Desde el 1 de enero de 2025, los autónomos en España están pagando sus cuotas mensuales bajo el nuevo sistema de cotización por ingresos reales, un modelo progresivo que se implantará completamente en 2032. Este sistema establece cuotas que varían según los rendimientos netos de cada autónomo, lo que permite ajustar las aportaciones a la Seguridad Social de manera más justa y proporcional a los ingresos reales.
El nuevo esquema introduce 15 tramos de rendimientos netos mensuales, cada uno con su correspondiente base de cotización y cuota mensual. Este cambio busca reducir las desigualdades en el sistema y garantizar que quienes ganen menos paguen cuotas más bajas, mientras que los autónomos con mayores ingresos contribuyan más al sistema.
Tramos de ingresos y cuotas mensuales en 2025
Desde enero de 2025, los autónomos pagan cuotas ajustadas a sus ingresos reales, según un sistema que establece 15 tramos de rendimientos netos. Los que ganan menos de 670 euros mensuales pagan una cuota mínima de 200 euros, mientras que aquellos con ingresos de entre 670 y 900 euros abonan 215 euros. Las cuotas aumentan progresivamente en los tramos intermedios: por ejemplo, quienes declaran entre 1.300 y 1.500 euros pagan 260 euros al mes, y los que perciben entre 1.900 y 2.330 euros abonan 320 euros. Para ingresos más altos, las cuotas llegan a 500 euros mensuales para quienes ganan entre 4.050 y 6.000 euros, y la cuota máxima es de 590 euros para aquellos con rendimientos superiores a 6.000 euros. El sistema busca aplicar el principio de "quien más gana, más paga", garantizando que las aportaciones sean proporcionales a los ingresos. Además, permite modificar la base de cotización hasta seis veces al año para adaptarse a cambios en los ingresos, aportando flexibilidad a quienes tienen ingresos variables.
Flexibilidad en las bases de cotización
Una de las ventajas del nuevo sistema es que los autónomos pueden modificar su base de cotización hasta seis veces al año. Esto les permite ajustar sus cuotas a los cambios en sus ingresos, evitando pagar más de lo que corresponde cuando sus ingresos disminuyen o asegurando una cotización adecuada si aumentan sus ganancias.
Esta flexibilidad es clave para evitar que los autónomos se vean perjudicados en momentos de menor actividad y asegura una mayor correspondencia entre ingresos reales y cuotas aportadas.
El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)
Desde el 1 de enero, las cuotas también incluyen un aumento derivado del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que pasa a ser del 0,8% sobre la base de cotización. Este incremento, que ya estaba en vigor desde 2023, busca garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo y responde al desafío demográfico que enfrenta España debido al envejecimiento de la población.
Aunque el impacto en las cuotas individuales es relativamente pequeño, el MEI contribuirá a reforzar el fondo de reserva de las pensiones, asegurando su viabilidad en el futuro.
Obligación de presentar la declaración de la renta
El nuevo sistema también exige que todos los autónomos presenten la declaración de la renta, independientemente de sus ingresos. Esto permite a la Seguridad Social comprobar los rendimientos reales de cada trabajador por cuenta propia y ajustar las cuotas en función de estos datos.
Esta medida busca evitar que los autónomos declaren bases de cotización inferiores a sus ingresos reales y garantiza una mayor equidad en el sistema.
Comparativa con otros países europeos
El modelo español sigue la tendencia de otros países europeos que han implementado sistemas de cotización basados en los ingresos. En Francia y Portugal, los autónomos están exentos de pagar cuotas durante el primer año de actividad y, posteriormente, contribuyen con un porcentaje que varía entre el 12% y el 22% de sus ingresos.
En los países nórdicos, como Suecia y Dinamarca, las cuotas son más altas, pero los autónomos reciben una amplia cobertura social. En Italia y Grecia, las cotizaciones también dependen de los ingresos anuales, mientras que en el Reino Unido y Suiza se utiliza un sistema basado en tramos de ingresos, aunque ofrecen menos protecciones sociales que los sistemas españoles o franceses.
Perspectivas futuras
El sistema de cotización por ingresos reales seguirá ajustándose hasta 2032, con revisiones periódicas de los tramos y cuotas para adaptarse a la situación económica. Durante 2025, está prevista una revisión del sistema que podría modificar los tramos establecidos, buscando garantizar que las cuotas sigan siendo justas y sostenibles.
Este cambio en las cuotas mensuales supone un avance hacia un modelo más justo para los autónomos. Sin embargo, aún existe incertidumbre en ciertos colectivos sobre cómo afectarán estos ajustes a largo plazo, especialmente a quienes tienen ingresos fluctuantes o se encuentran en situaciones económicas complejas.
En resumen, el nuevo sistema busca equilibrar las aportaciones de los autónomos con sus ingresos reales, garantizando una mayor equidad y sostenibilidad en el sistema de cotización español.
