El dirigente patronal, Antonio Garamendi, carga contra el acuerdo de PSOE y Sumar para reducir la jornada laboral semanal a 37,5 horas
Con energía y dureza, Antonio Garamendi, presidente de CEOE, ha causado una fuerte impresión en el XXII Congreso de CEDE que se celebra en Granada y que está siguiendo Capital. El dirigente patronal se ha despachado acerca del acuerdo entre PSOE y Sumar para formar gobierno, en particular contra la reducción de la jornada laboral semanal a 37,5 horas.
Ramón Adell, vicepresidente de la Fundación CEDE, ha cuestionado directamente a Garamendi sobre este asunto: "¿Trabajando menos horas se aumenta la productividad?". Ante esa pregunta, Garamendi tenía ya preparado el golpe: "Esto lo ha hecho gente que no ha visto una empresa en su vida. Deberían pagar una nómina para enterarse de qué va esto".
Tanto en la sala de prensa como en el auditorio, estas palabras han sembrado impresión y sorpresa a partes iguales. El presidente de CEOE ha continuado en sus críticas. "Hemos firmado un acuerdo hace tres meses con los sindicatos. ¿Estos acuerdos ya no valen?", se ha preguntado el presidente de la patronal.
Asimismo, Garamendi destaca una de sus máximas, que el diálogo social es una de las mejores infraestructuras, en tanto que dan estabilidad a empresas y trabajadores y proporcionan paz social. En cuanto al impacto de la medida en las cuentas de las empresas, calcula que el coste de cara a los compromisos con la Seguridad Social subirán un 7% por el incremento del precio por hora trabajada.
"Los extremos mandan"
Por otro lado, destaca que ya existen convenios que marcan 37,5 horas semanales. De esa forma, critica que ese horario se imponga por ley, en lugar de llevarse al diálogo social, de forma que se discuta con los sindicatos por sectores y actividades. "Con ese diálogo es como funcionan las cosas", afirma. Así, lamenta que "los extremos mandan".
"Esto va no solo de hacer las cosas bien, sino de no hacer las cosas mal hechas para que vayan peor", resume. "Estamos en un momento en el que a lo público le pediría gestión y no populismo", reclama Garamendi.
Por otro lado, defiende el papel de la empresa, que en su opinión "tienen que ganar dinero" para poder crear riqueza, empleo y poder llevar a cabo su actividad social, como es el caso de la Fundación "la Caixa", que promociona el evento.
Además, censura los planes de consolidación fiscal que se han anunciado: "No vale que nos machaquen a impuestos", afirma Garamendi. En esa línea, considera que "si queremos ser los números uno, tenemos que tener capacidad de atraer talento y se está trabajando en sentido contrario a lo que tenemos que hacer".
En la misma mesa de debate, José Luis Bonet, ha incidido en el mensaje de Garamendi, al señalar que "la pieza clave es la empresa", por lo que es importante animar y ayudar a las empresas. En su opinión, las empresas son las que han ayudado a España a dar un salto económico y en bienestar. Por ello, pide que "las políticas públicas que establezca el nuevo gobierno tienen que ser proempresa y coherentes con el sistema".
Bonet ha aprovechado para alabar el papel del turismo extranjero en la economía española. Si bien las cifras hablan de un peso del 11-12% del turismo en el global de la economía, Bonet cree que su efecto tractor es mucho mayor, por el arrastre que tiene sobre alimentación y comercio.
No obstante, cree que la buena marcha de este sector puede tapar la economía industrial, que desde su perspectiva "ya está sufriendo" por los tipos de interés altos, la inflación y la incertidumbre geopolítica. En su opinión, se trata de no perder el ánimo y tener claro que "hay que animar y ayudar a las empresas" para que no caigan en la tentación de ponerse a la defensiva en este momento de incertidumbre.
