El modelo de teletrabajo en España ha experimentado una notable disminución en su adopción durante 2024, con la asistencia a la oficina ahora establecida en un 60% de la semana laboral, lo que equivale a tres días. Este dato refleja un regreso progresivo a las oficinas de las empresas españolas, cinco años después de los cambios drásticos provocados por la pandemia. Esta conclusión se detalla en el informe titulado ‘Evolución del teletrabajo y el diseño de oficinas en España y Europa’, que ha sido elaborado en colaboración entre Arcano Research y CBRE.
Según el informe, las empresas del sector TMT (Telecomunicaciones, Media y Tecnología) son las que más teletrabajan, manteniendo políticas que permiten un 60% de la semana laboral fuera de la oficina. Sin embargo, este dato refleja una ligera disminución respecto al 65% registrado en 2023. Por otro lado, los sectores financiero y legal apenas alcanzan un 30% de teletrabajo, lo que equivale a 1,5 días de trabajo remoto semanal.
La asistencia a las oficinas se concentra en días concretos de la semana, superando ampliamente la media
La afluencia media a las oficinas en España se ha establecido en un 55%, de acuerdo con los datos recopilados de 120 activos gestionados por CBRE, que abarcan casi dos millones de metros cuadrados. Marta Tarrío, responsable de Research Oficinas de CBRE, destaca que existe un interés creciente por parte de las empresas europeas, con una cuarta parte de ellas reportando picos de uso que superan el 80%.
A nivel europeo, la afluencia promedio se sitúa en un 39%. La mayoría de los empleados acuden a sus puestos de trabajo entre dos y tres días a la semana, aunque se observa un aumento en aquellos que solo asisten dos días. La proporción de empresas que reportan niveles de afluencia superiores al 40% ha crecido, pasando del 50% a más del 60% en solo un año.
El trabajo híbrido reduce la generación de ideas innovadoras
El informe también destaca cómo el cambio en los modelos de trabajo ha impactado en el diseño de las oficinas. Desde 2020, la densidad del espacio ha disminuido y el espacio disponible por empleado ha aumentado. Este cambio sugiere que la demanda neta de oficinas en 2025 podría incrementarse, priorizando espacios que permitan tanto el trabajo individual sin distracciones como la colaboración efectiva entre equipos.
