La crisis energética y la mayor concienciación medioambiental aumentan las inversiones en las energías renovables, que se han convertido en una realidad para cualquier tipo de inversor
Las energías renovables se han convertido en uno de los principales atractivos económicos de España para la economía mundial. Según la edición Climatescope publicada por la compañía de investigación BloombergNEF, España se ha convertido en el tercer país del mundo con más atractivo de inversión en transición energética. Un cambio que está siendo últimamente muy comentado ante la actual crisis energética que está sufriendo el país debido a la falta de un nuevo modelo que pueda detener los altos precios.
A pesar de todo, la inversión sigue creciendo, llegando hasta cifras de más de 25.000 millones de euros de inversión en 2021, que sitúa a España entre los 10 que más inversión realiza, según datos de la Moncloa. Sin embargo, esta cuantía solía estar centrada en las grandes empresas energéticas del país y en inversores institucionales que junto al Gobierno movían gran cantidad del montante de inversiones en energías renovables.
Esta tendencia está cambiando últimamente debido a regulaciones, como la de 2019 sobre el autoconsumo en solar, que retiró el impuesto al sol y permitió la instalación de placas solares en grandes terrenos y comunidades, entre otras.
Capital ha podido hablar con dos empresas que acercan este tipo de inversiones a particulares que no pueden llevar acabo grandes inversiones o no disponen de la capacidad para tener las infraestructuras necesarias para poder beneficiarse de las energías renovables; Barter Energy y Fundeen.
Energía solar y fintech
La primera de ellas, Barter, se trata de un modelo de negocio centrado en crear comunidades que en conjunto comparten la energía solar creados por sí mismos a través del autoconsumo compartido. Isabel Reija, CEO de la empresa con experiencia previa en otras empresas del sector como Feníe Energía, explica que "su principal actividad es la búsqueda de superficies solarizables que se puedan monetizar". Y es que Barter se encarga de la búsqueda de esos tejados de bloques de edificios o casas particulares que puedan llegar a tener una alta capacidad de horas diarias de sol como para abastecer al conjunto de esa comunidad para luego comercializar esta energía.
"Nos encargamos de realizar una valoración del entorno calculando los clientes potenciables y buscando una inversión a largo plazo", añadía Reija. Una inversión en la instalación que en todo momento corre a cargo de la propia empresa, evitando los grandes costes iniciales que puede llegar a tener este tipo de inversión y que espanta a una gran cantidad de clientes. La instalación de placas solares con la potencia mínima pico que suele ser 2 kwp (unidad de medida usada para comparar el rendimiento de energía solar fotovoltaica) no suele bajar de los 4.000 euros y aquellas que tienen una potencia ya superior, sobrepasan de manera clara los 8.000 euros según la media de mercado.
La segunda, Fundeen, es una plataforma de Fintech que permite a cualquier tipo de ciudadano invertir en proyectos medioambientalmente sostenibles y recibir beneficios de sus inversiones. Su principal característica es que no recurren a fórmulas tradicionales a la hora de financiarse, no recurriendo a bancos ni a fondos de inversión, buscando así una mayor transparencia y fiabilidad. La inversión mínima es de 500 euros, pero desde la compañía aseguran tener " unos inversores con un fuerte sentido de la responsabilidad social y de su impacto en el medioambiente".
Este tipo de inversor no es el habitual en las energía renovables, que hasta el momento habían quedado relegadas principalmente a inversores institucionales de gran calado, sin embargo, desde Fundeen declaran "tener inversores que en la gran mayoría de casos son muy fieles reinvirtiendo sus ganancias en proyectos futuros".
"Son personas que buscan una rentabilidad interesante, pero que quieren contribuir a un mundo mejor, y saben que están aportando su granito de arena para conseguirlo" añadían.
Las energías renovables cotizan al alza
El sector de las energía renovables crece considerablemente. Solo en 2021 hubo un crecimiento del 4,7% mundial en comparación al año pasado y las previsiones para 2022 son aún mayores, teniendo en cuenta la incorporación cada vez más países y corporaciones al compromiso verde.
"Sin duda la inversión en energía renovables está en auge. La ciudadanía cada vez es más consciente de los beneficios que puede obtener si, en vez de invertir en activos más intangibles u oscuros, rentabiliza sus ahorros en un producto que además de tener un retorno muy interesante contribuye a generar un efecto positivo en nuestra sociedad" comentaban desde Fundeen.
En el caso concreto de la energía solar, la capacidad fotovoltaica residencial ha crecido en un 30% en el último año y un 15% en instalaciones públicas, infraestructuras necesarias para el crecimiento de este sector. Un sector público que ha de aplicarse y que tiene aún un gran potencial. "Hay superficies como los colegios que aún desconocen esta posibilidad de negocio que podría permitirles ofrecer una educación con un descuento a los tutores" comentaba Reija acerca de la necesidad de poder encontrar nuevas superficies que permitan instalar placas solares.
España es el país con mayor radiación solar de Europa, sin embargo se encuentra lejos de ser el país con un mayor instalación de placas solares de autoconsumo. Si nos fijamos en el año 2020 España apenas contaba con 10.000 de este tipo de instalaciones, mientras que en Alemania ya superan ampliamente el millón y medio y en Reino Unido e Italia alcanzaban los 800.000 y 600.000 respectivamente. Según Reija, "los tejados y el sol están ahí esperando a que nos pongamos todos de acuerdo" para después añadir en referencia que "aunque parezca obvio que España fuese el primer país en instalaciones, no lo es".
La normativa cobra importancia
La regulación de gran cantidad de los distintos tipos de energías renovables lleva siendo durante años un escollo para estas empresas que buscan aumentar sus límites y ampliar su negocio. Sin embargo, las actuales regulaciones todavía disponen de una serie de límites que impiden que este crecimiento sea aún mayor.
"En España hay una limitación de 500 m en la distancia permitida para la instalación de paneles para la energía solar, mientras que en otros países europeos esta llega hasta los 2km o incluso 5km en algún caso" comenta preocupada Reija demandando una mejora en las condiciones regulatorias de España.
Durante los últimos años han aparecido distintas subvenciones para las energías renovables con nuevos programas para el autoconsumo tanto para particulares como autónomos y se ha tratado de facilitar el modelo de negocio para las empresas de servicios energéticos. Recientemente, la aparición de los PERTE ha facilitado muchas de estas inversiones y que se estima en más de 6.900 millones en el sector público y una inversión privada cercana a los 9.500 millones según el gobierno.
Sin embargo, desde Barter piden una mayor optimización de estas subvenciones. "Tienen que existir para hacer funcionar lo que no funciona, el autoconsumo sí que lo hace. Hay que agilizar la regulación de las plantas y analizar los atascos en estos procesos con medidas de control que reduzcan los plazos" proponía Reija.
La crisis aumenta la inversión
Tras la crisis en el gas y con un tope implantado a las empresas que lo explotan, los precios y facturas disparadas, este tipo de inversión comienza a cobrar atractivo, en un momento en el que la producción nacional de electricidad comienza a evolucionar. Como principal reclamo se utiliza una rebaja en el precio de la luz para aquellos que utilicen energías renovables en muchos casos, que llega en alguna ocasión a tener bonificaciones de hasta el 20%.
Según Fundeen, "la situación del mercado eléctrico, tanto a nivel nacional como europeo, es uno de los factores que está provocando el aumento en la inversión, pero no es el único". Además aseguran "llevar ya meses registrando un crecimiento de usuarios en todos los ámbitos".
