José Luis Escrivá ha emergido como una figura clave en el actual gobierno de Pedro Sánchez, consolidándose como uno de los ministros con más influencia. Desde su nombramiento en enero de 2020 como ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Escrivá ha asumido la responsabilidad de liderar algunas de las reformas más delicadas y urgentes de la administración, con un enfoque particular en la sostenibilidad del sistema de pensiones y la implementación de políticas de inclusión social.
Lo mismo hizo en su nuevo rol en la nueva etapa del Gobierno de Sánchez, pero ya no con la cartera de Seguridad Social, sino al frente del Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública. Su desempeño en estas dos carteras es más o menos discutible, si bien es cierto que viene precedido de una trayectoria de reconocimiento en otras posiciones.
Su nombre empezó a sonar hace algunos meses para sustituir a Pablo Hernández de Cos, exgobernador del Banco de España, dado que el Gobierno entiende que su figura reúne las características que debe tener el líder de esta institución.
Del sustituto de Pablo Hernández de Cos, Pilar Alegría, portavoz del Gobierno, incide en que se trata de "un perfil de absoluta solvencia, como siempre ha sido". No obstante, en ningún momento se mencionó al propio Escrivá, puesto que el Gobierno no dio detalles sobre el sustituto de De Cos.
En este caso, desde el PP no se rechaza la trayectoria de Escrivá, sino su pertenencia al Gobierno. Así, en el principal partido de la oposición no aprueban que un exministro acapare poder en una institución independiente. Por ello, censuran que un exministro pueda "ocupar ningún tipo de responsabilidad de cualquier organismo que tenga que ser un contrapoder al Gobierno de España".
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Trayectoria de Escrivá
Antes de su llegada al gobierno, Escrivá ya había cimentado una reputación, particularmente durante su mandato al frente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) entre 2014 y 2020. En este organismo, que fue creado para vigilar la salud de las finanzas públicas en España, Escrivá se destacó por su rigor técnico y su compromiso con la transparencia.
Bajo su liderazgo, la AIReF se consolidó como una institución esencial para la credibilidad fiscal del país, ofreciendo análisis independientes y de gran precisión sobre la sostenibilidad de la deuda pública y las reformas estructurales necesarias para evitar desequilibrios económicos. Hay que recordar que durante los primeros años de dicha etapa, hasta 2018, el Gobierno fue liderado por Mariano Rajoy, hasta la moción de censura que aupó a Pedro Sánchez a la Moncloa.
La trayectoria de Escrivá no se limita a la esfera nacional. Su experiencia internacional incluye roles clave en instituciones como el Banco Central Europeo, el Banco de Pagos Internacionales y el Banco de España, donde ocupó la jefatura de la División de Política Monetaria. Además, trabajó en la Dirección General de Economía y Finanzas de la Comisión Europea, lo que le permitió adquirir una visión amplia y profunda de las políticas macroeconómicas y fiscales a nivel europeo.
Sin embargo, su paso al frente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha estado lejos de ser un camino exento de desafíos. Una de las tareas más complejas que ha enfrentado ha sido la reforma del sistema de pensiones, un tema que ha provocado tensiones tanto dentro del gobierno como en la sociedad en general. Escrivá ha impulsado medidas que buscan garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo, como el aumento progresivo de las cotizaciones y la promoción de planes de pensiones privados. Estas reformas han generado un intenso debate, con los propios sindicatos, la patronal e incluso los partidos que forman parte del Gobierno.
Otra de las iniciativas de Escrivá ha sido la puesta en marcha del Ingreso Mínimo Vital, una prestación diseñada para reducir la pobreza extrema en España. Aunque esta medida ha sido bien recibida por su enfoque en la inclusión social, su implementación ha recibido críticas. ¿El motivo? Primero fue su puesta en marcha, y después fue la lentitud con la que se concedían las ayudas y la escasa cobertura de las mismas.
Tras eso, sucedió el relevo de Elma Saiz en la cartera de Seguridad Social. Escrivá, por su parte, recibió la de Transformación Digital y de la Función Pública, que se escindieron del Ministerio de Economía y de Hacienda, respectivamente. La cuestión es si este Ministerio se mantendrá, toda vez que se trata de una responsabilidad nueva en esta última etapa de Pedro Sánchez.
El último de una lista de nombramientos polémicos
El Gobierno de Pedro Sánchez ha tenido que afrontar las críticas de la oposición por atentar contra la independencia de algunas de las instituciones con sus nombramientos. Por ello, el de Escrivá no es el primer nombramiento polémico, en una lista que protagoniza la exministra Dolores Delgado:
- Dolores Delgado como Fiscal General del Estado (2020): Dolores Delgado fue ministra de Justicia en el gobierno de Pedro Sánchez antes de ser nombrada Fiscal General del Estado. Este nombramiento generó una gran controversia debido a que se cuestionó la independencia del Ministerio Fiscal, ya que Delgado había sido una figura política muy cercana a Sánchez y su gobierno. La oposición y parte de la judicatura criticaron esta decisión, argumentando que podría comprometer la separación de poderes.
- José Félix Tezanos como presidente del CIS (2018): Tezanos, un sociólogo y militante del PSOE, fue nombrado presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Su designación fue polémica debido a su estrecha vinculación con el Partido Socialista, lo que generó dudas sobre la imparcialidad del CIS. Además, las encuestas realizadas bajo su dirección han sido objeto de críticas por presuntamente favorecer al PSOE en sus resultados.
- Isa Serra como asesora del Ministerio de Igualdad (2023): Isa Serra, una figura prominente de Podemos y condenada por delitos de atentado a la autoridad y lesiones durante una manifestación, fue nombrada asesora del Ministerio de Igualdad, dirigido por Irene Montero. Este nombramiento fue criticado tanto por la oposición como por algunos sectores de la sociedad, que cuestionaron la idoneidad de alguien con antecedentes penales para ocupar un cargo público de esa naturaleza.
- Miquel Iceta como ministro de Cultura y Deporte (2021): El nombramiento de Miquel Iceta, líder del PSC, como ministro de Cultura y Deporte fue controvertido principalmente porque Iceta no tenía un perfil cultural o deportivo relevante, lo que llevó a cuestionar si era la persona adecuada para ese cargo. Se percibió como un movimiento político para mantener a Iceta en el gobierno, más que una elección basada en méritos o experiencia en el ámbito cultural.
- Irene Montero como ministra de Igualdad (2020): Irene Montero, miembro de Podemos y pareja de Pablo Iglesias, fue nombrada ministra de Igualdad, lo que generó críticas por la percepción de nepotismo. Además, su gestión ha sido objeto de debate, especialmente en torno a la ley del "Solo sí es sí", que ha tenido consecuencias judiciales no previstas y ha sido ampliamente debatida en la opinión pública.
- Victoria Rosell como delegada del Gobierno para la Violencia de Género (2020): Victoria Rosell, juez y exdiputada de Podemos, fue nombrada delegada del Gobierno para la Violencia de Género. Su nombramiento fue polémico debido a sus anteriores enfrentamientos con el poder judicial y su conocida postura política, lo que llevó a cuestionar su imparcialidad en un cargo tan delicado.
