La feria de turismo internacional Fitur destaca por las numerosas oportunidades que ofrece, entre ellas, la de ser una experiencia en sí misma
Es uno de los eventos feriales más importantes del año. Es probable que sea porque el tema que trata hace feliz a la gente: el turismo, viajar. Pero además de ser una feria comercial, Fitur guarda muchos parecidos con una feria festiva porque en ella se encuentra mucho de lo que se ve en una fiesta: aglomeraciones, música, gastronomía y un escenario preparado para llamar la atención.
Fitur es un destino en sí misma, así que como para cualquier viaje, más vale armarse de paciencia. A falta de cifras oficiales, la previsión apunta a una asistencia de 150.000 profesionales de miércoles a viernes y 100.000 asistentes de público general. Por ello, no es extraño que el acceso lleve tanto tiempo como si nos quedáramos en un atasco o como si viajáramos a un lugar lejano. Incluso la prensa tuvo que esperar hora y media el miércoles para poder entrar al recinto, y eso que su itinerario está previsto para permitir un acceso más rápido.
Una vez dentro, los puestos de los 806 expositores apabullan al visitante, que allí tiene la tentación de convertirse en turista. Con frecuencia, se escuchan conversaciones que suenan como: "Estoy en Colombia". O: "Quédate en Cádiz, que voy para allá". Sin llegar a ese extremo, sí se puede decir que cada uno de los stands trata de transportar al visitante al destino que representa y de donde ha traídot todo lo mejor.
De Japón, su cultura y tradición. De Egipto, su arquitectura e historia. De Castilla-La Mancha, su variedad de alternativas. En Fitur se puede ver lo mejor de 152 países que participan en la feria, de los que 96 tienen representación oficial. Pero sin duda, el lugar que uno no se puede ir sin visitar la zona dedicada a Andalucía. Un montaje a la altura, música y una experiencia creada para conseguir el tan deseado crush.
Además de las charlas que trataremos a continuación, cabe llamar la atención sobre los diferentes actos que tienen lugar en los stands. Degustaciones pensadas para sorprender, espectáculos de baile o de cómo servir una copa. Esto último en el stand de Filipinas.
Este año, incluso se ha podido dormir en Fitur. Ha sido la cadena Vincci Hoteles la que ha puesto en la práctica la idea: ha replicado una habitación de su hotel en Gran Vía, concretamente una que se encuentra justo detrás del famoso cartel de neón de Schweppes. Los ganadores de un sorteo han podido pasar allí la noche, además de disfrutar de otros servicios como un masaje, una cena y un espectáculo privado.
El CEO de la compañía, Carlos Calero, cree que esta es una de las tendencias que marcan el turismo: esforzarse por ofrecer algo más. En la presentación a la prensa, cuenta cómo el propósito de los alojamientos turísticos debe virar hacia ofrecer una experiencia digna de recordar. "Esa es la hostelería del futuro", sobre todo teniendo en cuenta el cambio de intereses que se observa en las siguientes generaciones.
Por su parte, el CEO de Hotelverse, Fermín Carmona, ahondó en ese concepto durante una entrevista con Capital. Su empresa ha creado un gemelo digital que, en resumen, permite al viajero elegir una habitación concreta del hotel en el que se va a alojar. De esa forma, puede adaptarla más a sus preferencias: que esté más cerca de la piscina, del hotel, que en esa habitación se vea el atardecer…
Además de eso, la feria trata temas problemáticos para el turismo, como la masificación de destinos o la sostenibilidad. "Los hoteleros quieren menos clientes y que paguen más, a nadie le beneficia un turismo masivo", afirma Carmona a este medio. Y en cuanto a la sostenibilidad, todo tipo de empresas, entidades y organismos públicos aludieron a la necesidad de tomar medidas.
El ministro de Turismo de Egipto y Antigüedades, Ahmed Issa, definió el problema a Capital de este modo: "El cambio climático es probablemente una de las variables más importantes para toda la humanidad y para todas las industrias”. Estas y otras reflexiones forman parte de la entrevista que se publica en el próximo número de febrero, que aterrizará en los quioscos en los próximos días.
Incluso en destinos tan singulares como Hellín se habla del concepto de "turismo inteligente", en un impulso por explotar destinos menos conocidos que, por un lado, desmasifican otros destinos y, por otro, ponen en valor la rica cultura y patrimonio.
En ese sentido, también cabe destacar que los lugares de recepción de turistas plantean diversificar el turismo. La propia Sevilla quiere que eventos como los Grammy Latinos celebrados recientemente supongan un punto de inflexión para acoger ferias, congresos y, en general, todo tipo de encuentros. Así, el presidente de la Diputación de Sevilla, Javier Fernández de los Ríos, pretende hacer este camino de la mano de las empresas con el objetivo de que tanto otras empresas como los turistas individuales elijan Sevilla.