La evolución de la inflación y la recuperación económica impulsan los ingresos fiscales, especialmente en el IVA, y hacen "factible" cumplir las previsiones
La secretaria de Estado de Hacienda, Inés Bardón, informó ayer en el Senado de un aumento de la recaudación fiscal acumulada hasta noviembre del 14,9% respecto a hace un año. En comparación con las cifras registradas en 2019, último ejercicio antes de la pandemia, los ingresos son un 4,6% mayores, según informa Europa Press.
Todo ello, según señaló en su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos de la Cámara Baja, aun con toda la batería de rebajas fiscales dirigidas a atenuar el incremento del coste de la electricidad -el IVA ha bajado del 21% al 10%, el impuesto sobre la producción del 7% está suspendido y el impuesto especial de la electricidad ha pasado del 5,11% al 0,5%, el tipo mínimo exigido por normativa europea-.
Una batería de medidas que han supuesto un impacto positivo de 2.085 millones de euros en los últimos meses.
Pese a ello, Bardón ha presumido que los ingresos brutos por IVA hasta noviembre alcanzan un crecimiento del 18,9%, y que la tasa de variación de los ingresos tributarios se sitúa en el 12,2%, en la línea de los últimos meses.
La "número dos" de Montero ha recalcado que la previsión de ingresos realizada para el ejercicio en vigor fue buena, ya que el margen de error de la recaudación para el IRPF es de un 0,4% -393 millones de euros sobre unos 94.000 millones- mientras que en Sociedades se queda en 169 millones por un total de 21.880 millones.
Pese a la mejora de los ingresos, Bardón ha reivindicado la necesidad de cerrar una brecha de recaudación en ingresos tributarios con el resto de países europeos, al registrar una ratio del 39,2% respecto al PIB, frente al 46,1% de la media de la Unión Europea, casi siete puntos que alcanzan los 7,2 si se compara con el 46,9% que ingresa de media la Eurozona. En esta línea, el Ejecutivo estudia nuevas subidas de impuestos, como es el caso de Patrimonio.
El aumento de los ingresos reduce el desequilibrio fiscal
En este contexto, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha rebajado en cuatro décimas su previsión de déficit para este año, desde el 7,7% hasta el 7,3% del PIB, por los buenos datos de recaudación, que han incluso sorprendido a esta institución.
Así lo puso de manifiesto su presidenta, Cristina Herrero, ante la Comisión de Presupuestos del Senado, a la que acudió este martes con motivo de la tramitación en la Cámara Alta de las nuevas cuentas públicas para 2022.
Para este año, la AIReF estimaba una previsión de déficit del 7,7%, que era ya inferior a la previsión de déficit del Gobierno, del 8,4% del PIB proyectado en el Plan Presupuestario remitido a Bruselas.
Herrero ha subrayado que la evolución de la recaudación "está yendo francamente bien", en la línea de las previsiones del Gobierno, por lo que considera "factible" la previsión de recaudación proyectada en los nuevos Presupuestos, con un aumento del 5,4% en el IRPF en línea con la recuperación del empleo y los salarios, y del 8,8% del IVA, acorde a la demanda nacional.
De esta forma, ve "prudente y alcanzable" la previsión de ingresos. "Nos ha vuelto a sorprender", ha dicho, apuntando que los ingresos por el segundo pago fraccionado en el Impuesto sobre Sociedades "excede casi 6.000 millones de euros lo previsto".
Todo ello a pesar del menor crecimiento previsto, rebajado tras la revisión realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) del segundo trimestre del año, que se quedó en el 1,1% frente al 2,8% estimado inicialmente.
Una revisión "temida" por la AIReF, según ha dicho Herrero en su comparecencia, ya que a la institución que preside le "salía" un crecimiento más de un punto inferior, del 1,6%, y que explicala mayor parte del recorte de previsiones, pero no solo ello, ya que también se encuadran los riesgos por el aumento de los precios de la energía y los cuellos de botella en las cadenas de suministros.
En octubre el precio del gas prácticamente se duplicó desde los 58 euros MWh hasta los 93,4 euros, ha dicho Herrero, mientras que la encuesta del BCE a empresas españolas detectó complicaciones en el 21%, cuando en septiembre se quedaba en el 13,7%.
Retraso en las ayudas europeas
También contrae la previsión de crecimiento el retraso en la aplicación de los fondos europeos, medio punto de PIB, ha detallado Herrero, si bien ha asegurado que la apuesta sigue siendo que va a ser "muy alto", y que simplemente se retrasa. Eso sí, ha señalado que hasta el momento las reformas que van conociéndose cree que vayan a tener "gran impacto".
Pese a la rebaja en el crecimiento, más pronunciada para 2021 que para 2022 -hasta el 5,5% y el 6,3% frente al 6,5% y 7% contemplado por el Gobierno, respectivamente-, la AIReF considera que el escenario planteado por el Ejecutivo es factible gracias precisamente a la inflación que, ha dicho, "está corrigiendo las posibles desviaciones a la baja en términos reales", por lo que cree que "en términos nominales el escenario en 2022 todavía está en una factibilidad del 35% y el 40%".
Herrero también ha señalado que la reducción del gasto es inferior al señalado por el Gobierno en su plan presupuestario, al estimar que gran parte del mayor gasto sanitario y educativo consecuencia de la pandemia de Covid-19 va a consolidarse como estructural y también el gasto público consecuencia de la inflación -ha dicho que más del 50% del gasto en la Administración está vinculado a la evolución del IPC-.
Por otro lado, la presidenta de la AIReF ha advertido de que, si bien las previsiones a corto plazo sitúan una reducción del ratio de deuda pública respecto al PIB, sus previsiones a largo plazo la sitúan en una senda creciente, que se dispararía fundamentalmente con el sistema público de pensiones y el envejecimiento de la población a niveles de hasta el 200% del PIB en 2050.