rápida", insiste Amor.
Eduardo Abad apunta sobre los mayores de 52 años. Al igual que ocurre con los asalariados, Abad señala que los autónomos de estas edades que cierren sus negocios deberían poder contar con un subsidio.
Entre sus propuestas, señala una concreta para que los ayuntamientos españoles apoyen el comercio: "Que desarrollen mecanismos propios para ayudar a los negocios de los pueblos y ciudades de España, de manera que puedan competir con las grandes estructuras de la distribución".
En cuanto a lo que se ha dado en llamar 'España vacía', cree que debe haber una discriminación positiva para quienes desarrollan su actividad en los pueblos. "Son capaces de generar empleo y riqueza económica en nuestros pueblos", sostiene Abad, por ello pide que se establezcan condiciones diferentes "desde el punto de vista económico, de promoción y de fiscalidad".
Por último, considera que se necesita una transformación del tejido productivo: "Ya no más comercios, por Dios", reclama. En su opinión, se necesita impulsar actividades que no saturen el mercado y sean capaces de adaptar su oferta a la demanda.
