La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca supone un giro de guion por completo al escenario político mundial. El candidato demócrata gusta, y mucho, a bancos e instituciones, que ven con buenos ojos el futuro estadounidense y por ende el de sus socios en el resto de continentes. La primera evidencia ha sido el alza en los índices del viejo continente este lunes, pero hay mucho más. ¿Qué supone la llegada de Biden al poder?
El programa económico del candidato demócrata llega en un momento crucial para el país, ya que la crisis del coronavirus ha frenado la expansión económica de Estados Unidos y el repunte del paro, pese a las buenas cifras de octubre, ha hecho saltar las alarmas. Sin embargo, Biden dice tener la solución.
Según su programa electoral, el objetivo es sacar adelante un plan de estímulo para luchar contra los efectos del a pandemia que se sumen a los ya aprobados durante el mandato de Donald Trump. El primero fue la luz verde a unas leyes que permitieron inyectar 3,4 billones de dólares (3,78 billones de euros) en ayudas a la economía. Unas medidas que se han estancado en las cámaras norteamericanas por la falta de acuerdo entre demócratas y republicanos pero que Biden pretende revertir.
No será una tarea fácil, ya que la división existente entre el Senado y la Cámara de Representantes es probable que ralentice cualquier plan, pero Biden buscará inyectar otros 2,2 billones de dólares (1,8 billones de euros) en las arcas del país para luchar contra la pandemia.
No es la única medida del nuevo mandato demócrata. En política fiscal destaca el incremento del 21% al 28% que pretende introducirse en el impuesto de sociedades. Una subida que se suma a la del aumento en el impuesto de la renta para los más ricos, así como otro en el de sucesiones. En definitiva, una serie de incrementos impositivos con los que, según M&G Investments, se recaudarían uno 3,2 billones de dólares (2,62 billones de euros) en unos 10 años.
Otra de las grandes preocupaciones es qué va a pasar con la guerra comercial que Donald Trump empezó contra China. La teoría es que la llegada de Biden al poder reducirá la tensión existente entre ambas potencias, pero esto no supone que concluya de forma inmediata. Habrá que esperar para conocer cómo avanza todo.
Lo que sí parece evidente es que las tecnológicas no estarán del todo contentas con la llegada del demócrata al poder. El motivo es que el excesivo de poder de mercado que tienen estas empresas han llevado a los legisladores demócratas a solicitar en la Cámara de Representantes que separen sus plataformas de internet de otros negocios. Una propuesta difícil de lograr por la división en las cámaras pero por la que ya han señalado que lucharán. De todos modos, no todo es negativo, ya que los demócratas buscarán estimular la innovación tecnológica, cosa que puede repercutir en éstas.
Entre las medidas a adoptar también destaca el plan económico para impulsar la manufactura norteamericana. El objetivo, comprar productos nacionales. Con el título Reconstruyámoslo mejor, los demócratas emplearán 700.000 millones de dólares (575.000 millones de euros) para relanzar esta área y lograr más de cinco millones de empleos.
También destacan las políticas tributarias que ayuden a revivir a la clase media y a los pequeños y medianos negocios. Es decir, dos de los sectores más tocados por las políticas de Donald Trump durante sus cuatro años de mandato.
Por otro lado, Biden también busca invertir en energías renovables e infraestructuras, al tiempo que en agricultura, en la ya citada innovación tecnológica y en el sector inmobiliario renovable. Un giro verde que puede alzar más los futuros de este tipo de activos en el corto y medio plazo.
Por último, también destaca el incremento que buscará Joe Biden en el salario mínimo a 15 dólares la hora de los 7,25 dólares actuales, así como recuperar partes derogadas de la reforma sanitaria que impulsó Barack Obama. Más si cabe en un momento de incertidumbre a causa del coronavirus. Pues bien, el nuevo presidente estadounidense ha prometido que los ciudadanos podrán hacerse las pruebas de detección sin coste.