Los fabricantes introducen Inteligencia Artificial en los últimos modelos de sus coches estrella
Sí, la Inteligencia Artificial también está comenzando a aparecer en los coches. Aunque a día de hoy casi todos los modelos integran un asistente virtual, este es un paso más en la asistencia al conductor, con unas capacidades más específicas, en línea con los avances que se están produciendo en los últimos meses.
No en vano, los ciudadanos creen que la tecnología mejora su vida y resulta de interés para facilitar el día a día. Un estudio reciente de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, revela que el uso más aceptado y mejor valorado de esta tecnología es el que puede hacerse en los automóviles.
En parte, esta percepción positiva se explica por posibilidad de facilitar algunas tareas de la conducción, entre ellas el aparcamiento, la identificación de situaciones de riesgo o la elección de rutas en función del tráfico. Estas tareas escapan a las capacidades de un asistente virtual, que sí es capaz de buscar una ruta, cambiar de canción o manejar las diferentes telecomunicaciones.
La Inteligencia Artificial, por su parte, ha demostrado poder hacer muchas cosas, de las que algunas requieren cierta creatividad. Por eso, la industria del automóvil cree que pueden resultar de ayuda para el conductor, toda vez que la conducción va siendo cada vez más sencilla y va ganando peso la parte dedicada a la información y al entretenimiento.
Este mismo fin de semana Renault hizo un anuncio en este sentido. Presentó el Renault Rafale, un vehículo que se fabricará en España y se espera que aterrice en el mercado el año que viene. Se clasifica dentro de la demandada categoría de los SUV, con un motor de 200 caballos y motor E-Tech full hybrid.
Y además de eso, la marca francesa ha introducido las ayudas de conducción y el sistema multimedia openR link que ya tienen otros modelos como son el Austral y el Espace. No obstante, en este Rafale se introducirá esta tecnología para el uso del conductor y los pasajeros.
Lo que se prevé que haga es registrar los procesos que se producen durante el viaje, de manera que se analicen todos esos datos y aporte información o sugerencias. Por ejemplo, apagar el aire acondicionado si está la ventana abierta. Esto también supone que el coche tendrá la capacidad de saber en todo momento qué sistemas están en marcha y cuáles no.
Asimismo, incluye hasta 32 ayudas a la conducción dedicadas, precisamente, a la seguridad, además de a la propia conducción y al aparcamiento. Con ello, se consigue cierta autonomía en la conducción, con sistemas como reconocimiento de señales de tráfico, función de centrado de carril o cartografía específica.
Como se puede ver, estas aplicaciones van más allá de lo que puede hacer un asistente virtual. Lo mismo se puede ver con Mercedes-Benz, que la semana pasada anunció que iba a ejecutar ChatGPT a través de un programa beta en Estados Unidos. Según explica la compañía, se trata de un programa que hará que la función 'Hey Mercedes' del asistente de voz sea más intuitiva y natural.
Por el momento, se trata de un programa de tres meses cuyos resultados marcarán la pauta a seguir con esta tecnología. Hay que tener en cuenta que ChatGPT es propiedad de Microsoft, de modo que Mercedes-Benz se beneficia de su alianza con la tecnológica estadounidense para avanzar hacia una experiencia de conducción más "conectada, inteligente y personalizada".
Frente a los asistentes de voz actuales, ChatGPT introduce la posibilidad de participar en las conversaciones, de modo que no solo funcione como una tecnología que entiende comandos y los ejecuta. Este asistente mejorado permite obtener respuestas a preguntas complejas, mientras que el asistente estándar suele necesitar comandos específicos.
Asimismo, existen otras tareas que puede hacer y que escaparían de lo que es estrictamente la conducción de un vehículo. El fabricante alemán podría incluir otras funcionalidades como realizar reservas de restaurantes por medio de expresiones naturales, lo que redunda en la comodidad del usuario.