La huelga del transporte unida al impacto de la guerra provoca el desabastecimiento de productos básicos como la leche o el pescado en los mercados
Entrando ya en la tercera semana de huelga y tras el rechazo de la plataforma impulsora a las medidas propuestas por el Gobierno, la situación se agrava día a día y grandes superficies como supermercados sufren el desabastecimiento de algunos alimentos básicos como los lácteos o el aceite. Otros, como alternativa, encarecen su precio debido también a la actual situación de Ucrania, conflicto que deriva y repercute en el bolsillo de los consumidores.
El paro del transporte vive otra tensa jornada más en diferentes puntos de nuestro país, provocando también la suspensión de otras actividades como la pesquera o el sector lácteo, el cual ya ha anunciado que se ve obligado a interrumpir su producción debido a esta situación e, incluso, algunas empresas se plantean opciones mucho más drásticas como la posibilidad de un ERE sino se puede llegar a garantizar el suministro de sus productos. Capsa, la dueña de Central Lechera Asturiana, Danone o la conservera Grupo Calvo, son algunas de las firmas que están operando con dificultades y que amenazan con parar del todo su producción. De hecho, esta última se ha visto obligada a hacerlo por la falta de suministro de pescado derivada, también, del parón del sector pesquero.
Los cereales y el aceite de girasol, las consecuencias de la guerra en Ucrania
Un efecto dominó que tiene como consecuencia final el desabastecimiento de productos básicos en los supermercados y, por otro lado, el incremento en el precio de muchos de ellos, una subida que no ha parado desde principios de año y que ahora se agrava como consecuencia del conflicto latente en Ucrania. Cabe destacar que a Ucrania y Rusia se las conoce como “el granero del mundo”, por lo que productos que utilicen el trigo como materia prima para su elaboración, como el pan o la cerveza, pueden verse seriamente afectados. Sin olvidar que, precisamente, el cereal es el principal alimento de gran parte del sector ganadero, de ahí que la carne también se haya visto afectada por la escasez y por la subida de precios.
Ambos países son los mayores productores de trigo, concentrando un cuarto de la producción mundial de este cereal. Por lo que, este conflicto ha golpeado y mucho a este producto agrícola, disparándose su precio en más de un 36% desde que comenzara la invasión de Ucrania hace ya casi un mes. Mientras que este país tiene paralizada gran parte de su producción, Rusia se enfrenta a las sanciones y embargos por parte de los países de Occidente, lo que reduce las exportaciones de este cereal a otras partes del mundo. Ante esta problemática, el Gobierno ha puesto en marcha la importación de cereales procedentes de Argentina y EEUU con el objetivo de paliar las consecuencias derivadas de esta guerra y asegurar así el abastecimiento de este cereal tan necesario.
Lo mismo ocurre con el aceite de girasol del cual Ucrania es también el mayor exportador, llegando a tomar medidas de limitación de venta en algunas grandes superficies, debido al acopio masivo que se está realizando por parte de los consumidores por miedo al desabastecimiento total de este producto. Lo que, por supuesto, ha repercutido en el precio, incrementándolo en un 13% más en lo que va de año. No obstante, desde la industria española de aceites comestibles tranquilizan a la población considerando que a corto plazo no hay peligro real de desabastecimiento, pero matizando que si el conflicto tendiera a alargarse si que habría que considerar buscar otros orígenes a este producto.
Los productos que escasean por la huelga de transportistas
Este parón junto con la actual crisis en Ucrania, son los dos grandes motivos del desabastecimiento que sufren muchos supermercados. Aunque desde el Gobierno y las autoridades del sector alimentario insisten en que no hay tal desabastecimiento y que la escasez que se produce en algunas superficies es puntual y se debe en gran medida al acopio masivo que realizan los consumidores, lo cierto es que ya hay productos que cuesta encontrar y se prevé que la situación vaya a más si continúa por más tiempo la protesta del sector del transporte.
Leche
El producto que, junto con el aceite de girasol, es el que más les cuesta encontrar a los consumidores. Al principio, este parón afectaba mayoritariamente a la leche fresca, pero en los últimos días el corte de suministro se ha agravado, complicando ya encontrar cualquier tipo de leche en los lineales de los supermercados. Y es que, según apuntan algunos reponedores de estas grandes superficies, el género llega a cuentagotas y las existencias que se reponen se agotan con mucha rapidez al haber consumidores que llevan semanas esperando para encontrar su marca favorita de leche. Con respecto a esto, hemos podido comprobar que cuesta más encontrar unas firmas que otras, por lo que la variedad escasea. Otro problema derivado de esta huelga es que las grandes empresas lácteas se encuentran al borde del colapso con sus almacenes casi al 100% de su capacidad, sin poder sacar el producto de sus instalaciones, por lo que temen tener que tirar la leche que les llega por no poder distribuirla.
Fruta y verdura fresca
Los productos frescos también empiezan a escasear por ser alimentos con una corta fecha de caducidad. Precisamente, aquellos que vienen del sur son los que más problemas están experimentando debido a que en Andalucía y Murcia es donde más se están recrudeciendo estas protestas. Por ello, productos como el pimiento rojo, los pepinos, el tomate, los calabacines o las berenjenas son algunas de las frutas y verduras que está costando encontrar en los supermercados y aquellos que llegan lo hacen incrementando su precio en un 30%.
Pescado
Otro de los productos frescos que escasean estos días debido al parón al que también se ha unido el sector pesquero. Como comentábamos antes, no solo hay problemas en la venta de pescado fresco, sino que las conserveras también están sufriendo problemas de abastecimiento como el caso del Grupo Calvo. Los mercados ya están notando como las sardinas, los boquerones, la lubina, la dorada o las anchoas son los productos que más problemas de suministro están teniendo y, al igual que ocurre con las frutas o la verdura, lo poco que llega a un precio más elevado de lo normal. Esto está derivando en un cierre de pescaderías minoristas que ven como el poco producto que llega a los mercados es distribuido a las grandes superficies.
Cerveza
A las protestas del transporte se une la falta de materia prima con la que se elabora este producto. Por ello, desde la compañía Heineken España han mostrado su malestar y su preocupación por la situación de paro actual al no poder garantizar el abastecimiento tanto de la hostelería como de las superficies y centros comerciales. Han apuntado que, si la situación continúa por mucho más tiempo, no podrán suministrar sus productos ni tampoco hacerse con la poca materia prima que llega.
Conservas y legumbres
Como ya ocurrió durante el confinamiento, el acopio de estos productos, de forma masiva a modo de prevención ante un posible desabastecimiento, ha provocado la falta de muchos de ellos en supermercados y pequeñas tiendas de alimentación. Al principio, su falta en los lineales se debía a algo puntual y no en todos los centros. Ahora los plazos de entrega se han alargado y esa escasez se ha generalizado a casi todas las grandes superficies. A esto, se suma la preocupación por la inflación y la incesante subida de precios cuyo aumento para este tipo de productos está en torno al 3,1%.