Capital habla con Irene Cano, directora general de Meta en España y Portugal, quien desvela cuál es su filosofía para haber triunfado como profesional pese a las dificultades encontradas en el camino
La aparición de las redes sociales cambió el paradigma de las relaciones humanas tal y como las conocíamos. Facebook, actualmente transformada en Meta, fue el gran impulsor de este cambio. Tras esta marca vinieron otras muchas, pero Irene Cano posó su mirada en ésta. Tanto es así que después de pasar por varias tecnológicas aterrizó en la compañía en 2010 y desde entonces no la ha abandonado. Primero como directora comercial y seguidamente de desarrollo de negocio, desde 2012 lidera como directora general para España y Portugal con un objetivo claro: mantener la visión de futuro e innovación que tan marcada está entre las misiones de la empresa.
Tal y como narra a Capital, su nombramiento en lo más alto de la compañía a nivel ibérico fue “una mezcla de emoción y responsabilidad, sabiendo que tienes una gran proyección de futuro en una compañía que está a la vanguardia de la innovación y que ya en aquella época era líder en lo que ahora llamamos tecnología social”. Una oportunidad que cree que le ha llegado en base a una consecución de realidades.
“La clave para avanzar en mi carrera posiblemente haya sido una combinación de tenacidad, osadía y también visión para anticipar el potencial de internet para transformar la sociedad”. Eso fue lo que le llevó a “apostar por empresas tecnológicas innovadoras cuando comenzaban su andadura en España”. Además, subraya ésta, “en mi día a día no dejo de tomar decisiones arriesgadas por miedo a equivocarme y esta falta de aversión al riesgo, junto con la flexibilidad necesaria para adaptarme a entornos muy dinámicos, han sido esenciales en mi trayectoria profesional”.
siempre he intentado salir de mi zona de confort y aprender de los errores
Cano reconoce que le gusta “ver los riesgos como oportunidades” y que “siempre he intentado salir de mi zona de confort y aprender de los errores”. Por eso subraya que vive en “un aprendizaje constante, lo cual es además de frenético, motivador, enriquecedor y posiblemente el principal motivo por el cual sigo adelante”.
Este afán por superarse llevó a Irene Cano a ubicarse en la dirección de Meta a nivel peninsular en 2012. Un rol directivo que hoy valora, pero ante el que también tuvo que hacer frente a complejidades. “He encontrado retos y dificultades, pero al final las satisfacciones y los logros los han compensado con creces. Soy optimista por naturaleza y suelo maximizar lo bueno que me ocurre y minimizar lo malo. No obstante, también he tenido la suerte de desarrollar mi carrera profesional en la industria tecnológica, donde normalmente el talento prima sobre el género”.
Una situación que no es lo habitual. “No todas las industrias apuestan de la misma forma por la diversidad y la inclusión, y eso es algo que necesariamente tiene que cambiar si queremos seguir avanzando en el camino hacia la igualdad”. Este Día Mundial de la Mujeres es una clara fecha reivindicativa al respecto, pero sobre todo de visibilizar. Y es que, ¿por qué se le da una menor repercusión a la capacidad de las mujeres para triunfar?
Para Irene Cano esto se justifica por “los estereotipos de género, que siguen estando muy presentes. Hay determinados roles y habilidades que se asocian directamente a hombres o a mujeres y esto ocurre prácticamente desde la infancia”. Y suma: “Educamos a los niños para luchar y arriesgarse y a las niñas para gustar y estos estereotipos luego se prolongan en el tiempo y afectan inevitablemente a la hora de elegir los estudios y el trabajo. La educación es la clave para solucionar el problema. Es muy importante motivar a las niñas desde la infancia para que crean en sus habilidades y en sus posibilidades, y es nuestra responsabilidad como padres, educadores e instituciones trabajar para que este cambio ocurra. Tenemos que ser conscientes de que las mujeres son claves para impulsar el crecimiento económico de nuestro país y construir la sociedad del mañana”.
“Educamos a los niños para luchar y arriesgarse y a las niñas para gustar, y estos estereotipos luego se prolongan en el tiempo"
Precisamente la formación es uno de los pilares que defienden desde Meta en relación con la mujer. “Desde que lanzamos Zona from Facebook hemos desarrollado proyectos específicos para empoderar al a mujer desde múltiples ángulos”, recuerda Cano. Uno de ellos, “Extraordinarias, un programa de formación con el que hemos ayudado a más de 2.800 mujeres emprendedoras en zonas rurales a que impulsen sus ideas y negocios”.
Bajo esta fórmula Irene Cano entiende que “España tiene muchísimo talento y un potencial de emprendimiento e innovación increíble”. No obstante, la falta de confianza en el talento español cree que “tiene que ver, en parte, con nuestra cultura”. El motivo: “En España siempre se ha penalizado el error y sin embargo en otras culturas, como la anglosajona, se valora porque entienden que equivocarse te ayuda a crecer como profesional. Penalizar el error genera miedo a equivocarnos y lleva a la falta de confianza cuando hemos de tomar una decisión. Luego está el miedo - o la pereza - a la hora de salir de la zona de confort”.
Por eso “a las nuevas generaciones yo les diría que no se crece desde el miedo. Tienen que atreverse. Y también hay un mensaje implícito para nosotros, las empresas, y es que tenemos que saber atraer ese talento ofreciendo oportunidades que sean adecuadas, atractivas y motivantes”. Y esto hacerlo “con un foco importante en la diversidad y la inclusión”.
Este tipo de mensajes son los que han llevado a Irene Cano a ser considerada como una de las mujeres más influyentes de España. Tanto, que fue nombrada Socia de Honor de Compromiso Asturias XXI por ser un referente para los jóvenes y un ejemplo de mujer de éxito triunfadora en el sector de la tecnología. Un premio que para ella es “muy gratificante” ya que considera que “los referentes son muy importantes en la vida de las personas”. Los suyos, sus padres.