Los economistas sugieren rebajar cotizaciones para seguir subiendo el salario mínimo interprofesional sin perjudicar la creación de empleo
Desde que el salario mínimo interprofesional (SMI) se incrementase un 8% en este ejercicio, el debate sobre si debiera seguir subiendo o no, teniendo en cuenta el repunte de la inflación en el pasado mes de septiembre, ha generado bastantes controversias.
Es por ello por lo que, el presidente del Consejo General de Economistas (CGE), Valentín Pich, en el segundo Encuentro sobre el empleo en España, ha señalado que, a pesar de que en los últimos años el SMI español ha sido el que más ha crecido en comparación con los principales países (un 47% en los últimos cinco años), hay quien aún cree que no es lo suficiente como para cumplir con el objetivo de que toda persona trabajadora pueda cumplir sus necesidades básicas, especialmente, en un escenario inflacionista como el actual.
Asimismo, Pich ha sugerido que, para seguir subiendo el salario mínimo interprofesional sin perjudicar a la creación de puestos de trabajo, habría que explorar la posibilidad de reducir las cotizaciones a la Seguridad Social. Porque no solo ha hablado de las dificultades que tienen algunos trabajadores para hacer frente a sus necesidades a pesar de la subida, sino que también ha explicado que, por el lado de las empresas, “su elevado coste real” puede dificultar que sigan creando empleo, teniendo en cuenta la elevada tasa de paro en España.
Así, en palabras del presidente del CGE, la solución para resolver esta ecuación podría ser la de rebajar las cotizaciones que pagan las empresas a la Seguridad Social, pues ello reduciría el coste del trabajo, fomentaría la creación de empleo y desincentivaría la economía sumergida.
Por otro lado, según el director de Investigación del área laboral de Fedea, Marcel Jansen y el coordinador del Gabinete Económico de CCOO, Luis Zarapuz, quienes han participado en el coloquio, las últimas subidas del SMI han tenido un impacto sobre el empleo menor que el pronosticado por algunas instituciones y han servido para reducir la desigualdad salarial.
No obstante, el experto de Fedea ha advertido de que la destrucción de puestos de trabajo causada por el alza del SMI se ha concentrado en pequeñas empresas con menos de cinco empleados, algo que ha considerado "muy relevante" teniendo en cuenta que en España prevalecen las pequeñas empresas y que es difícil que puedan repercutir sus mayores costes en los precios de venta al público.
De igual forma, el catedrático de Economía de la Universidad Pompeu Fabra y Premio Rey Jaime I de Economía, José García Montalvo, ha avisado de que "no se puede sostener de manera generalizada y acrítica que cualquier aumento del SMI es inocuo sobre el empleo ni que existen niveles mágicos, por ejemplo, el 60% del salario medio, hasta los cuales el salario mínimo no tiene efectos contraproducentes".
Por su parte, Zarapuz ha defendido que la positiva evolución del empleo en los últimos años pese a la pandemia, la guerra y la inflación "lleva a descartar completamente el apocalipsis laboral que se predice ante cada subida del SMI en estos últimos años". "El impacto negativo sobre el empleo, de haber existido, ha sido muy pequeño, y centrado en una creación de empleo algo menos intensa de la esperada", ha subrayado.
¿Seguir subiendo o no el SMI?
En cuanto a si se puede seguir subiendo el SMI, mientras que Jansen considera que "a partir de ahora deben evitarse más saltos en el SMI" y que debe actuarse con "cautela", Luis Zarapuz cree que "se puede y se debe seguir subiendo el SMI".
En concreto, el experto de Fedea ha afirmado que, tras las últimas subidas el SMI, esta renta mínima se acerca ya al 60% del salario medio y sitúa a España entre los países europeos con el salario mínimo más alto. En su opinión, la mejor estrategia a seguir sería la de acordar una senda gradual para el SMI con los agentes sociales que permita mantener el poder adquisitivo y evaluar, a continuación, sus impactos en el mercado laboral.
"Estas evaluaciones deberían servir también para identificar posibles mejorar en el diseño del SMI", ha dicho Jansen, que ha recordado que España es uno de los pocos países donde el SMI es universal e igual para todos los mayores de 16 años.
En este sentido, ha afirmado que "no está claro que un SMI universal e igual al nivel nacional sea lo óptimo". "La diferenciación por edades podría permitir subidas en el SMI para adultos sin deteriorar las perspectivas laborales de los jóvenes. Del mismo modo, se debería contemplar la posibilidad de un complemento autonómico, sea por la vía legal o a través de la negociación colectiva", ha añadido.
Por contra, el responsable del Gabinete Económico de CCOO ha insistido en que debe seguir subiéndose el SMI, estableciéndose por ley que éste suponga al menos el 60% del salario medio neto y, en todo caso, garantizando anualmente su poder adquisitivo.
"En 2023 crece la economía, aumenta el salario medio y se acelera la subida salarial media pactada, por lo que existe base para seguir incrementando el SMI, mantener la referencia del 60% y preservar su poder adquisitivo", ha defendido.
¿Quiénes son los más beneficiados por la subida del SMI?
Según Zarapuz, la subida del SMI a 1.080 euros ha beneficiado potencialmente al 13,7% de los trabajadores a jornada completa (1,93 millones) que, sumados a los que trabajan a tiempo parcial, alcanzarían casi a 2,3 millones de beneficiarios.
Los datos facilitados por Zarapuz apuntan a que la subida ha beneficiado con mayor intensidad a las mujeres, a los jóvenes, y a los trabajadores con contrato temporal (21,6% frente al 11,5% de los contratos indefinidos).
Por sectores, la mayor incidencia se ha dado entre los trabajadores de la agricultura (46,9%), servicios (14,5%), industria (7,6%) y la menor en la construcción (3,8%). En el sector servicios trabajan el 77% de las personas beneficiadas por la subida del SMI.
Según Zarapuz, las comunidades con un mayor porcentaje de su población asalariada beneficiada por la subida son Extremadura (22,4%), Murcia (22,2%), Canarias (20,6%) y Andalucía (18,8%). En términos absolutos, Cataluña, Andalucía y Madrid concentran la mitad de la población beneficiada por la subida del SMI.
Sobre si se puede aspirar a subir el SMI el nivel de la media europea, Jansen ha indicado que, en relación con el nivel absoluto del SMI, no se puede, pero si se toma el nivel relativo del SMI (ratio entre el SMI y el salario medio o mediano), "España ya ha superado con creces la media europea".
"La directiva de la Unión Europea en materia de SMI fija el umbral para un SMI adecuado en el 60% del salario mediano, bastante inferior al umbral establecido por el actual Gobierno en funciones", ha explicado.
Por su parte, Zarapuz ha afirmado que se debe converger con el SMI de los países del entorno español y que el impulso del SMI debe proceder en gran medida de la capacidad de hacer crecer el salario medio y el valor añadido generado en España.
"Hasta 2018 el SMI en relación con el salario medio se situaba en España en niveles muy por debajo al de los principales países con salarios mínimos en Europa. Desde entonces, la subida del SMI en España ha permitido que esta relación SMI/salario medio se sitúe por encima de los niveles relativos de Alemania o Países Bajos, pero por debajo de los de Francia, Polonia o Portugal", ha señalado el responsable sindical.