"El consumidor pide marcas que generen un impacto social positivo”
Cuando pensamos en leche en España, una de las marcas que nos viene a la cabeza es Central Lechera Asturiana. La cooperativa alimentaria lleva más de 55 años repartiendo leche y productos lácteos por todos los hogares españoles, hasta situarse en 2021 con una facturación de 758 millones de euros gracias a la distribución en más de 40 países de 928 millones de litros de leche. Un gigante del sector lácteo con nuevos escollos a los que enfrentarse en los últimos tiempos, como la crisis energética o la guerra de Ucrania y su impacto sobre el precio de los piensos y su respectiva repercusión sobre los precios de venta de sus productos.
En este inicio de año, Capital conversa con José Armando Tellado Nogueira, director general de Capsa Food (Corporación Alimentaria Peñasanta, S.A.), para analizar la delicada situación que atraviesa el sector y conocer los nuevos retos a los que se enfrentará la cooperativa en este 2023.
Muchas personas conocen vuestras marcas (Central Lechera Asturiana, Larsa, Vega de Oro, …) pero no las identifican dentro de Capsa Food. Cuéntanos algo más sobre esta histórica cooperativa.
En 1969, un visionario llamado Jesús Sáenz de Miera fundó Central Lechera Asturiana, incorporando a más de 12.000 ganaderos asturianos con la intención de hacer frente a la complicada situación que vivía el campo en aquel momento. Desde su inicio, esta empresa está comprometida con la tierra, cuna de su origen, con el producto y con las personas, principalmente con los ganaderos que además son sus propietarios y principales proveedores. Trabajamos día a día con el propósito de darles futuro, ofreciendo a la sociedad productos sanos y naturales para mejorar su calidad de vida, y todo ello con el máximo cuidado y respeto de nuestro entorno natural.
De una pequeña factoría en Granda en 1967 a siete fábricas distribuidas por todo el territorio español dando cobertura a un mercado de más de 40 países. ¿Cuál ha sido la clave del éxito de Capsa?
Creo que haber sido siempre leales a nuestro espíritu fundacional y a nuestros valores: calidad, origen y cooperativismo, siempre con visión de largo plazo generando un impacto positivo en la sociedad y en el entorno a través del desarrollo de nuestra actividad.
En este último año, la subida del IPC y la crisis económica está provocando un incremento de la demanda de marcas blancas. ¿Cree que esta situación está llevando a que los consumidores renuncien a factores como la calidad y la sostenibilidad en favor del precio?
Desafortunadamente, el fuerte incremento de la inflación impacta con fuerza en aquellos hogares con menor renta, pero ello no resta fuerza a que cada vez un mayor número de consumidores demande marcas con valores que generen impacto social positivo. El consumidor cada vez es más exigente con la información sobre cómo se ha elaborado el producto, su trazabilidad y el compromiso real de las empresas, no solo del puro producto en sí mismo. Nosotros seguiremos apostando por ofrecer valores con cada litro de leche, y además, con el compromiso de que todo el beneficio que generemos en la actividad se repartirá entre los ganaderos, que como comentaba anteriormente, son los dueños de la empresa.
La crisis energética, los problemas de autoconsumo de los pastos españoles ante las sequías sufridas o la guerra de Ucrania han supuesto un incremento exponencial de los costes de producción, y, como consecuencia, en 2022 el precio de la leche sufrió una subida de casi el 31% interanual. ¿Cómo se ha visto afectado el sector en 2022?
Se ha visto afectado por un impacto tremendo, pero no todo han sido malas noticias. El año comenzó con unos precios que no cubrían los costes de producción en las granjas, lo que ha llevado a cerrar muchas ganaderías y a enviar animales al matadero en aquellas que permanecían activas. Todo ello ha provocado una caída de producción por primera vez en muchos años, generando un desequilibrio temporal entre la oferta y la demanda.
Adicionalmente a este hecho, quiero mencionar el impacto que han tenido también los costes de producción a la industria por la subida de las energías y de los transportes, que sumado al incremento de precio de la materia prima han provocado una importante destrucción de margen en las empresas al no haber podido repercutir todas estas subidas en el precio de venta. Pero la parte positiva de todo esto es que la casi totalidad de la subida de precios de venta se ha ido al ganadero, que como comentaba anteriormente, es nuestro accionista mayoritario.
Además, si cuando bajen los costes somos entre todos lo suficientemente sensatos como para apostar por una cadena de valor sostenible a largo plazo, quizás haya merecido la pena desde el punto de vista empresarial un año tan duro como el 2022. Estaremos dando futuro al ganadero y a un sector estratégico en el marco de la soberanía alimentaria.
En septiembre de 2022, la compañía lanzó un nuevo tapón unido al brik para facilitar su reciclaje, adelantándoos a la nueva normativa europea que deberá aplicarse desde 2024. Este cambio de formato ha despertado cierta polémica en las redes por los problemas de muchos consumidores a la hora de abrir el brik. ¿Qué valoración interna dais a este nuevo tapón viendo los problemas de adaptación que está teniendo en la sociedad?
El liderazgo y la innovación conllevan riesgos de aprendizaje, pero estamos convencidos de haber hecho lo correcto: apostar por mejorar la sostenibilidad de los envases en la cadena. Dicho esto, estamos trabajando tanto a nivel técnico como de comunicación para mejorar la apertura y facilitar el uso del mismo.
El tapón unido es una medida más dentro de la férrea estrategia de RSC y política de sostenibilidad que lleva a cabo la compañía. ¿Piensa que la industria láctea actual está llevando a cabo las mejores prácticas de sostenibilidad o se deben aplicar mayores medidas para evitar situaciones como las macrogranjas lecheras?
El compromiso de la industria con la sostenibilidad es total. En nuestro caso ya hemos alcanzado la neutralidad climática en alcance 1 y 2, y ahora estamos trabajando en nuestro laboratorio experimental llamado La Granja con distintas alternativas para seguir reduciendo emisiones en las ganaderías y acercarnos a la neutralidad en alcance 3. En esta línea estamos trabajando en aspectos relacionado con la alimentación animal y la rotación de cultivos, entre otros, para alcanzar este objetivo.
Capsa apuesta por iniciativas que van más allá de la industria láctea tradicional, estando presente en proyectos de innovación tecnológica en el ámbito de la economía circular, nutrición y salud. ¿Cuál va a ser vuestro siguiente paso?
Creo que merece la pena mencionar las dos últimas iniciativas de las que hemos entrado a formar parte: Yowup y Naria. La primera supone nuestra incursión en la alimentación para mascotas, y la segunda, en la tecnología blockchain con impacto social. Naria es un proyecto de economía circular que gracias a una herramienta pionera permite a las empresas gestionar sus fechas cortas para hacerlas llegar a los más necesitados a través de donaciones directas a diferentes entidades y organizaciones.
Acabamos de arrancar 2023. Nuevo año, nuevos retos. ¿Cuál va a ser la hoja de ruta de Capsa Food para este 2023?
Continuar acompañando al ganadero trabajando para garantizar su futuro haciéndolo sostenible tanto en el ámbito económico, como en el social y en el ambiental, buscando nuevas oportunidades de crecimiento en el mercado de la alimentación natural y saludable, siempre con visión de largo plazo.
