El futuro más próximo de la sanidad española y mundial pasa, indudablemente, por un aumento de los esfuerzos de todos los actores que conforman el sector por aumentar la digitalización de sus procesos, con el objetivo de mejorar la eficiencia de un sistema que, como se ha observado, cuenta con numerosas deficiencias.
Y, de hecho, este ya es uno de los objetivos del Ministerio de Sanidad, que tal y como recoge en su propia página web, busca potenciar el liderazgo digital de los profesionales sanitarios del sistema público como agentes principales del cambio de este y es por eso por lo que formará a 1.200 profesionales sanitarios en liderazgo digital gracias a la financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
En los últimos años, como apunta el presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, muchos países, incluido España, han incorporado tecnologías innovadoras como la robótica, la telemedicina, la inteligencia artificial (IA) y el análisis de datos, los registros electrónicos, etc., para mejorar la eficiencia, la calidad de la atención y la gestión de recursos en el sector sanitario.
Alfonso Martínez (Incepto): “En el futuro, la IA ayudará al diseño de fármacos totalmente personalizados para cada paciente”
“Sin embargo, la implementación y el progreso pueden variar según las regiones y esto es algo que debemos tener muy en cuenta. Tenemos un importante desafío por delante para equilibrar la innovación con la ética, asegurando que la tecnología beneficie a la sociedad en su conjunto. En todo caso, creo que estamos frente a una nueva era de la medicina, cambiando la manera en que diagnosticamos, tratamos y gestionamos la atención médica. Nos espera un futuro muy prometedor si se invierte lo suficiente y se regula adecuadamente”, advierte Carlos Rus.
Según datos del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONSTI), solo en España, el 40% de la población accede a archivos personales de salud vía online y esto, evidentemente, requiere de una correcta digitalización del sistema.
Un desafío para la sanidad española
Desde la Fundación IDIS sostienen que el sistema sanitario necesita ser reformado y adaptado a las necesidades presentes y futuras de nuestra sociedad. Todo ello, con el objetivo de alcanzar los mejores resultados sanitarios, como el acceso, la calidad y la seguridad, así como la resolución asistencial, la equidad y la experiencia del cliente, entre otros. Y, como defienden, la sanidad privada tiene mucho que aportar en esto.
Y una de las herramientas que más potencial puede aportar a un sistema sanitario como el español es la inteligencia artificial. En palabras de Alfonso Martínez, director general de Incepto en Iberia, la IA en imagen médica va a tener un impacto fundamental, sobre todo, en el área radiológica, en la que puntualiza que existe una gran falta de profesionales.
Carlos Rus (ASPE): “Tenemos un importante desafío por delante para equilibrar la innovación con la ética, asegurando que la tecnología beneficie a la sociedad en su conjunto”
Hay que tener en cuenta que el 80% de los diagnósticos que se hacen en un hospital están basados en la imagen, por lo que esto puede ser un punto muy a favor para la sanidad.
“De forma general, hablamos de mejoras en la detección, la productividad, la reducción de errores, la priorización de estudios”, explica Martínez. Por poner un ejemplo más concreto, si hablamos del cáncer de mama, existen algoritmos que mejoran en un 20% la detección y mejora en un 44% la productividad, y esto es extensible al cáncer de próstata, al cáncer de pulmón, al alzhéimer, a las enfermedades neurodegenerativas, etc.
En resumen, el paciente es el gran beneficiado de la inteligencia artificial, ya que, como argumenta, los algoritmos van a ayudar a mejorar la detección y a reducir los errores, lo que implicará mayores probabilidades de cura. De hecho, estima que, “en el futuro, la IA ayudará al diseño de fármacos totalmente personalizados para cada paciente”.
Y no solo se beneficiarán de esto los pacientes, sino que también lo harán los profesionales, quienes contarán con una herramienta que les facilitará su día a día de forma considerable y, por ende, el sistema sanitario en sí será el claro ganador, con una mejora en la calidad de los procesos y en la productividad de los profesionales.
