Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Macroeconomía

El primer trimestre destruye 139.700 trabajos y el desempleo repunta en 117.000 personas

El desempleo aumentó en 117.000 personas entre enero y marzo, un incremento del 4,1% respecto al trimestre anterior, mientras que el número de empleados disminuyó en 139.700 (-0,6%), marcando los peores resultados para un primer trimestre desde el inicio de la pandemia de Covid en 2020, según informó el Instituto Nacional de Estadística (INE) este viernes. Para finales de marzo, el total de desempleados alcanzó los 2.977.900, la cifra más elevada desde el primer trimestre de 2023, y el número de empleados fue de 21.250.000, lo cual es también el registro más bajo desde el primer trimestre de 2023. Sin embargo, en un comunicado a los medios, el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa destacó que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre mantienen el número de empleados por encima de los 21 millones de personas. El aumento del paro en el primer trimestre de este año es el más elevado en un primer trimestre desde 2020, cuando la irrupción del Covid llevó a un repunte del desempleo de 121.000 personas. En el primer trimestre del año pasado, el paro subió en 103.800 personas, menos de lo que lo ha hecho en 2024. La tasa de paro repuntó casi medio punto en el primer trimestre, hasta el 12,29%, su valor más alto desde el primer trimestre de 2023. El Ministerio de Economía ha destacado que el primer trimestre del año se caracteriza por una "desfavorable estacionalidad" y que, en comparación con un año antes, la tasa de desempleo es más de un punto inferior. Por su parte, la tasa de actividad se redujo dos décimas, hasta el 58,63%, tras reducirse el número de activos en 22.700 personas entre enero y marzo (-0,09%). En el último año el paro se ha reducido en 208.500 personas (-6,5%)…
Las proyecciones a largo plazo del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que, hasta 2029, España continuará experimentando un crecimiento económico superior al promedio de la eurozona. Sin embargo, se espera que los niveles de desempleo, déficit y deuda no disminuyan significativamente hasta finales de la década actual. Según las estimaciones del FMI, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) español superará considerablemente las previsiones para la eurozona en 2024 y 2025, con tasas del 1,9% y 2,1%, respectivamente, frente al 0,8% y 1,5% esperado para los países del euro. Aunque esta brecha a favor se reducirá en los años siguientes. El crecimiento del PIB español se proyecta en un 1,8% para 2026 y un 1,6% para los años siguientes, mientras que para la eurozona se espera un crecimiento del 1,4% en 2026 y del 1,3% en 2027 y 2028, con un pronóstico del 1,2% para 2029. En cuanto a la inflación, se prevé que España cierre el año con un aumento del 2,4% en los precios, ligeramente por encima del promedio de la eurozona. Para los años siguientes, se espera que la inflación española se mantenga ligeramente por debajo de la media de la eurozona. A pesar de un crecimiento económico más sólido y una inflación favorable, se prevé que la tasa de desempleo en España permanezca significativamente por encima del promedio de la eurozona. Se espera que el desempleo no baje del 11% en los próximos años. En cuanto a las finanzas públicas, se espera que el déficit español se mantenga en torno al 3% del PIB hasta al menos 2029, con una ligera alza en los años intermedios. La deuda pública también se mantendrá elevada, aunque se proyecta una disminución gradual hacia finales de la década.
El Índice de Precios de Consumo (IPC) registra en marzo un aumento del 0,8% con respecto al mes anterior, mientras que su tasa interanual se elevó cuatro décimas, alcanzando el 3,2%. Este incremento se atribuye principalmente al aumento en los precios de la electricidad debido a la subida del IVA, así como al encarecimiento de los carburantes y los paquetes turísticos, que coincidieron con la celebración de la Semana Santa. Los datos, provenientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y publicados este viernes, confirman las proyecciones anticipadas a finales del mes pasado. Por otro lado, el precio de los alimentos y bebidas no alcohólicas experimentó una desaceleración en su aumento interanual en marzo, situándose en un 4,3%, un punto menos que en febrero y el menor incremento desde noviembre de 2021. Este descenso se debe en gran medida a la reducción en los precios de legumbres, hortalizas y otros productos alimenticios. Además, la subida en los precios de la carne fue menos pronunciada que en marzo de 2023, lo que también influyó en esta moderación. Frente a la moderación en el grupo de alimentos, el grupo de vivienda incrementó 4,2 puntos su tasa anual, hasta el 1,5%, por el aumento de los precios de la electricidad; el del transporte elevó su tasa interanual medio punto, hasta el 2,9%, como consecuencia del encarecimiento de los carburantes para vehículos personales; y el de ocio y cultura registró una subida de un punto en su tasa anual, hasta el 3,8%, por el mayor coste de los paquetes turísticos. El precio del aceite de oliva se dispara un 70% El precio del aceite se dispara un 70% en el último año En tasa interanual (marzo de 2024 sobre el mismo mes de 2023), lo que más ha subido de precio…
La actividad acompaña a la economía española. Se esperaba cierta ralentización a finales del año pasado, que continuaría en los primeros meses de este año. Sin embargo, dicha ralentización no fue tal y la economía española mantiene cierta fortaleza, según prevé la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que eleva sus previsiones. De esa forma, el PIB español crecerá el 1,8% este año, tres décimas por encima de lo que Funcas había previsto anteriormente. Mientras, en 2025 el ascenso será del 2%. No obstante, la deuda parece persistir, mientras que la inversión preocupa a los expertos. El propio Carlos Ocaña, director general de Funcas, cree que este es uno de los puntos débiles de la economía española. De hecho, ha advertido de que si ese déficit inversor no se corrige, se verá afectado el crecimiento a medio y largo plazo y resultará mucho más complicado abordar el equilibrio fiscal requerido por Bruselas. Además, el director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, ha señalado que hay dos factores que les lleva a considerar que se podría producir una cierta desaceleración este año con respecto al año pasado. El más potente, según Torres, es la política fiscal. "En una situación de prórroga presupuestaria, muchas de las partidas de gasto se congelan", ha explicado. Otro de los factores es la reversión de las medidas del paquete de antiinflación, que detraerá la renta disponible para los hogares e incrementará puntualmente los precios al consumo. En cuanto a la inflación, Funcas estima que el indicador pasaría del 3,5% en media anual el año pasado en términos de IPC al 3,2% este año, fundamentalmente por los ajustes del IVA. Para el año que viene, la Fundación cree que España se acercará al objetivo del BCE, con una tasa de en torno al…
Por undécima semana consecutiva, los precios de la gasolina y el diésel vuelven a elevarse. De esta forma, la gasolina ha alcanzado su máximo anual, tras la celebración de Semana Santa, cuando los conductores han tenido que rascarse los bolsillos un poco más de lo habitual. Según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio medio de la gasolina está en 1,645 euros el litro, un 0,61% más que la semana anterior. De esa forma, se trata del precio más alto desde principios de noviembre. Por su parte, el precio del diésel, que acumulaba tres semanas de bajada, vuelve a elevarse por segunda semana consecutiva. Concretamente, el precio medio se sitúa en 1,541 euros el litro, un 0,064% más que la semana anterior. El precio medio de ambos carburantes inició 2024 registrando sus primeras subidas en tres meses, después de acumular un descenso tras otro desde finales de septiembre que le llevó a despedir el año pasado instalado en niveles mínimos del ejercicio tras sumar un abaratamiento de casi el 15% en el caso de la gasolina, y de más del 13% para el diésel. Con los precios actuales, llenar un depósito medio de 55 litros de gasolina tiene un coste de unos 90,2 euros, unos 50 céntimos más que en las mismas fechas del año pasado, cuando ascendía a unos 89,7 euros y ya no existía el descuento de 20 céntimos por litro que estuvo vigente en gran parte de 2022. Para los vehículos de diésel, llenar un depósito medio (55 litros) supone un desembolso actualmente de 84,75 euros, unos 60 céntimos más caro que en la misma semana de 2023, momento en el que el precio era de 84,15 euros. Más caro que tras la guerra de Ucrania Los precios medios del litro de gasolina…
El avance de datos del Instituto Nacional de Estadística deja de nuevo la duda sobre si los precios seguirán moderándose o si, por el contrario, podrían iniciar una senda al alza. Desde luego, las cifras del INE reflejan que la tasa interanual se eleva en comparación con el mes de febrero, de modo que el IPC queda en el 3,2%. Si se comparan los precios mes a mes con los de febrero, la subida es de ocho décimas, algo que desde Estadística justifican por la subida de la electricidad y los carburantes. Hay que tener en cuenta que en marzo ya se ha aplicado un IVA del 10% para la factura de la luz y que para este mes de abril el gravamen volverá al 21% en el que estaba. Frente a la evolución al alza de electricidad y gasolinas, el INE destaca que los precios de los alimentos subieron en marzo menos que en igual mes de 2023. Con el avance del IPC interanual en el tercer mes del año, la inflación vuelve a registrar ascensos después del retroceso de seis décimas que experimentó en febrero y que llevó a la inflación al 2,8%, su nivel más bajo desde agosto de 2023. El repunte de marzo, que aún ha de ser confirmado por Estadística, devuelve además al IPC a tasas superiores al 3% tras haber bajado de esa cota el mes pasado, cuando llevaba entonces cinco meses consecutivos por encima de ese porcentaje. El INE incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que en marzo bajó dos décimas, hasta el 3,3%, tasa una décima superior a la del IPC general y la más baja desde febrero de 2022. La diferencia entre la subyacente y la…
Diversas voces están señalando que la economía europea se ralentiza, por lo que convendría adelantar la actuación del Banco Central Europeo sobre los tipos de interés. No obstante, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha señalado este miércoles que junio es la fecha elegida por el emisor del euro para revisar si modifica la postura actual. Para Lagarde no está suficientemente claro que la inflación se esté dirigiendo hacia el 2%, el objetivo que se marca el BCE. Por ello, el BCE no se fía y prefiere esperar para tomar una decisión sobre el precio del dinero. En su opinión, existen aún presiones inflacionistas internas. En este sentido, la francesa ha señalado que, si bien hace ya tiempo que las tasas de inflación observadas vienen situándose en niveles prácticamente acordes con las expectativas y las proyecciones apuntan a que la inflación volverá a situarse en el 2% a mediados de 2025, además de una mejora en su composición, con la expectativa de una tasa subyacente más baja a medio plazo, "al mismo tiempo, las presiones inflacionistas internas siguen siendo fuertes". De tal modo, Lagarde ha advertido de que la tasa de variación de los precios de los servicios sigue siendo persistente y oscilando en torno al 4%, tras cobrar cierto impulso en febrero, lo que refleja fundamentalmente el sólido crecimiento de los salarios y las tensiones en el mercado de trabajo, que hasta ahora se ha mostrado resistente a la desaceleración de la economía, reduciendo de forma automática la productividad del trabajo e impulsando al alza los costes laborales unitarios. En esta coyuntura, Lagarde considera difícil evaluar si las presiones sobre los precios reflejan simplemente el desfase de la evolución de los salarios y de los precios de los servicios, y el carácter procíclico de la productividad, o si apuntan…
Las expectativas de la economía europea son positivas, en tanto que una posible recesión no será tan grave como las vividas en los últimos tiempos. El Banco Central Europeo insiste en que, pese a este panorama, aún persisten numerosos riesgos, por lo que invita a estar alerta. La presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo, Claudia Buch, comenta en una entrevista con 'Financial Times' que el panorama actual es todo lo benigno que podría ser, aunque los numerosos riesgos que existen hacen inciertas las perspectivas. De ese modo, señala especialmente a los riesgos geopolíticos y al nuevo entorno que afecta a los bancos. "Es necesario un cambio estructural en nuestras economías, que inevitablemente se reflejará en los balances de los bancos porque son un reflejo de la economía real subyacente", advierte Buch, añadiendo que ya se están viendo aumentos en los incumplimientos y los atrasos. En concreto, la jefa de la supervisión del BCE apunta a la situación del sector inmobiliario, y en particular el inmobiliario comercial, que considera "un área vulnerable" al tratarse de un negocio muy cíclico al que, además, desde la pandemia, se le suma el impacto del teletrabajo, que afecta a la demanda de espacio para oficinas en el centro de las ciudades y está teniendo un reflejo en las valoraciones. Sin embargo, Buch subraya que al mirar las expectativas que hay en los mercados y los pronósticos centrales de la mayoría de los economistas, se espera un aterrizaje suave, lo que significa que los mercados no están descontando plenamente los riesgos geopolíticos, y también los cambios que se avecinan a través del cambio estructural, la transición energética, la demografía y la digitalización, y sus efectos en las economías y los bancos. "Estos riesgos afectarán los balances de los bancos y el riesgo bancario…
A finales del año pasado, las principales instituciones públicas y privadas, entre ellas el Banco de España, estimaban que la economía española tenía potencial para crecer en torno al 1,5% este 2024. Sin embargo, los últimos compases de 2023 dieron una sorpresa positiva, que se tradujo en un crecimiento mayor de lo esperado. Esos vientos de cola han llevado a que dichas instituciones revisen al alza el crecimiento para este 2024. Así, según publica el Banco de España, la economía española crecerá un 1,9% este 2024, frente al 1,6% esperado anteriormente. A la vez, se mantienen las previsiones en el 1,9% y el 1,7% de cara a 2025 y 2026. Estas cifras se acercan a las proyecciones del Gobierno, que estiman un crecimiento del PIB del 2% para este año. Además, estarían detrás de esta revisión los menores precios de la energía que se han observado en los últimos meses, unas perspectivas más favorables en cuanto a su evolución futura y la extensión parcial de algunas de las medidas desplegadas por el Gobierno para combatir los efectos del episodio inflacionista. No obstante, el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos ha alertado de que la composición del crecimiento observado a finales de 2023 deja entrever algunos elementos de debilidad (formación bruta de capital fijo y consumo privado), al tiempo que los indicadores coyunturales más recientes sugieren que el ritmo de avance del PIB se habría ralentizado ligeramente en el primer trimestre del presente año, hasta el 0,4%. La inflación remite Por el lado de los precios, las previsiones del Banco de España son más favorables. En concreto, revisa a la baja en seis décimas la inflación general promedio que se proyecta para 2024, hasta el 2,7%. Además ha rebajado en una décima la previsión de inflación en 2025, al 1,9%,…
España necesita trabajadores. Se trata de un paradigma en un país que todavía mantiene una tasa de paro cercana al 12%, con 2.830.000 personas sin trabajo. La baja tasa de natalidad del país y la necesidad de cubrir vacantes con salarios más bajos, está haciendo que algunos sectores recurran cada vez más a los trabajadores extranjeros, que no paran de llegar. Menos población y mayor envejecimiento Aunque la población española creció el año pasado hasta alcanzar los 48,59 millones de personas (variación del 1,06%), este crecimiento radica prácticamente en la llegada masiva de inmigrantes. Según los datos del INE, en el primer trimestre del 2022, la población inmigrante en nuestro país era de 5,5 millones de habitantes, pero a fecha de hoy, en el primer trimestre de 2024, la cifra se ha incrementado hasta alcanzar los 6,5 millones de personas nacidas fuera de España. A este dato hay que sumarle otros dos millones que ya han obtenido la nacionalidad, lo que deja la cifra total en más de 8,5 millones de personas de origen extranjero. Esto significa que la población inmigrante se incrementa en medio millón de personas cada año, aunque la nativa disminuye en 140 personas cada día. Solo en los tres primeros meses del año pasado, el número de personas de origen español se redujo en 12.500, lo que indica una tendencia que se repite también en otros países de Europa. Es sabido que el plan de atraer cada vez más extranjeros a Europa pasa por los despachos de Bruselas. La población comunitaria se está reduciendo, por lo que desde la UE entienden que la única manera de mantener el nivel económico del que gozamos actualmente pasa por la llegada masiva de inmigrantes. La realidad es que este plan tiene bastantes fisuras. Si volvemos a España, el 55%…