Raúl Suárez es consejero delegado de Nedgia desde diciembre de 2022, la distribuidora de gas del grupo Naturgy. Durante más de 20 años ha ejercido puestos de dirección en el grupo energético, entre ellos, el de primer responsable de la distribuidora eléctrica UFD, lo que le otorga un conocimiento amplio y transversal sobre el sector. Conversamos con él sobre transición energética y el papel estratégico que el gas renovable debe jugar en el proceso de descarbonización.
¿Por qué considera que el biometano es una oportunidad clave para la descarbonización en España?
El biometano es un gas de origen renovable, obtenido a partir del tratamiento de residuos de muy distinto tipo y que no genera emisiones de carbono. Es el ejemplo perfecto de circularidad: nos ayudan a gestionar el problema que supone la gestión de los residuos y, a su vez nos permiten obtener una energía limpia, competitiva y autóctona con la que calentar nuestras casas. Esto hace que su desarrollo sea clave para la descarbonización, no solamente del sector energético, sino de la economía en general.
El biometano apunta a ser una de las grandes claves en la transición energética, ya que, al tener cualidades similares al gas natural, puede distribuirse a través de la infraestructura gasista existente y emplearse en hogares, industrias o comercios sin que éstos tengan que realizar ninguna inversión para utilizar energía renovable. El biometano aporta credibilidad a la transición energética porque es la alternativa real de descarbonización más sostenible medioambiental, económica y socialmente.
España tiene un gran potencial para la producción de biometano, pero también un retraso en comparación con países como Francia y Alemania. ¿Qué cree que se necesita para acelerar este desarrollo en nuestro país?
España es el tercer país europeo con mayor potencial de producción de biometano. Se estima en 163 teravatios por hora al año (TWh/a), según un estudio realizado por Sedigas, lo que supone, por ponerlo en contexto, una cantidad un 63% superior a la electricidad renovable que hoy tenemos en España. Es decir, tenemos un gran potencial que, sin embargo, no estamos aprovechando como país.
El reciente borrador del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) ha duplicado el objetivo de producción de biometano hasta los 20 TWh/a en 2030, pero la cifra sigue muy por debajo de nuestro potencial. España va a la cola en la producción y consumo de este gas renovable. Estamos a años luz de otros países europeos, que ven claramente sus ventajas y están materializando su potencial. Francia tiene más de 700 plantas en operación, y Alemania, más de 300.
España puede y debe aumentar su ambición en la producción de biometano. Para lograr su impulso definitivo, necesitamos avances en tres puntos. Por un lado, debemos ser más ambiciosos en los objetivos que nos marcamos en materia de política energética. El objetivo de 20 TWh de biometano en 2030 está aún muy por debajo del potencial real del país. En segundo término, la industria precisa de un mayor apoyo administrativo: es necesario que se incentive y promueva la producción de biometano a través de estímulos públicos, como se está haciendo en otros países europeos.
Por último, el sector debe promover el desarrollar de un marco regulatorio sencillo para las conexiones de las plantas y las instalaciones de flujo inverso, que evacúan este gas desde las plantas de producción a los grandes polos de consumo.
“Necesitamos incentivos públicos para la producción de biometano”
¿Qué papel considera que deben jugar las políticas públicas en el impulso de los gases renovables en España?
Las políticas públicas tienen sin duda un papel clave a la hora de facilitar la creación de nuevas plantas de producción de biometano en el ámbito rural, estableciendo los incentivos que permitan su desarrollo y facilitando las conexiones mediante un marco regulatorio que las considere activos del sistema gasista. Es fundamental aunar esfuerzos en los distintos ámbitos de la Administración implicados para impulsarlo, trabajando juntos empresas, administraciones, industria y ámbito rural en la búsqueda de un marco que incentive la creación de nuevas instalaciones y la inyección de su gas renovable en la red para que le llegue al consumidor.
Los gases renovables, y en especial el biometano, son nuestra gran oportunidad para lograr una transición energética más sostenible social y económicamente, en especial, en el sector residencial. Por ello necesitamos mucha más ambición en materia de gases renovables. De hecho, el mercado ya está viendo la generación de valor que supone la introducción del biometano, y de ahí los numerosos proyectos y planes de inversión asociados, pero se necesitan medidas que acompañen y aceleren ese crecimiento.
¿Qué beneficios pueden esperar los consumidores de la incorporación de biometano en la red de gas?
El biometano potencia la economía circular, y al mismo tiempo, contribuye a la transición justa. Es una fuente de energía limpia y autóctona, que contribuye a reducir la dependencia energética del país, a asegurar la garantía de suministro y a reducir la factura exterior en la balanza comercial. Y la mejor noticia: es una tecnología madura, asequible y almacenable, lo que otorga una gran credibilidad a la transición energética.
Este gas renovable será clave en la descarbonización del parque de viviendas. Desde Nedgia, la distribuidora de gas del grupo Naturgy, hemos sido pioneros en España junto a varias promotoras inmobiliarias al desarrollar un proyecto en nuevas promociones residenciales que introduce el consumo de biometano en las viviendas, lo que supone un paso de gigante por el respeto al medio ambiente. Hay que destacar, en este sentido, que el parque de calderas, compuesto por millones de instalaciones, ya está preparado para incorporar este gas renovable como combustible, lo que abre las puertas a su consumo como calefacción u otros usos en el hogar de manera inmediata y sin coste adicional para las familias.
¿Cómo puede el biometano contribuir a la descarbonización del parque de viviendas en España sin generar costes adicionales para los propietarios?
Como señalaba anteriormente, todas las calderas están preparadas para funcionar al 100% con biometano de forma inmediata y sin que sea necesaria ninguna inversión. La caldera de condensación con biometano como combustible es la forma más económica y eficiente para descarbonizar los hogares, según ha acreditado recientemente un informe publicado por Frontier Economics. Este gas renovable no requiere de ningún tipo de adaptación de la infraestructura gasista para su transporte y distribución hasta nuestras casas, siendo 100% compatible con los equipos con los que ya contamos. Haciendo números, con sólo el 30% del potencial de biometano que existe en España podríamos descarbonizar todo el parque de viviendas de España sin que los propietarios tengan que gastar nada.
¿Puede hablarnos de algunas colaboraciones clave que Nedgia ha establecido para fomentar el desarrollo de biometano?
Trabajamos con un modelo de desarrollo basado en la colaboración multisectorial y las alianzas. En Nedgia, como gestores de la mayor infraestructura de red de gasista en España, ya hemos firmado la conexión de 50 proyectos de biometano para inyectar gas renovable en su red, con un volumen de 2.400 GWh/año, lo que equivale a cerca de medio millón de hogares. Ocho instalaciones ya están inyectando gas renovable a la red y nuestra previsión es que en los próximos meses y en el conjunto de 2025 se incorporen otras tantas.
“El biometano puede generar hasta 60.000 empleos directos e indirectos en la España rural”
Se ha mencionado que el desarrollo del biometano puede generar empleo en zonas rurales. ¿Qué medidas está tomando Nedgia en este ámbito?
El desarrollo del biometano permitiría promover la economía circular y crear empleo en las zonas rurales mediante la valorización de los residuos. Además, los fertilizantes orgánicos son otro subproducto generado en el proceso, completando el ciclo de la economía circular. Según Sedigas, si se impulsara el biometano hasta alcanzar su potencial, podrían generarse hasta 20.000 empleos directos y 40.000 empleos indirectos en la España rural, lo que supone un aliciente aún mayor para impulsar su desarrollo. A estos habría que sumar un total de 35.000 empleos directos y 465.000 indirectos asociados a la construcción de las plantas de biometano.
¿Cuáles son los principales desafíos que afronta Nedgia en la promoción de gases renovables y cómo planea superarlos?
Nuestro principal desafío pasa por garantizar que las decenas de solicitudes de conexión a nuestra red que estamos recibiendo por parte de promotores de biometano se desarrollen y ejecuten de forma rápida y eficiente. Empleamos todos nuestros recursos con este fin y estamos preparados para que, con una serie de incentivos regulatorios, se cree el marco de inversión adecuado para descorchar un auténtico crecimiento del sector, como ya ha ocurrido en países del entorno como Francia o Alemania.
¿Cómo impulsa Nedgia el liderazgo en la transición energética y qué responsabilidad tiene la empresa hacia el medio ambiente y la sociedad?
Nedgia juega un papel estratégico en el impulso de la transición energética, y, en particular, en el despliegue de los gases renovables, poniendo a disposición de la sociedad una infraestructura gasista compuesta por una red de más de 57.000 kilómetros presente en 1.150 municipios.
Tenemos tres líneas de acción prioritarias en nuestros proyectos y todas tienen como objetivo ofrecer al consumidor un suministro seguro y confiable mientras avanzamos en el proceso de transición energética; acelerar la integración de los gases renovables para que pueda llegar sin problemas desde los puntos de producción hasta los consumidores; la digitalización del sistema a partir del despliegue de contadores inteligentes y la excelencia en los servicios y en las más de 30 millones de operaciones de campo que realizamos al año con la máxima seguridad.
¿Cuál quiere que sea su ‘huella’ como directivo en el sector energético y en la sociedad?
Contribuir a que la transición energética sea una verdadera oportunidad de desarrollo y prosperidad para España.